Por medio de la visualización creativa podemos entrar en profundos estados meditativos. Visualizar es crear una imagen a nivel interno. Esto es posible gracias a que tenemos dos hemisferios cerebrales, uno analítico y lógico (hemisferio izquierdo) y otro creativo (hemisferio derecho).
Cuando logramos entrar en un estado de reposo, de relax, tenemos la posibilidad de activar el hemisferio derecho creativo y estamos dando el espacio para la visualización, dejando a nuestra mente la libertad de crear situaciones, imágenes positivas para nuestro beneficio.
Podemos lograr este estado reparador por medio de la respiración. Si respiramos de manera lenta y profunda disminuiremos el ritmo respiratorio y por lo tanto el ritmo cardíaco y el cerebral también disminuirán. La idea es respirar suave y aflojar el cuerpo, un verdadero descanso. Mientras esto sucede, internamente se activa el hemisferio derecho (creativo) y comenzamos a emitir ondas cerebrales más lentas. De esta manera nos sentiremos más armonizados mentalmente. Mientras tanto, la hipófisis (glándula de secreción interna) se activa y comienza a segregar hormonas para sentir el equilibrio interno. Se segregan endorfinas, sinónimo de felicidad. Gracias al poder de la visualización entramos en profundos estados meditativos, mientras todo el cuerpo recibe un enorme y reparador beneficio. Con la ayuda de la visualización podemos lograr la verdadera meditación, ese espacio de profunda conexión con DIOS y estamos con ello rejuveneciendo. EL AMOR ES EL CAMINO C. JANUS |