Que corta es la vida, apenas hemos nacido y en un abrir y cerrar de ojos ya estamos llegando a la edad de la senilidad. justo ayer era un mozalbete y ahora las canas me brotan aunque todo es relativo, pues para los océanos, las montañas y el hielo de los glaciares nuestro ciclo de vida es efímero, para nosotros, en un lapso de 60 años creemos haber vivido una eternidad.
El niño desde que nace hasta llegar a los 20 años siente inmensamente largo ese corto ciclo de vida y desde esa edad hasta los 30, se denomina la década que sirve para ir adquiriendo cierta madurez, aunque comenzando la edad de 31 años hasta los 40 creemos haber llegado a la época gloriosa de nuestra existencia, más al entrar a los 41 es cuando sentimos que después de allí iremos en declive, que dejaron de llamarnos "joven" para cambiarnos por "señor" como título ganado a fuerza de los años vividos, pero al llegar y luego rebasar los 50, es cuando recibimos el apelativo de "viejo", y que pena para los que pasan de los 60´s, pues para los de 20s y 30´s, a estas personas que ya han recorrido un largo trecho en la vida les llaman ancianos, más se olvidan de dos cosas fundamentales a saber, que ellos si el Universo les presta vida también llegarán a esa edad y si no tienen la dicha de abordar ese período de tiempo llamado senil, no alcanzarán a conocer muchas facetas de la vida, mismas que le dan cierta categoría a quienes las hayan vivido.
Cuando se llega a la edad otoñal el ser humano se va tornando decrépito por naturaleza pero es un premio Divino el haberle dejado llegar a la edad en que debe empezar a prepararse para el viaje sin retorno y este mismo se debe tener en cuenta con alegría pues se está llegando a las páginas finales de una existencia que en determinados momentos tuvo sus bajas y sus alzas, ha vivido y ha amado, sufrido y gozado, reído y llorado, en fin, ha conocido el mundo que le rodeó y cuando el final se acerca debe estar listo a traspasar el umbral de lo ignoto con suma dignidad, la ancianidad tiene sus atributos, tiene su belleza,, tiene su blancura de todo lo que ha acumulado a través de los años, el anciano como tal, sabe que cada vez se está acercando al viaje sin regreso y ello le hace sentir un deseo ineludible de partir lo más pronto posible. !Cuán hermosa es la vejez!
La juventud está expuesta a miles de necesidades e incertidumbres que el viejo ya no las precisa, el joven se siente orgulloso de su tiempo, al viejo le importa un carajo lo que pase o no tenga que pasar, el viejo solo espera que llegue su turno de partir.
En ciertos países asiáticos, el hombre, entre mucho mayor, más respetado es, pues la edad le ha dado a conocer cuan cautivos estamos de la vida terrestre y así acumula fuerzas para traspasar el umbral de lo ignoto.
El ocaso de la vida es el fin de un viaje penoso y a menudo de una prueba dura, es el momento de la reflexión en la que el pensamiento tranquilo y sereno se eleva hacia lo infinito.
La vejez es parte vital de una existencia plena sobre nuestro planeta y es el preludio a un nuevo despertar. Saludo a todos y cada uno.
Me da placer saludarte. Gracias por dejarnos tan precioso mensaje. Me gusta esta parte de tu otro precioso aporte "A Mis Años"..."Me siento como aquel niño que le regalaron una caja de chocolates, los primeros los comió con voracidad pero cuando se dió cuenta que le quedaban pocos, comenzó a consumirlos lentamente, muy lentamente…y a disfrutarlos más." Muy buena comparación. Ya cuando estamos de mayor edad nos damos cuenta que no tenemos mucho tiempo.
Cuando chica se me hacía tanto tiempo de una navidad a otra. Nos daban unas bolcitas de dulces las maestras y como éramos pobres nos gustaba ese regalito. Cuando ya llegas a una edad de madurez te das cuenta que aunque el pase del tiempo es el mismo, parece que se va pasando más rápido. El ejemplo es este año, parece que apenas estábamos celebrando el fin del año y ya estamos con poquitos días para esa celebración de nuevo.
Gracias de nuevo por dejarnos tan precioso mensaje...lo dices todo.
Horte, cuando posteé el video como que no tuvo aceptación pero veo los comentarios ahora y me doy cuenta que ahora lo vieron, hace 3 años y meses que me dio por escribir esas reflecciones cuando empecé a comprender que la vida es efímera, que todo lo que hicimos o dejamos de hacer es una historia más de cada uno de nosotros los humanos porque todos llevamos una novela viviente en nuestras vidas a veces muy dramatizadas pero que en resumen le hemos dado más importancia de la debida a todo lo que nos ha acontecido y que comenzamos sin poder caminar y así nos podría tocar a los que llegaremos a una edad senil de la cual estamos cada vez más cerca, por ende, los chocolates debemos irlos comiendo de a poco porque nos quedan escasos dos o tres.
Entonces Carmen, te agradezco y disculpa que para menso no se estudia, es un mal de nacimiento jejeje..
En un rato de reflexión escribí para mi lo que alguien me sugirió el porqué no lo difundía y llegando a la conclusión me dije, pues si, estas son palabras de un viejo cuando se llega a la edad en que no le importa el que dirán o pensarán y he ahí...
La edad no es absoluta, la vida es efímera, en el transcurso de mi vivir he dejado atrás personas que vi reir, llorar, cantar, comer, correr, caminar, bailar, tristes, contentas, molestas, agradables, competitivas, desidiosas, he visto tanta gente que ahora no está, se fue, se la llevó el tiempo o las circunstancias y en ese andar algún día, alguien como yo ahora recuerdo a esa gente, quizá alguna vez me recuerden simplemente porque el ser humano como los ordenadores, tienen una tarjeta de memoria donde se guardan los archivos, asi mismo alguien un día dirá algo de mi de igual manera como lo diran de ti, de él, de ella de nosotros, de vosotros y de ellos tal cual sean los pronombres personales que antecedan al verbo.
Tampoco yo he hecho nada extraordinario pero por bien o por mal, siempre habrá quien nos recuerde aunque no hayamos dejado algún legado, esa es la ley de la memoria.