El año 2500 antes de Cristo (existen varias fechas que datan desde los 6000 años a.C.) aproximadamente, en Persia aparece un hombre cuyo nombre era Ardjasp. En esa época las tribus arias estaban dominadas por los Turanios, cuyo rey Zohak en su templo subterráneo adoraba a Angra Mayniú (Ariman), dios tenebroso representado por dos enormes serpientes que eran alimentados por los sacrificios y cuerpos humanos.
Se cuenta que, Ardjasp un día perdido penetró a un valle donde reinaba el patriarca Vahumano, encontró cerca de un río a una doncella llamada Ardiuzur (cuyo significado es FUENTE DE LUZ), advirtiendole al extranjero, que aquel que bebiere de sus aguas una sed inextinguible le quemara toda su vida y un solo Dios la apagará. Desde entonces tuvo muchas experiencias amargas con los enemigos de su pueblo, dominados por la adoración al dios tenebroso Ariman, los cuales tomaron por prisionera Ardiuzur. Desde entonces Ardjasp busco la verdad y la luz, habito con Vahumanu, que era el último descendiente de los sacerdotes del reino solar, convirtiéndose en su discípulo. Después de muchos años, Ardjasp aparece como un nuevo ser, Zoroastro o Zaratustra que quiere decir Estrella Dorada o Esplendor del Sol. Muchos años pasaron hasta que Ormuz (el verbo solar) se le presento, mencionando que es Aura-Mazda (El Bien Absoluto), dictándole LA PALABRA DE VIDA (Zend â Avesta). Todo el Zend Avesta es el dialogo entre Ormuz y Zaratustra.
Zaratustra guió a su pueblo, e instauro el culto a Ormuz.
Antes de su desaparición, en la montaña, se une con su Alma Divina (Arduizur).
Sus discípulos no encuentran su cuerpo viendo solamente vacía la gruta en la cual habitaba.
Vahumanu, uno de los grandes iniciadores o Risis, en su enseñanza y vida, demostró el Amor Divino manifestado, y un gran respeto a toda la creación que habitaba bajo el Sol, impulso el despertar del Alma Espiritual, manteniéndolo encendido en el corazón del hombre, Zoroastro revelo una parte de esta enseñanza a todo el pueblo Ario en desarrollo.
En el Evangelio de los Doce Santos se menciona que los tres reyes magos de oriente (Persia, India y Egipto) vinieron y adoraron a Jesús, y según su costumbre adoraron al Dios en Llama (enseñanzas de Zoroastro)