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espiritismo: ELECCION DE PRUEBAS
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De: magicman497  (Mensaje original) Enviado: 09/01/2008 15:52

ELECCIÓN DE LAS PRUEBAS

258 – En estado errante y antes de reencarnarse, ¿tiene el

Espíritu conciencia y previsión de lo que le sucederá durante la vida?

– El mismo elige el género de pruebas que quiere soportar y en

esto consiste su libre albedrío.

– ¿No es, pues, Dios quien le impone como castigo las

tribulaciones de la vida?

– Nada sucede sin el permiso de Dios, pues, es él quien establece

todas las leyes que rigen el Universo. Preguntad, entonces ¿por qué

ha hecho tal ley y no tal otra? Dando al Espíritu la libertad de elegir,

le deja toda la responsabilidad de sus actos y consecuencias, de

manera que nada entraba su futuro; tanto el camino del mal como el

del bien permanecen abiertos para él. Si sucumbe le queda el consuelo

de que no todo acabó para él; Dios, en su bondad, le brinda la

oportunidad de volver a empezar lo que ha hecho mal. Además, es

necesario, distinguir lo que es obra de la voluntad de Dios y lo que

procede de la del hombre. Si os amenaza un peligro, no sois vosotros

sino Dios, quien lo ha creado, pero es por vuestra propia voluntad

que os exponéis a él porque lo consideráis un medio de progreso y

Dios lo ha permitido.

259

– Si el Espíritu elige el número de pruebas que ha de

soportar, ¿se sigue de ello que todas las tribulaciones que

experimentamos en la vida fueron previstas y escogidas por nosotros?

– Todas no es la palabra, pues no se puede decir que escogisteis

y previsteis todo lo que os pasa en el mundo, hasta las cosas más

ínfimas; escogisteis el género de pruebas, los detalles son

consecuencia de la posición y con frecuencia de vuestros propios actos.

Si el Espíritu quiso nacer entre malhechores, por ejemplo, sabía a

qué peligros se exponía, pero no cada uno de los actos que practicaría,

pues estos son resultado de su voluntad y de su libre arbitrio. El

Espíritu sabe que escogiendo tal camino habrá de soportar tal género

de lucha; sabe también la naturaleza de las vicisitudes que enfrentará,

pero no sabe cuáles acontecimientos le aguardan. Los detalles de los

acontecimientos nacen de las circunstancias y de la fuerza de las

cosas. Sólo están previstos los grandes acontecimientos que influyen

en su destino. Si tomas un camino lleno de atolladeros, sabes que

debes tomar grandes precauciones para no caer y no sabes en cuál

de ellos caerás; también puede ser que no caigas si eres prudente. Si

pasando por la calle te cae una teja en la cabeza, no creas que estaba

escrito como vulgarmente se dice.

260

– ¿Cómo puede el Espíritu querer nacer entre gentes de

mal vivir?

– Es necesario que sea enviado a un medio donde pueda

soportar la prueba que pidió. ¡Pues bien! Es preciso que haya analogía

en las situaciones. Para luchar contra el instinto del robo es necesario

que se encuentre entre personas de esa calaña.

– Si no hubiese personas de mal vivir en la Tierra, ¿el Espíritu

no podría encontrar el medio adecuado a ciertas pruebas?

– ¿Y os quejaríais de ello? Eso es lo que sucede en los mundos

superiores donde no tiene acceso el mal, puesto que son habitados

por Espíritus buenos. Procurad que pase pronto lo mismo en la Tierra.

261

– En las pruebas que ha de sufrir para llegar a la perfección,

¿debe el Espíritu experimentar todos los géneros de tentaciones? ¿Debe

pasar por todas las circunstancias que pueden excitar su orgullo,

envidia, avaricia, sensualidad, etc.?

– Ciertamente que no, pues sabéis que hay Espíritus que desde

el comienzo, toman un camino que los libra de muchas pruebas; pero

el que se deja arrastrar hacia el mal camino, corre todos los peligros

de éste. Un Espíritu, por ejemplo, puede pedir riquezas que le son

concedidas, y siguiendo entonces su carácter, puede ser avaro o

pródigo, egoísta o generoso, o bien entregarse a todos los placeres

de la sensualidad. Pero esto no quiere decir que forzosamente deba

pasar por todas estas inclinaciones



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