Por aquel que es cazado, esta perdido, abandonado o con miedo, o hambriento.
Que seamos los verdaderos amigos de los animales, y que merezcamos compartir la bendición del misericordioso.
Y por aquellos que tienen que lidiar con ellos, pedimos compasión en sus corazones, manos suaves y palabras de consuelo.
Por todos los que están con dolor o muriendo, por aquellos que serán puestos a dormir.