Ruda (Ruta Graveolens)
La hierba mágica de la buena suerte, que activa la energía de la fe y la transmutación.
Esta planta griálica es el poder de la fe, que, como decía San Agustín, “nos permite creer lo que no se ve y su premio consiste en ver y obtener aquello en lo que se ha creído”.
Los antiguos alquimistas iniciados en la ciencia perdida sabían que esta hierba excepcional encierra el secreto de la energía griálica y el poder de la transmutación.
Si nos adentramos en el lenguaje secreto de la Naturaleza y en su geografía oculta, veremos que la ruda suele crecer en los enclaves considerados como mágicos o sagrados, y no por casualidad, ya que revela la relación oculta que los une y el poder que poseen estas tierras, poder que la ruda cataliza y ayuda a potenciar.
Debido a esta relación secreta, la ruda está marcada por el numero nueve, la cifra mágica de los antiguos cultos matriarcales y telúricos celebrados en estos enclaves sagrados, donde aún perduran algunos de sus santuarios megalíticos o las ermitas que los sustituyeron.
El nueve es el número de la energía telúrica sustentadora de la Madre Tierra, que en estos lugares se convierte en recipientes alquímicos –las plantas- que catalizan y activan a la vez la energía griálica; por este motivo fueron premeditadamente escogidos por los Templarios y por los verdaderos alquimistas para sus asentamientos.
Estos míticos buscadores de los conocimientos secretos emplearon las virtudes alquímicas, especialmente en la activación de su transmutación personal.
La ruda transmuta las energías negativas en positivas
La ruda es el triunfo de la voluntad; la voluntad de hacer renacer la fe perdida que nos permite controlar nuestra mente y nuestros pensamientos, ayudándonos a transmutar las energías negativas en positivas, pues LA RUDA es la energía de la fe; esta planta es la base de la alquimia mental.
La falta de fe es el motivo de que muchas personas no logren resultados positivos al practicar el control mental, porque la fe es el acto de creer, y el creer es la energía que CREA y da forma a los pensamientos, cristalizando los deseos.
Jesús nos enseñó que la fe mueve montañas, pero es evidente que no asimilamos demasiado bien esta enseñanza, porque continuamos siendo hombre que nos servimos muy poco de la fe. Aunque curiosamente sólo parece faltarnos para lo bueno, porque en los aspectos negativos nos permitimos y castigamos frecuentemente con toda clase de afirmaciones y pensamientos desafortunados, como, por ejemplo, “lo que quiero es imposible, jamás lo lograré, seguro que no lo consigo, todo me sale mal, difícil lo tengo, etc.”
Lo irónico es que, después de emitir y crear tan generosamente energía negativa, aún nos preguntamos por qué tenemos mala suerte.
La ruda resulta especialmente aconsejable a quienes practican el insano hábito del pesimismo, pues esta planta, al reforzar la fe y la voluntad, nos demuestra que el mejor talismán para atraer la salud y la suerte es una mente positiva. Cuando las cosas no marchan bien, la ruda logra transmutar las energías negativas en positivas, ya se trate de las energías de nuestras casas, de las personas cercanas, de nuestra propia mente, o de enemigos ocultos.
“A quien toma y quema ruda, Dios le ayuda”
Como poder de la voluntad, la ayuda que nos brinda la RUDA es igualmente inapreciable en todos los casos en los que se pierde el control de la mente, como las drogadicciones, a adicción alcohólica, las depresiones, etc. La mayoría de las plantas empleadas por los antiguos iniciados en este tipo de alquimia poseen la extraña virtud de evitar que el vino cause embriaguez, gracias a su extraordinario poder para reformar la voluntad. Por este motivo es la hierba empleada por las brujas para liberar la voluntad de las personas que han sido víctimas de cualquier tipo de magia, influencias maléficas o posesiones demoníacas.
La ruda también es la planta del perdón, pues nos ayuda a perdonar y a perdonarnos, a olvidar rencores, odios, envidias y demás sentimientos negativos que envenenan nuestra mente y nuestro cuerpo, impidiéndonos vibrar positivamente y sintonizar con las energías benéficas.
En definitiva, como dice sabiamente nuestro refranero “A quién toma y quema ruda, Dios le ayuda”.
MODO DE EMPLEO:
Para salir de una mala racha y atraer la buena suerte
Para alejar de nuestro entorno y de nosotros mismos las energías negativas que nos impiden atraer todo lo positivo, basta quemar en un carboncillo de incienso un poco de planta seca, en el lugar deseado o por toda a casa, durante nueve días consecutivos, repitiendo la “afirmación de poder” de la ruda.
Este sahumerio es además un excelente desinfectante muy recomendable en casos de enfermedades infecciosas o epidémicas.
Tisana de ruda para activar el poder mental, la fe y la voluntad.
Preparar una infusión con media cucharadita de ruda, fresca o seca.
Se debe poner muchísimo cuidado en no exceder esta dosis ni tomar más de dos tazas por día. Las mujeres que estén embarazadas, o sospechen que puedan estarlo, deben abstenerse de tomarla, ya que las consecuencias podrían ser sumamente graves.
Esta tisana, además de su poder sobre la mente, es un gran y reputado contraveneno.
Tomar esta tisana con cierta regularidad mejora los problemas nerviosos, y es también de gran ayuda en las adicciones a las drogas y el alcohol. Sin olvidar su virtud de reforzar la visión.
El poder de la ruda es tan extraordinario, que se suele añadir una pequeñísima cantidad de esta hierba a cualquier preparado medicinal o mágico para incrementar su poder.
Para la transmutación mental
Usted es lo que piensa; por tanto, comience ya a pensar en términos positivos. Con la ayuda de la ruda podrá transmutar sus pensamientos negativos en positivos y lograr una mente con poder mágico.
Cada vez que se sienta pesimista o depresivo, frótese la frente y la palma de las manos con aceite de ruda, repitiendo la afirmación que le corresponde. Si su pesimismo es crónico debe tomar, además, tisanas de ruda y quemarla regularmente.
Preparación del aceite de ruda
Macerar al sol durante nueve días un puñado de ruda por medio litro de aceite. A los nueve días se cuela y ya está listo para usar.
La experiencia alquímica recomienda comenzar la maceración con la luna en cuarto creciente.
Medicinalmente, este aceite alivia el dolor de las articulaciones, la ciática y el reuma.
Afirmación de poder de la ruda
Repetir esta afirmación en voz alta cada vez que utilicemos la planta:
“Transmutación, transmutación, transmutación”
Energía positiva, energía positiva, energía positiva.
Yo soy el poder de la transmutación, la fe y la energía positiva y transmuto……. en…….AMÉN”.
En los espacios dejados en blanco deben decretar clara y concretamente lo que deseen transmutar.
Del Libro: El poder secreto de las plantas.
De Carmen Pérez de la Hiz.
Familia Rutáceas.
Otros nombres: ruda fétida, arruda, besasa.
Planta vivaz, espontánea, que se encuentra en toda Europa y que es común entre nosotros, en los lugares secos y arenosos, desde el mar hasta la zona montañosa; florece de mayo a agosto, con flores reunidas en pequeños mazos de color amarillento. Exhala un olor fuerte y desagradable.
Tiene acción antihelmítica, antiespasmódica, emenagoga y abortiva.
En dosis elevadas, la ruda es muy tóxica, por lo cual genera graves síntomas de envenenamiento, casi siempre mortal.
Se recolectan preferentemente las hojas poco antes de la floración y se ponen a secar a la sombra. Contiene un aceite esencial, rutina y otras sustancias diversas de acción rubefaciente, emenagoga, etc. La ruda está absolutamente contraindicada en las gestantes.
Infusión: antiespasmódico, emenagogo y vermífugo.
Poner en infusión una cucharada de hojas en una taza de agua fría, durante todo un día. Filtrar y añadir dos cucharaditas de miel.
Dosis: Toda la cantidad de una vez. Duración del tratamiento: no tiene límite.
Infusión 2: vermífugo, de uso externo.
Poner en maceración 100g de hojas en 300g de aceite de oliva. Untar el vientre de los niños por lo menos dos veces al día.
Para reforzar y aclarar la vista pueden comerse algunas hojas, o bien preparar un cocimiento con 100g en 5 decilitros de agua, con el cual se lavarán los ojos.
Dioscórides (siglo I d. C.) ya conocía las numerosas propiedades medicinales de esta planta. Durante la Edad Media se cultivaba sobre todo en los claustros de los conventos, por su fama de antiafrodisíaca. Actualmente se sigue empleando, sobre todo en diversos trastornos femeninos.
Propiedades e indicaciones:
• Afecciones ginecológicas: La ruda contiene una esencia rica en metilnonilcetona, de fuerte actividad oxitócica (contrae el útero) y emenagoga (facilita la menstruación). Por eso se aplica en casos de amenorrea (falta de regla), una vez comprobado que no la ha provocado un embarazo; así como en caso de reglas débiles, irregulares o dolorosas (dismenorrea). En estos casos se toma a modo de infusión con 2-5 g de planta por litro de agua, de la que se ingieren un par de tazas cada día. Para los trastornos menstruales, se toma únicamente la semana que precede a la de la regla.
• Antiespasmódicas y antisépticas: La esencia de ruda destaca por estas propiedades, por lo que se administra para calmar los dolores cólicos abdominales. Se recomienda ingerir 2-3 gotas de esencia diariamente.
• Antihemorrágica: La ruda contiene también rutina o rutósido (vitamina P) que aumenta la resistencia de los capilares sanguíneos y puede detener algunas hemorragias internas. Para estos casos se recomienda tanto la infusión como la esencia. Sin embargo, debe diagnosticarse la causa de la hemorragia, antes de administrarla.
• Antirreumática: Externamente es revulsiva y se usa en compresas para calmar los dolores reumáticos. Las compresas se empapan en una infusión concentrada (10-20g por litro de agua), que se aplican sobre la piel de la zona afectada.
• Afecciones dermatológicas: Por su acción revulsiva resulta útil en ciertas enfermedades de la piel: sarna, psoriasis, eccemas. Se aplica para estos casos también en compresas.
PRECAUCIONES:
En dosis altas es abortiva y tóxica, por lo que está contraindicada durante el embarazo.
El roce de la planta con la piel puede provocar reacciones alérgicas.
SINONIMIA HÍSPANICA:
ruda común, ruda de Castilla, ruda hortense, arruda.
HÁBITAT:
Originaria de los países mediterráneos y del Asia Menor, donde prefiere los terrenos secos y pedregosos. Se ha cultivado en otras regiones templadas de Europa, y también en América.
DESCRIPCIÓN:
Planta herbácea vivaz, de la familia de las Rutáceas, que alcanza una altura de 0,6-1 m. Sus flores son amarillo verdosas y se agrupan en umbelas.
Desprende un olor fuerte muy peculiar.
PARTES UTILIZADAS:
Las sumidades floridas.