La personalidad influye en la recuperación tras un derrame cerebral.

La personalidad de antes de padecer le derrame cerebral tiene una mayor influencia en la recuperación que el daño cerebral en sí mismo, según un estudio dirigido por Lynn M. Grattan, de la Universidad de Maryland School of Medicine.

"En algunos casos, dos personas con los mismos déficit provocados por el ataque pueden tener resultados muy diferentes", comenta Grattan, "una persona puede volver al trabajo y a sus actividades sociales y de ocio, mientras que otra acaba con una discapacidad permanente".

La reacción psicológica ante el ataque puede causar sentimientos de frustración, ansiedad, apatía, rabia o depresión. Ésta última puede dificultar seriamente la voluntad y habilidad para participar en la rehabilitación, así como su capacidad para evitar otro ataque.

El estudio mostró que las personas descritas por sus familiares como cohibidas y pensativas eran más vulnerables a padecer una depresión tras el ataque, mientras que las personas enérgicas, extrovertidas, flexibles y con confianza en sí mismas se implican más en la rehabilitación y logran un mayor nivel de recuperación.

2005