Y si los jets supersónicos se vuelven comerciales podremos hacer el viaje en una hora y media. De acuerdo, eso es progreso. Pero la misma tecnología que hace viajes internacionales rápidos está haciendo a los aviones de combate cada vez más mortíferos. ¿Cuántos de esos aviones estamos usando para viajes más rápidos y confortables de un punto a otro? ¿Y cuántos cientos más de aviones estamos usando para destruir la vida y la propiedad? ¿Llama a eso progreso? Yo no lo sé. A medida que el confort aumenta, nos volvemos dependientes de eso, y estamos poco dispuestos a dejar lo que tenemos.
Dentro de un cierto espectro yo digo que es progreso. Ahora estoy viviendo en una habitación con aire acondicionado. Mi abuelo usaba un sirviente que se sentaba al rayo del sol y tiraba del punkah, y antes de eso usábamos una hoja de palmera como ventilador de mano. Mientras que nos movemos hacia situaciones más y más confortables no queremos renunciar a nada.
I: Pero seguramente algunos tienen demasiado y deberían dejar un poco de...
UG: ¿Por qué espera que los otros den lo que tienen? El pobre no está dispuesto a dar su miserable cabaña, y usted espera que todos los ricos abandonen sus mansiones. No, simplemente no lo harán. Lucharán hasta perder el aliento para proteger lo que tienen, y se matarán en el proceso. Eso es inevitable. ¿Qué hacen los animales salvajes? Primero tratan de huir, luego pelean hasta matarse entre ellos, y ambos combatientes mueren.
I: Señor, me gustaría preguntarle dos cosas interconectadas...
UG: Yo mismo soy desconectado y desasociado...
I: Yo haré la integración...
UG: Está bien. De todas maneras, es a través de usted que yo puedo expresarme. Usted es el medio de mi expresión.
I: Estoy interesado en descubrir por qué perseguimos el conocimiento. ¿Es por el conocimiento en sí, por la humanidad, o por algo más?
UG: ¡Poder!
I: ¿Poder?
UG: Poder. Lo siento. No existe el conocimiento por el hecho de conocer o el arte por el placer del arte. No es, ciertamente, por el beneficio de la humanidad. El conocimiento me da poder: "Yo sé y usted no sabe." Señor, si me permite preguntarle, ¿cuál es su especialidad?
I: Soy una especie de sabelotodo, maestro de nada. Fui educado en química orgánica. Luego fui a la universidad de medicina, y trabajé en el área de la quimioterapia para el tratamiento del cáncer. Ahora estoy realizando cierta investigación en ingeniería genética. Tiene posibilidades tremendas.
UG: Ya veo, esa es su área...
I: No es mi área. Pero estoy fascinado con eso.
UG: Puedo estar equivocado, pero yo siento, señor, que los problemas del hombre, incluso sus problemas psicológicos, solo se pueden resolver con la ayuda de los genes. Si pueden demostrar que la tendencia, digamos, a robar, está determinada genéticamente, ¿dónde nos deja eso? Implicaría que el hombre no tiene ninguna libertad de acción en ninguna área. Incluso la capacidad de aprender un lenguaje está también genéticamente determinada. Toda la cuestión, cada tendencia, capacidad, y tipo de comportamiento, está controlado por los genes. El hombre no tiene libertad de acción. Su reclamo y demanda de libertad de acción parece ser la causa de su sufrimiento. Yo no estoy proponiendo en absoluto la filosofía fatalista que la gente predica en este país. Mi énfasis es muy diferente. Así que, ¿volvemos a la pregunta sobre genética?
I: ¿Deberíamos, entonces, realizar una agresiva investigación en ese área? El área ofrece grandes posibilidades.
UG: Le guste a usted o no, lo van a hacer. No es algo que usted decida. Si no lo hace usted alguien más lo hará. ¿Cómo podría detenerlo? Cualquier niño que vaya a una escuela sabe como se hace una bomba atómica. Y en una escala mundial, ya existen grandes cantidades de material fisionable que se ha perdido. Esos materiales terminarán en las manos de Dios sabe quién. El conocimiento técnico está disponible para cualquiera. Un día alguien lo va a usar. Entonces estaremos en problemas. Si no la hace usted [a la investigación], porque se lo impide algún código ético, eso no va a funcionar, porque el código no se lo impedirá a alguien más.
I: No, yo pienso que podemos controlarlo.
UG: Sí, ¿pero por cuánto tiempo?
I: Bueno, todo el que podamos...
UG: ¿Posponer el día del mal? ¿Es eso? Eso es lo que todos estamos tratando de hacer. ¿Pero para el beneficio de quién? No estoy cantando una oscura canción de condena. Si la humanidad se va, yo estoy listo para irme con ella. ¿Pero qué podemos hacer nosotros al respecto? No hay nada que podamos hacer. Ha ido demasiado lejos.
I: A veces me pregunto si no hemos tomado un rumbo equivocado...
UG: No creo que hayamos tomado deliberadamente un camino equivocado. Algo sucedió hace mucho con la raza humana. Ahora somos una amenaza para el planeta. Quizás sea la forma de la naturaleza para limpiar y empezar de nuevo de forma rápida. No veo ningún esquema en la naturaleza, ¿usted sí? Proyectamos nuestras ideas en la naturaleza e imaginamos que está dulcemente ordenada. Imaginamos que hay un esquema o plan, y algo como la evolución. Yo no veo tal cosa. Podría no haber ninguna evolución excepto la que vemos en la naturaleza y la que proyectamos en ella. Poniendo las cosas juntas concluimos que eso evolucionó de esto.
I: Pero parece haber anomalías y excepciones en la naturaleza...
UG: En algún momento el proceso se vuelve lento. Y cuando eso pasa, entonces da un salto. A eso lo llamamos mutación. ¿Hay alguna relación entre los dos puntos, el antes y el después? Buscando encontrar un esquema detrás de todo eso, encadenamos las dos cosas y lo llamamos evolución. Es lo mismo con la física.
Entonces, ¿qué vamos a hacer? Yo no tengo la respuesta. No me fue dada a mí. Nadie me eligió para ser el salvador de la humanidad. Todo este asunto de una humanidad permanente, eterna, perfeccionada, no tiene absolutamente ningún significado para mí. Sólo estoy interesado en la forma en que estamos funcionando ahora.
Esto [el cuerpo] no está pensando en términos de un centenar de años o dos, ni siquiera de mañana. No, está interesado en sobrevivir ahora. Si se lo enfrenta al peligro, usa todo lo que tiene, todos sus recursos, para sobrevivir en esa situación particular. Si sobrevive ese momento, luego viene el siguiente momento. Esa es su paga: seguir viviendo por un momento más. Esta es la forma en que el cuerpo funciona ahora. No se moleste inventando filosofías del momento, modelos situacionales, y todo eso. El cuerpo funciona de momento a momento porque las percepciones y las respuestas al estímulo son también de momento a momento. Cada percepción o respuesta es independiente. Cuál es el propósito del cuerpo, por qué está allí, a dónde puede estar yendo todo esto, realmente no lo sé. No tengo forma de descubrirlo. Si usted cree que sabe, entonces ¡buena suerte!
Así que, ¿para qué molestarse tratando de impedir el crecimiento de la ingeniería genética? Dígame.
I: No, sólo me estoy preguntando si estamos dando el paso adecuado y en la dirección correcta.
UG: Entonces, ¿cuál es la motivación detrás de toda esa investigación? Dígame.
I: Me gustaría pensar que es por la sana búsqueda del conocimiento, por la satisfacción de la curiosidad, y por el puro placer de eso.
UG: Pero no termina allí.
I: Cierto. Otras personas, políticos y demás, explotan nuestros resultados.
UG: Me temo que no podrá exonerar tan fácilmente a los científicos. Eisntein alentó a Roosvelt para que tirara la bomba atómica. "Si no lo hace, ellos lo harán," dijo. Por su desprecio hacia Alemania y su gratitud hacia los Estado Unidos, los cuales lo ayudaron a desarrollar su trabajo y producir resultados tremendos, él dio ese consejo. Luego llegó a arrepentirse. Eso no tiene importancia.
I: Sí, pero como científico yo pienso que tenemos que evaluar los costos, riesgos, y beneficios de todo lo que hacemos. Soy un químico. Me temo que los químicos tenemos una reputación más bien pobre por contaminar la atmósfera. Pero nuestra intención no fue contaminar la atmósfera...
UG: ¿No cree que la polución va de la mano de su investigación? ¿Dónde traza usted la línea?
I: Eso es difícil, muy difícil de determinar.
UG: Esos problemas ambientales han alcanzado proporciones muy grandes, tan grandes que de hecho están más allá de lo que cualquier individuo o incluso grupos de ecologistas podrían manejar. Mire por la ventana. Observe el humo de las chimeneas, el aire envenenado. Las fábricas están bombeando millones de toneladas de desechos contaminantes. Hay más polución aquí que en los países occidentales. Eliminar todos los químicos contaminantes requiere grandes cantidades de dinero. Esas compañías no van a hacerlo voluntariamente. ¿Piensa que a General Motors le importa? Si tuviera acciones en alguna compañía, y en realidad no tengo, yo querría dividendos, no una boleta por costos de limpieza. Cualquier grupo de administración que impulse la responsabilidad corporativa sería sacado inmediatamente de cualquier oficina. Como accionista yo querría ingresos, punto. No me importarían un comino toda la gente, los animales, y las plantas que hay allí.
Ahora se ha puesto de moda ser ecologista. El príncipe Philip hablando de salvar a las ballenas es un chiste. El tipo no tiene otra cosa que hacer. ¡Y la reina Ana habla de salvar a las focas! ¿Por qué se preocupan por las ballenas y las focas? Si lo que leí es cierto, solo un quince por ciento de todas las especies animales que alguna vez vivieron están hoy en día con vida. Todas las otras especies se extinguieron. Sólo un cinco por ciento de todas las especies de plantas que alguna vez existieron existen hoy. Así que, la extinción de las especies en el orden regular de las cosas en la naturaleza. Quizás el hombre se debería haber extinguido hace mucho tiempo, no lo sé. Es demasiado tarde ahora. Esta especie sola ha incrementado la velocidad de extinción de todas las demás más allá de lo que hubiéramos creído posible. La auto-conciencia en la especie humana, la idea de que todo el mundo fue creado solamente para el hombre, es el verdadero problema. ¡Esos ecologistas inútiles, habría que dispararles a todos! Forman grupos, organizan reuniones, recaban fondos, abren fundaciones, construyen organizaciones que valen millones, con presidentes y vicepresidentes, y todos hacen dinero. Le puede sonar cínico, pero el hecho es que no tienen verdadero poder. La solución no reside en ellos. El problema se les escapa de las manos. Los gobiernos tienen el poder de hacer algo, pero no están interesados.
I: Pero la comunidad científica no carece de influencia...
UG: No, lo siento. Dirá que soy un cínico, pero un cínico es un realista que tiene los pies bien plantados en la tierra. Usted no quiere ver la realidad de la situación.
I: Algunos podrían argumentar que la única esperanza es una humanidad recuperada no por la ciencia sino por el amor.
UG: Yo mantengo que no es el amor, la compasión, el humanismo, o los sentimientos de hermandad los que van a salvar a la humanidad. No, en absoluto. Es el puro terror a la extinción lo que nos puede salvar, si es que algo puede. Cada célula de un organismo vivo coopera con la célula vecina. No necesita de sentimientos ni declaraciones de amor eterno para hacerlo. Cada célula es lo suficientemente sabia como para saber que si su vecina muere, ella también muere. Las células se agrupan no por hermandad, amor, y esa clase de cosas, sino por el impulso urgente de sobrevivir ahora. Es igual con nosotros, solo que en una escala mayor. Pronto todos comprenderemos una cosa muy simple: Si yo trato de destruirlo, también seré destruido. Hoy en día vemos como se firman pactos de control de armamento, el apuro por firmar acuerdos de no atacar primero, y cosas parecidas. Incluso los grandes matones, que han controlado los recursos del mundo, ya no hablan más de ganar una guerra nuclear. Hasta los arrogantes, y metiches Estados Unidos han cambiado de canción. Ya no hablan más - como lo hacían hace veinte años, bajo Dulles y otros guerreros de sangre fría - sobre represalias masivas. Si uno lee hoy la revista Time, no habla de los Estados Unidos como el más poderoso, rico, e invencible de todas las naciones. Se refiere a él como "una de las superpotencias."
I: Pero los Estados Unidos fueron el único país que ha realmente usado 'la bomba' en una guerra. No hay garantías de que...
UG: No confío en los americanos. Si América estuviera perdiendo una gran guerra, nadie sabe lo que haría. No estoy personalmente alarmado o interesado: si los americanos quieren volar el mundo, yo estoy listo para irme con ellos y con el resto del mundo. Pero ese no es el punto. Estoy más o menos convencido de que los rusos no volarán el mundo. Ya han sufrido demasiado: conocen de primera mano los horrores de la guerra. Los invadieron y perdieron veinte millones de ciudadanos, mientras que América perdió unas pocas vidas, ganó un poder inmenso como resultado de la guerra, y sacrificó solo algunos de sus recursos naturales. Hitler acabó con el desempleo en USA de la noche a la mañana.
América hizo llover bombas sobre los pobres vietnamitas con un costo de $101 mil millones. Fue esa guerra lo que sacudió al dólar. Cada vez que un vietnamita en chancletas derribaba con su arcabuz un avión que costaba millones de dólares, no era solo el papel lo que se perdía, sino todos esos recursos materiales de la Tierra.
Aquí en India es la misma historia. ¡Todavía llamamos a esta una nación de la no-violencia! Es un chiste. ¿Qué hacemos, señor?
Ustedes los científicos son los que tienen el control del destino del mundo, no esos gurus, no esas personas religiosas. El destino del mundo está en sus manos y no en las manos del gobierno. Pero los fondos para sus investigaciones tienen que venir del gobierno. Ellos manejan los hilos. Entonces, ¿qué hacemos? La situación es así de horrible. ¿Qué hacemos? Quiero saberlo. Pero aun así jugamos entre nosotros: "¿Quién es superior a quién en el mundo?"
I: Seguramente las buenas acciones son posibles más allá de nuestro deseo de poder.
UG: ¿Cuáles buenas acciones?
I: Lo que sea, el simple acto de plantar un cocotero...
UG: Pero el muchacho que plantó el árbol no se va a comer sus frutos. Alguna generación futura lo disfrutará. Usted piensa que es lo mismo, porque se siente bien con la continuidad que tendrá con ello. No estoy diciendo nada en contra de eso. Abran los caminos, caven los túneles y todo eso para las generaciones futuras... ¡Solo estoy señalando que podría no quedar nadie para disfrutar todas esas cosas buenas!
I: Lo que trato de entender es esto: ¿lo hace él con buenas intenciones o es el poder lo que lo moviliza?
UG: ¿Por qué hace usted lo que hace? Si le hago esa pregunta cuál sería su respuesta.
I: ¿Son mis acciones tal vez motivadas por mi deseo de poder?
UG: Dígamelo usted. Yo no tengo la respuesta.
I: Siempre me engaño a mí mismo.
UG: Exactamente, eso es lo que estoy tratando de señalarle. No tiene nada de malo. Yo estoy de su lado. Haga lo que tenga que hacer, pero no lo ubique convenientemente bajo el rubro de humanitarismo, hermandad, amor, auto-sacrificio, y otras ideas consoladoras como esas. Al mismo tiempo le estoy diciendo que el destino del planeta está en las manos de los científicos de hoy, no en las manos de los místicos y los hombres santos, esos payasos que vienen a hablar de cambiar el mundo, o de crear en cielo en la Tierra. Son esas ideas, llenas de fantasía poética, las que han convertido este lugar en un infierno. Ahora le estoy confiando todo el asunto a los científicos. Así que, dígame. ¿Qué es lo que van a hacer?
I: Me alegra que ponga tanta fe en la comunidad científica.
UG: Tengo más fe en usted y sus colegas que en todos esos payasos que andan por ahí 'salvando' a la humanidad. Tenemos que ser salvados de los auto-proclamados salvadores de la humanidad. No, ellos son los responsables de la terrible situación en la que nos encontramos hoy. No nos damos cuenta de que son ellos los que crearon todo este lío. Ellos tuvieron su día, y han fallado totalmente. Aun así, se niegan a dejar el poder. Eso es todo. Estamos estancados. Estudie la historia de la humanidad: monarquías, revoluciones, democracias, y más revoluciones. Todo nos ha fallado; todo terminó. Ni una ideología sobrevivirá. ¿Qué nos queda? La democracia, el 'noble experimento', terminó. Todo ha terminado. Nos encontramos en una situación en la cual esos asuntos son decididos por su jefe.
Mire el problema del hambre. Un lado dice, "Mi sistema político resolverá el problema del hambre en el mundo," y el otro lado dice, "No, el mío lo hará;" y los dos terminan en el campo de batalla blandiendo sus armas atómicas. Esa es la realidad de la situación. En todas partes, en cada continente, hay confrontación.
El problema básico del mundo es, por supuesto, económico: ¿quién controlará los recursos del mundo? Las nueve naciones ricas del mundo se han acostumbrado tanto a controlar los recursos del mundo. Se sientan en Basel, en Suiza, y dicen, "Este es el precio que debe poner a sus productos. Tómelo o déjelo." Un país como los Estados Unidos puede hablar de libertad, democracia, y justicia, pero les gusta tener gobiernos militares en países como los de Sudamérica. Prefieren hacer negocios con estados militarizados y autoritarios. Un general militar es muy útil para dirigir esos países. Eso es un hecho.
¿Quién o qué puede salvarlo de todo esto? Yo no, puede estar seguro. No soy un salvador de la humanidad. Ni siquiera quiero salvarlo a usted. Puede quedarse en el cielo o en el infierno según sea su caso... El hecho es que ya está en el infierno, y parece disfrutarlo. ¡Buena suerte!
I: De alguna forma siento una responsabilidad hacia los demás seres humanos, no en un sentido filosófico o espiritual, sino en un sentido más fundamental. Uno ve alguien hambriento, y le gustaría hacer algo al respecto.
UG: Como individuo puede hacerlo. Pero al momento en que inicia una institución, y las instituciones tratan de enlistar ayuda de los individuos, entonces toda la cosa se destruye. Tiene que organizar, y no hay otra forma. Eso significa mi plan y su plan. Eso significa guerra. Mire la Madre Teresa. ¿Qué está pasando allí? Como individuo, ella prestó un servicio enorme. Pero ahora solo le interesa el dinero - reuniéndose con los altos puestos del gobierno y recolectando dinero en todas partes. Me alegra que le roben el dinero que les mandan en los sobres. El dinero termina en un banco en Hong Kong, ¿escuchó las noticias?
I: Vea, como científico siento una responsabilidad individual.
UG: ¿Hacia quién?
I: Hacia lo que hago.
UG: Lo que hace es en verdad una expresión de su necesidad urgente de auto-satisfacción. Puede que no esté de acuerdo. ¿Qué está tratando de hacer allí? Dice que sus acciones son muy nobles, orientadas a ayudar al mundo que sufre. Imposible. Usted está interesado solo en su premio Nóbel, y el reconocimiento que eso trae consigo. ¿Cómo va a resolver individualmente estos problemas del mundo? Sólo mediante los gobiernos. No hay otra forma. Y ellos están discutiendo entre sí y armados hasta los dientes. Individualmente no hay nada que usted pueda hacer. ¡Ninguna maldita cosa! Usted ha ido a tantas convenciones de científicos. ¿Qué dicen ellos?
I: Nosotros sentimos que colectivamente podemos hacer algo; de otra forma el futuro del mundo es triste, por supuesto.
UG: Hacer algo colectivamente significa guerra... Es como la Comunidad Económica Europea. Cada uno tiene sus propias ideas de dirigir sus países. Cada país quiere su propio idioma, sus propias leyes, su propio rey o reina, y rechaza cualquier interferencia de los demás países en sus asuntos. Ellos han, no obstante, dejado de lado esas diferencias para resolver problemas mayores. ¿Pero individualmente qué puede uno hacer? ¿Por qué se preocupa por la humanidad?
I: Como diría usted, la urgencia de ayudar es un resultado de mi cultura. Cuando uno ve a alguien triste, las lágrimas le vienen a los ojos. Nosotros afirmamos....
UG: Nosotros traducimos eso como tristeza, y las lágrimas corren como un efecto sentimental. Pero los ductos lagrimales están allí para proteger los ojos de la ceguera, para mantenerlos lubricados y limpios, y no para responder al sufrimiento de otros. Esta puede ser una manera cruda de poner las cosas, pero ese es el hecho.
I: Las lágrimas son también una expresión de la tristeza...
UG: Hemos traducido eso como una expresión de la tristeza. Las emociones activan las glándulas, desafortunadamente... Señor, el destino del mundo está en sus manos. Usted decide. Sólo presione el botón y toda la cuestión se termina. ¡Yo estoy listo para irme en cualquier momento!
I: Vea, nosotros tenemos una dificultad para entender las implicaciones éticas de nuestras acciones. En nuestro ardor y entusiasmo por hacer algo...
UG: Las consideraciones éticas son lo que le impide hacer algo. No tiene la energía para lidiar con este problema porque está tirando la energía que sí tiene en esas consideraciones éticas inútiles. De otra forma encontraría alguna forma de neutralizar toda la cuestión. Tiene que haber alguna forma de hacerlo. Las superpotencias van a volverse humildes pronto, van a ser neutralizadas dentro de poco, por un solo terrorista. Ghaddaffi necesita sólo una bomba atómica para neutralizar el poder de las naciones poderosas. Dicen que ya tienen una granada de mano que puede volar el Golden Gate Bridge. No sé. Ahora tenemos bombas de hidrógeno, bombas de neutrones, bombas químicas - armas horribles a nuestra disposición. Cuántos millones dedicados a eso. ¿Para qué?
I: Incluso peor que las granadas atómicas es la guerra biológica. Es terrible.
UG: Eso es lo peor. Ni siquiera lo necesitan. Tienen pilas de bombas atómicas. Sin embargo, no tienen en qué usarlas. ¡Cuánto dinero invertido en eso! ¿Para qué?
I: Si alguien tira una bomba atómica es algo obvio. Podemos verlo. Pero la guerra biológica es algo que puede llevarse a cabo de una manera furtiva sin que nadie descubra lo que está sucediendo...
Tengo que irme ahora. Pero quisiera hacerle una pregunta más que quizás no esté relacionada con lo que estuvimos discutiendo: ¿cuál es su opinión respecto de la existencia de Dios?
UG: ¡Oh mi Dios! ¿Realmente quiere mi respuesta? Para mí la cuestión de si existe Dios o no es irrelevante e inmaterial. No tenemos uso para Dios. Hemos usado a Dios solo para justificar la matanza de millones y millones de personas. Nosotros explotamos a Dios.
I: Ese es el aspecto negativo del asunto.
UG: Ese es el aspecto positivo de él, no el negativo. En el nombre de Dios hemos matado a más gente que en las dos guerras mundiales juntas. En Japón han muerto miles en el nombre del Buda sagrado. Aquí en la India, cinco mil Jains fueron masacrados en un solo día. ¡Esta no es una nación pacífica! Ustedes no quieren leer su propia historia: está llena de violencia del principio al final.
I: ¿Entonces cómo pueden las personas permanecer como un grupo si no creen en algo?
UG: El miedo a la extinción nos reunirá probablemente, no el 'amor' ni el sentimiento de hermandad. La invención de Dios, junto con todas esas otras creencias, puede haberle servido al instinto de la humanidad para sobrevivir por algún tiempo en el pasado, pero no ahora. Es la extensión del mismo mecanismo de supervivencia que ahora opera mediante el miedo a la extinción. El instinto biológico es muy poderoso, y el miedo a la extinción, no el amor y la compasión, serán quizás el salvador dela humanidad.