Ocupando un 27% de la masa e islas continentales que integran el nuevo mundo que debió tal vez llamarse Colombia, pero que en honor a Américo Vespucio -propagador que fué de lo descubierto- se le bautizó como América, localizamos a Hispanoamérica: conjunto de 19 países en los que el idioma oficial es el español, cuestión de 300 millones de seres que nos comunicamos utilizando el maravilloso idioma de Cervantes. El español, lengua que es hablada por unos 370 millones en el orbe, ocupando así el tercer lugar en importancia, en un mundo donde existen 197 idiomas.
En Iberoamerica, constituimos un gran mosaico de naciones que conservando su identidad, su particular cultura e historia, tienen en gran aprecio los lazos que por ser comúnes unen, hermanan y permiten una ágil comunicación.
Cierto que el lenguaje de la cooperación, de la comprensión, del respeto mutuo, -de la paz- es el que confiamos que finalmente prevalecerá en el elenco de los 197 idiomas. Es verdad que la multiplicidad del habla no es barrera infranqueable. Pero también es una realidad que la unidad lingüistica es una buena base para hacer descansar la expectativa de un ambiente duradero de fraternidad, cuando se habla entre sí, se entiende sin necesidad de traducir o interpretar. Y he aquí que en este globo IberoAmerica es la mayor agrupación geográfica de países que tienen un idioma y costumbres parecidas, traido por la madre patria España y esparcido por todo nuestro continente a través de siglos, mezclandose con toda nuestra hermosa multiparidad de costumbres; Es tan hermoso hoy dia gracias a las nuevas tecnicas de comunicación conversar, discutir, hacer amistades, palpar que somos en el fondo un mismo pueblo; Solo el idioma Ingles y el Español puede en su propio lenguaje conversar con ciudadanos de 22 paises; es lo que hace grande en nuestro caso a IberoAmerica, que se nutre de sus hombres y mujeres ilustres en todo los ramos de la actividad humana( Poetas, Escritores,Creadores, Cientificos etc..). A continuacion una carta dedicada a los emigrantes de nuestros pueblos hacia EEUU, el tercer pais del mundo después de México y España en hablar el idioma de Cervantes ( gracias a todos los Emigrantes y descendencia).
Para ti: Acosta, Aguilar o Avila; Barrera, Benavides o Bernal; Calderón, Contreras o Cerda: Dávila, Díaz o Domínguez; Enriquez, Escobedo o Espinoza; Farías, Figueroa o Fuentes; García, González o Guzmán; Hernández, Herrera u Hoyos; Ibarra, Iglesias o Iturralde; Jiménez, Julián o Juárez; Landa, Lemus o López; Martínez, Medina o Molina; Navarro, Nieto o Núñez; Olivares, Ortega u Ortíz; Pérez, Pacheco o Prieto; Quezada, Quintana o Quiróz; Ramírez, Reyes o Rodriguez; Salazar, Sánchez o Soto; Torres, Treviño o Trejo; Uribe, Urbina o Ulloa; Vargas, Vázquez o Villareal; Ybarra, Yerbes o Yañez; Zapata, Zamora o Zúñiga.
La gente de orígen hispano que vive, nace, trabaja y muere en los Estados Unidos de América, pertenece a esta clase recia de hombre, como también pertenece a este tipo de temple y coraje humanos, la América alemana, irlandesa, británica, italiana y tantas otras comunidades que se han constituído en el gran crisol para formar la nueva nación, la nueva cultura. Forjadores que han sido todos de ella.
* Emigración.
Complejo fenómeno social que han protagonizado desde 1820 millones y millones de inmigrantes en lo que hoy es el rico país del norte y del que ellos, sus hijos, los hijos de sus hijos y la generación presente son su savia, su esencia, su vitalidad. "El pizcador de pelo negro que habla español, el granjero rubio cuyo abuelo vino de Noruega, el agricultor italiano, el hombre de color de Harlem y el mercader que toma parte en el año nuevo chino, todos ellos son americanos", reza un folleto del Servicio de Información de los Estados Unidos.
El inmigrante, sus hijos, los hijos de sus hijos, la generación presente de estirpe migratoria merecen un reconocimiento, un homenaje que nunca se les ha otorgado ni en donde son ni en donde eran. Y no por ser del ayer debe convertirse en olvido.
De manera que con esta carta, rindo homenaje modesto pero sincero para todos, muy especialmente, para los que tienen sus orígenes en Hispanoamérica.
Reciban pues el saludo fraterno de:
Las naciones bolivarianas, de las del gran colombianismo, de los países del Plata y del Pacífico, de las naciones sanmartinianas, de los países todos de Hispanoamérica.
Para cada uno de los millones de hispano hablantes que dan a los Estados Unidos el sabor hispano. Saludo a los de New Jersey, Pensilvania y Virginia; a los de Illinois, Colorado y Arizona; A los de Oklahoma, South Carolina y New México; a los de Connecticut, Florida y Nueva York; a los de Washington, Massachusets, Michigan y Ohio. Y, naturalmente, a los de California.
Que esta salutación llegue a la América del Norte hispana de New York, Los Angeles, Chicago, San Antonio, Houston, El Paso, Miami, San José, San Francisco, San Diego, Phoenix, Corpus Chisti, Santa Ana, Denver, Tucson y una lista larga de más poblaciones.
Fraternalmente a los hispanos de origen Mexicano (un 60% de toda la comunidad), a los de República Dominicana, Puerto Rico, Cuba, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Perú, Paraguay, Uruguay, Argentina, Venezuela, Nicaragua. Y por supuesto, para aquéllos cuyos orígenes inmediatos están en nuestra España.
Honor a la América del Norte hispana de Maria Bueno, Roberto Clemente y Pancho González. La de Amos Alonzo, Beto Avila y Sid Monje. De Lee Treviño. Del Toro Valenzuela.
Salvas y fuegos de artificio a la América del Norte hispana de José Ferrer y Erick Estrada. De José Feliciano, Viki Carr y Gloria Estefan. De Desí Arnaz y Linda Christian. De Katty Jurado y Ricardo Montalbán. De Gilbert Roland, Ramón Novarro, Rodolfo Acosta. De Antony Quinn, de Lupe Velez. De Oscar de la Renta.
La América del Norte hispana del lechón, las tortas, los tacos, los burritos, los tamales, los panuchos y de la salsa, la picante y la musical.
La Américahispana de lideres prominentes: Cesar Chavez, Reyes López Tijerina, Rodolfo González y José Angel Gutierrez. La de docenas de funcionarios federales, estatales y representantes.
Una América del Norte hispana con 646 condados y poblaciones con nombres hispanos, por ejemplo: Moctezuma, Panamá, Salamanca, Perú, Toluca, Margarita, Dolores, López, Bogotá, Bolivar, Monterrey, Zapata, Cortéz, Manito, Zavala, Pampa, Sonora, Talco, Valparaíso, Chula, Toledo, Cuba, Guadalupe, Hidalgo, Casco, Madrid, México, La Plata, Colón, Granada, Saltillo, Lima, Cavez, Hidalgo, Cayucos, Española, Guadalupita, Manuelito y 608 más.
La América del Norte hispana de estados con nombres españoles: Arizona, California, Colorado, Florida, Montana, Nevada. Y, claro, New México, sin mencionar la cantidad de hermosas ciudades con nuestros nombres, pues son miles.
Todo eso hace hispano hoy dia a los Estados Unidos, confirmando su universalidad, signo característico de su gran personalidad. .
De la Hispanoamérica del Sol brillante y la selva lujuriosa. La de las lluvias torrenciales y la humedad. La del Paraná, del Orinoco, del nacimiento del Amazonas. Desde las tierras del tucán y el papagayo; de la llama y la vicuña; del faisán y del venado; del águila y el nopal; de la anaconda, cóndor, león marino, de la tortuga de las Galápagos. De las tierras de la flor de la ceiba, de la orquídea, la dalia y el azahar.
Desde el Aconcagua y Ojos del salado. Bonete y Chimborazo. Popocatépetl. De la catarata del Angel, de los lagos Maracaibo, Titicaca, Chapala y Nicaragua. Desde el desierto de Atacama, desde donde el continente está partido en dos, desde la latitud cero.
La Hispanoamérica del peso, bolivar y sucre, sol, nuevo peso y quetzal, colón, córdova y lempira, del balboa, el austral y el guaraní. De las regiones del petróleo, antimonio, plata, cobre, hierro, zinc. Del azúcar, té, mate, maíz, café. Algodón, plátano, frijol, del henequén, el camarón, la anchoveta. De las maderas.
Desde la Hispanoamérica del tequila, mezcal y pulque. Del ron de caña y del pisco, de la guarapita, el cocuí y la caña quemada, de los vinos. Desde las tierras del son jarocho, la jarana y el jarabe tapatio, del vals sureño, malambo, tango. Maracas y huiro. Guitarra. Arpa. Marimba.
Te saludamos desde la Hispanoamérica de las grandes ciudades: Buenos Aires, Santiago, México, Caracas, San Juan, La Habana, Asunción, Lima, San José, La Paz, Bogotá, Quito, San Salvador, Guatemala, Tegucijalpa, Managua, Panamá, Montevideo, Santo Domingo.
Te saludamos desde las provincias incas, mayas y aztecas. Desde la Gran Tenochtitlán. Del Machu Pichu, de Chichén Itzá y Tikal. De la raza de bronce. De la prole mestiza. De la suave patria.
La Hispanoamérica de Simón Bolivar. De Benito Juárez. De José Martí, Francisco Miranda y Antonio José de Sucre. De José de San Martín, Francisco Morazán y Juan Pablo Duarte. De Rafael Nuñez, Eugenio de Santa Cruz y Espejo. De Bernardo O'higgins, Manuel Belgrano, Domingo Faustino Sarmiento. De José Gervacio Artigas.
Debemos recordarte, paisano, aquí, en la cuna de Miguel Angel Asturias, Pablo Neruda, Amado Nervo, Manuel Acuña. De Alicia Alonso y Sonia Amelio, Claudio Arrau, Astor Piazzola, Gabriela Mistral y Sor Juana Inés de la Cruz. De Rosario Castellanos, de Mario Benedetti, de Alejo Carpentier. De Octavio Páz, Rómulo Gallegos, Gabriel García Márquez. De José Luis Borges, Carlos Pellicer, Julio Cortázar. De Carlos Fuentes, Mario Vargas LLosa, Andres Bello y Germán Arciniegas. Desde el hogar de Mérida y Botero. De Orozco, Caballero, Rivera, Siqueiros, Tamayo. De Cuevas.
No está nunca lejos de ti, emigrante amigo, el canto de Gardel, de Pedro Vargas, de Lara, Del Jibarito, de Atahualpa, de Chabuca. De Manzanero. Y siempre entonas a Olga Guillot, a Alberto Cortéz, a Marco Antonio Muñíz. Cómo olvidar a los Rufino, a los Silva, y por un tiempo, a los Churumbeles de España. Tu corazón siempre vibra con Pedro Infante, con Lola Beltrán.
Te debemos recordar siempre a ti, amigo emigrante, desde las tierras de la Cumparcita, Uno, Adios Pampa Mía, Mujer, Veracrúz, Farolito, Solamente una Vez, Preciosa, En mi Bello San Juán, Cuando Salí de Cuba, Los Ejes de Mi carreta, Somos Novios, Adoro, Esta tarde ví Llover, Alma LLanera, Besame Mucho, La Flor de la Canela y Hay Jalisco no te Rajes.
Acepta el saludo que va hacia ustedes desde las tierras de: Cantinflas, Tin Tán, Resortes y Clavillazo, desde los escenarios de Verdaguer, Paco Miller, Lucho Navarro, de Luis Sandrini, de Hugo del Carril, la belleza de Maritza Zalayero, Pilín León, Irene Saez, los micrófonos de Gilberto Correa y Salvador Bendayán. De Jacobo Zabludovsky, de Raúl Velazco. La Hispanoamérica de Libertad Lamarque, de Daniel Riolobos, de Tania Libertad, Manoella Torres, Celia Cruz.
Te abrazamos desde estos lares, los de Juantorena, Zavala, Cabrera, Bautista, Colón, Zorrilla, Muñóz, Capilla. Las arenas de Calesero, del Faraón de Texcoco, del Ciclón Arruza. Los cuadrilateros del Ratón Macias, de Kid Azteca, del Puas Olivares, y del Santo, y de Blue Demon y el Cavernario Galindo. De los rumbos de Mafalda y de Pancho Pistolas.
Para ti compadre, con afecto desde donde son el charro, el gaucho, el charrúa, el huaso y el llanero. Las tierras del bracero de bronce. Montura, boleadoras, sombrero, sarape, poncho, jorongo. Cadena y cruz en el cuello. Espuelas, carreta y calandria. Chasquido de cascos sobre el empedrado.
Para ti hermano desde donde las brisas y los suestes. De las noches tibias, del petate y el quinqué. De hamaca y pabellón. Los grillos, la cigarra, los mosquitos. El tímido cucú del tecolote.
Para ti comadre, desde donde veneramos a San Toribio de Mogrovejo y a Santa Rosa de Lima, al Cristo Negro de Esquipulas, a la Inmaculada Concepción, a nuestras señoras: de la Caridad del Cobre, de Altagracia, de Chiquinquirá, de Copacabana, de Coromoto, de la Antigua, de la Divina Providencia, de la Merced, de la Paz, de Guadalupe, de Luján, de Suyapa, del Carmen, del Rosario. Y la Virgen de los Treinta y Seis.
Para ti madre, nunca olvidada en ranchos, fincas, quintas, haciendas y casa grandes. La ciudad y el pueblo. Mi ciudad, mi pueblo. Tu ciudad, tu pueblo. Cura, altar, misa. Atrio, campanario, palomas. Cirios, mantilla, miercoles de ceniza. Domingo, gastada y feria, plaza, quiosco, banda, novia,
Para ti amor, desde aquel balcón, desde aquella reja, aquella serenata. Callejuela, faról y sereno. Portales, arcos y columnas. Arboledas y trinos.
Para ti hermana, hermano, desde las comarcas del tisú, del tafetán y del encaje. Olán, arandela, listón. Trenza y flor. Chongo y peineta. Enagua y rebozo. Huipil, tacón, salomónica. Escote, abanico, ojos negros.
Para ti che, de donde está el chocolate batido, la nata, el pan. Para ti vos, desde donde se hace el pan de nata, el sorbete y el merengue. Chía, pozole, aguas frescas. Mango, sandía, ciruela, guayaba, tamarindo. Zapote, mamey, guanábana.
Desde Hispanoamérica, la tierra de papá y de mamá. De los abuelos. La costura de mamá, las chancletas de papá, la mecedora del táta. Los vecinos, el viento de la lluvia. Los niños de la cuadra, el pregonero. Las canicas, sirenita de la mar, doña blanca. El olor a eso. El sabor a eso. A todo eso. El aroma del recuerdo.
Este homenaje es para ti mi cuate, manito, pochito, caballero, paisa, mi hermano, raza, mi sangre, desde Hispanoamérica, parte prominente de nuestra américa nuestra suave, dulce américa. De la patria grande que es el continente americano.
Soy del Tahuantisuyo, soy de la Patagonia, nieve del Aconcagua, silbo de la zampoña, América latina baila la samba con pañuelito rojo de la Guayana, y me voy y volví; un guasito chileno baila un joropo con un llanero del Orinoco, y una mulata fina de Pernambuco cruza los Andes pa' Chacabuco.
Vengo de Barranquilla, voy para Catamarca, yo soy de Maracaibo y de Tegucigalpa, América Latina toca la quena con la brisa caribe de Cartagena, y me voy y volví; un guate de Chihuahua con su perrito se va mansito pa' Nicaragua, y un collita paceño medio guarango con un porteño se baila un tango.
Vengo del Amazonas, voy para la Araucania, erke del altiplano, arpa de la guarania, América latina es el quilombo donde la vida estalla a siku y bombo, y me voy y volví; un corazón de Quito con un calambre por un misquito gotea sangre, y un tico se arrebata con su botella por una bella de Mar del Plata;
América latina es mi concubina, mi cotorra parlanchina, mi bendición, mi agua bendita, mi tamboril, América latina es el muladar donde nací.
Soy el cantor de América autóctono y salvaje; mi vida tiene un alma, mi canto un ideal. Mi verso no se mece colgado de un ramaje con un vaivén pausado de hamaca tropical...
Cuando me siento Inca, le rindo un vasallaje al sol, que me da el cetro de su poder real; Cuando me siento hispano y evoco el coloniaje, parecen mis estrofas trompetas de cristal.
Mi fantasia viene de un abolengo moro: los andes son de plata, pero el León de Oro; Y las dos castas fundo con epico fragor. La sangre es española e incaico es el latido; ¡Y de no ser poeta, quizás yo hubiese sido un blanco aventurero o un indio emperador!
El español es la única lengua del mundo integradora. Tenemos un solo idioma, las mismas reglas ortográficas, un diccionario único, y los habitantes de 22 países distintos nos entendemos perfectamente desde hace siglos", decía la exvicepresidenta costarricence. "No hay otro idioma igual. A lo largo de los siglos, en vez de desintegrarse, el español de 22 países, con sus características propias, se ha ido integrando de manera natural, lo que nos convierte en una potencia mundial. No solo por los 550 millones de hispanohablantes de que hay en el mundo, sino por su valor unificador y expansivo", apuntaba.
Y nada más cercano a la realidad. Los datos financieros que ofrece el estudio son apabullantes. Como si de una empresa se tratase, el español SA, el informe Valor económico del español explica cómo a igual empleo, el saber otro idioma y el español implica un salario hasta en un 30% superior. En el caso de EEUU, hasta un 10% superior, y creciendo. "Es muy interesante la evolución de la comunidad latina en Estados Unidos - fundamentalmente la mexicana- , que de negar el español para integrarse en inglés, ha pasado a desarrollar todo un movimiento social, empresarial e incluso publicitario y de medios de comunicación que está poniendo en valor el español, que ya es mucho mas que un niño de mercado", dijo García Delgado.
De hecho, para el 2050 habrá sesenta millones de hispanohablantes en Estados Unidos, educados, de clase media y de tercera generación en su gran mayoría, que tienen en los dos idiomas un valor competitivo extraordinario. La renta per cápita de los latinos en USA ya duplica de media la renta per cápita de sus países de origen, y seguirá creciendo.
El numero de latinos en los EEUU es significativo, y esta creciendo a una tasa por encima de la población en general. Esta comunidad comparte una cultura y un lenguaje, lo cual simboliza una oportunidad para cualquier empresa que pretende comercializar y vender bienes y servicios a la misma.
El 7% de la población mundial habla español. Esta cantidad se traduce en el 10% del PIB global actual. Si nos fijamos en España, el valor económico del intangible del idioma es más o menos del 16% del PIB.
"El español es como si fuera una moneda. Esta lengua multiplica por cuatro los intercambios comerciales, y hasta en siete veces las inversiones financieras en los países que comparten la misma lengua", dijo el profesor García Delgado. Y apuntó: "La comparación entre el efecto que el español y el ingles tienen en los flujos comerciales bilaterales de los países se hace del siguiente modo: se estiman los flujos bilaterales y se tratan de explicar esos flujos en función del tamaño de las economías afectadas y de los costes asociados a esas transacciones. Además, se incorpora una variable para saber si los interlocutores comparten el mismo idioma, y si ese idioma es el español o el inglés (para simplificar no se estimaron el resto de los idiomas).
La invasión estadounidense a México de 1846 infligió a los mexicanos una herida dolorosa que cicatrizó poco a poco, a lo largo de 170 años. Donald Trump ha vuelto a abrirla.
Entre las muchas mentiras que ha urdido, ninguna más ridícula que su intento de contradecir a la historia, presentando a Estados Unidos como una víctima de México, país que supuestamente le roba empleos, le impone tratados onerosos y le manda a sus “bad hombres” a través de la frontera.
Frente a esta fake history(falsa historia), algunos mexicanos se han propuesto recordar a Trump cuál fue, exactamente, la primera nación en ser víctima del imperialismo americano. Su proyecto es promover una demanda que anule totalmente el Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado el 2 de febrero de 1848 y por medio del cual México –invadido por el ejército estadounidense, ocupada su capital y tomados sus puertos y aduanas– se vio obligado a admitir la anexión de Texas y conceder a Estados Unidos más de la mitad de su territorio, que corresponde principalmente a los actuales estados de Arizona, Nuevo México y California.
Encabeza el esfuerzo Cuauhtémoc Cárdenas, el mayor estadista de la izquierda mexicana. Cárdenas está convencido de que el gobierno mexicano –sobre todo ante la agresión de Trump– tiene en sus manos un caso sólido. Según su tesis, aquel tratado es violatorio de imprescriptibles normas internacionales del derecho y por ello susceptible de ser denunciado (con propósitos de reparación o indemnización) ante instancias como la Corte Internacional de Justicia y la ONU. Y aun admitiendo –sin conceder– la validez del tratado, varios artículos cruciales, como el respeto a la ciudadanía, la propiedad y la seguridad de los 100.000 mexicanos que quedaron en territorio estadounidense, se incumplieron desde un principio.
La iniciativa, sin embargo, enfrenta enormes obstáculos. Bernardo Sepúlveda, ex Secretario de Relaciones Exteriores y el mayor experto mexicano en derecho internacional, considera que “muy a su pesar” la demanda no prosperaría. “En tiempos anteriores las guerras de conquista no se topaban con la misma condena moral y legal que ahora forma parte de nuestro sistema legal”, me dijo. La demanda tendría que presentarse conforme a la Convención de Viena “y mostrar que el Estado mexicano no aceptó expresamente la validez del tratado o que, en razón de su conducta, el mismo Estado mostró su rechazo a esa validez”.
Pero ese no fue el caso del Tratado de Guadalupe Hidalgo, que fue firmado con el consentimiento de ambos gobiernos y sus respectivos congresos. “Adicionalmente”, agrega Sepúlveda, “para obtener un dictamen, la demanda de anulación del Tratado de 1848 tendría que someterse a la Corte Internacional de Justicia, cuya jurisdicción obligatoria en casos contenciosos no está reconocida por Estados Unidos”.
No obstante, una es la lógica jurídica y otra la lógica política. Si el gobierno de Peña Nieto no hace suyo el proyecto de Cárdenas, un candidato de oposición (sea de izquierda populista o de derecha nacionalista) podría adoptarlo como bandera hacia las elecciones de julio de 2018. Y si alguno de ellos gana, el nuevo presidente podría convertir la demanda en realidad.
Más allá de la viabilidad, lo que está en juego es algo aún más vasto: necesitamos alentar el debate sobre la verdadera historia de aquella guerra que Estados Unidos, convenientemente, ha olvidado o maquillado, pero que ahora más que nunca importa recordar honestamente como lo que fue. Se trata de una enormidad que cabe en una pregunta: ¿qué parte de la prosperidad histórica de Estados Unidos se ha afincado en el desarrollo de los territorios habitados originalmente por mexicanos y arrebatados a México en una guerra de conquista?
Porque no hay duda de que fue una guerra de conquista. Así la vivieron muchos soldados, que leían la Historia de la conquista de México de William H. Prescott –el recuento de la expedición de Hernán Cortés para conquistar el imperio azteca– mientras avanzaban sobre territorio mexicano. Así la consideraron, con vergüenza y pesar, grandes personajes de la época. Esa “guerra en extremo indignante” (dijo John Quincy Adams) había sido “accionada por un espíritu de rapacidad y un desmesurado deseo de engrandecimiento territorial” (escribió Henry Clay), a partir de un ataque premeditado por el presidente James Polk gracias al cual “una banda de asesinos y demonios del infierno se permitieron dar muerte a hombres, mujeres y niños” (Abraham Lincoln).
Tras el bombardeo a la población civil de Veracruz, el general Robert E. Lee escribió a su esposa: “mi corazón sangra por los habitantes”. En sus memorias, Ulysses S. Grant lamentaba no haber tenido el “coraje moral para renunciar” a la que, desde joven, había calificado como “la guerra más perversa”. Para varios otros políticos y pensadores (incluido Henry David Thoreau) la guerra contradecía los valores democráticos y republicanos fundacionales de Estados Unidos y era contraria a la elemental ética cristiana.
La iniciativa de Cárdenas podrá tener pocas probabilidades de éxito legal, pero en estos tiempos en que México ha sufrido los injustos ataques del presidente Trump, su impacto público puede ser considerable.
Estados Unidos debe a México y se debe a sí mismo una revisión franca de su primera guerra imperial no sólo en los currículos de sus escuelas y universidades sino en sus museos y libros. Hollywood y Broadway, que desde su origen han jugado un papel importante en definir la conciencia histórica estadounidense, deberían abordar el tema. Películas, documentales y series de televisión notables han contribuido a modificar la memoria de dos pecados de origen: la esclavitud y el racismo contra los afroamericanos y, en menor medida, el exterminio y la represión racista de los indios americanos. Falta el tercer pecado: la agresión contra México y el despojo de su territorio.
Tres siglos antes de que los ancestros de Trump pisaran Estados Unidos, había mexicanos en aquella zona septentrional de Nueva España y México. Pero ni ellos ni sus descendientes actuales son parte siquiera simbólica del orgullo nacional estadounidense, sino objetos de una imagen estereotipada o emblemas de un pasado vergonzoso que se ha mantenido en la oscuridad. Es hora de que ese pasado salga a la luz, sea reconocido y reivindicado.
Para nosotros los mexicanos, esta es la oportunidad de una forma de reconquista. Seguramente no una reconquista física de los territorios que fueron nuestros. Tampoco una indemnización que debió ser mucho mayor a la magra cantidad de 15 millones de dólares que pagó el gobierno estadounidense (a plazos) por el despojo. Necesitamos reconquistar la memoria de esa guerra pródiga en atrocidades inspiradas por prejuicios raciales y ansias de expansión territorial.
Pero seguramente la mejor y más justa indemnización sería una reforma migratoria en Estados Unidos que abriera el camino de la ciudadanía a los descendientes de aquellos mexicanos que padecieron la injusta pérdida de la mitad de su territorio.
Enrique Krauze es un historiador mexicano, editora de la revista Letras Libres y autor de, entre otros libros, "Los Redentores: Ideas y Poder en América Latina".
El mar Caribe es mucho más que sol y playa. Sus islas y países ribereños fueron los primeros en ver llegar las carabelas europeas. Por eso, algunas de las ciudades coloniales más antiguas y bellas de América están en esta región caribeña. Aqui estàn algunas que no deberías perderte si buscas la huella de la arquitectura colonial española en el continenete americano:
1. El Viejo San Juan (Puerto Rico)
Calles rectilíneas, casas coloniales de patios frescos, fachadas de colores chillones, buganvillas y palmeras, balcones cuajados de flores. Y gente, mucha gente en las calles. El Viejo San Juan sigue siendo la joya de Puerto Rico. Siete cuadras trazadas con escuadra y cartabón por los españoles donde la vida se destila al son del más puro caribe. Y con mucha música: salsa y bomba -el son puertorriqueño por excelencia-, que incita a disfrutar a tope de la noche del Viejo San Juan.
2. La Habana Vieja (Cuba)
Vieja y misteriosa. Contradictoria y enigmática. La capital cubana es una ciudad única en el mundo, que admite todas las comparaciones aunque ninguna se ajuste a su realidad poliédrica. Hija del barroco español y de las orishas yorubas, del ron y del azúcar, de la salsa y de las mulatas, la Vieja Habana es el destilado del Caribe más genuino. Un relato de Alejo Carpentier y un son de Pablo Milanés.
3. Trinidad (Cuba)
No busque aquí el viajero grandes catedrales, palacios fastuosos o casas señoriales de ricos hacendados. Y sin embargo, esta ciudad de la Cuba Central es una de las más agradables sorpresas coloniales del Caribe. ¿Por qué? Pues porque de manera milagrosa, en sus calles adoquinadas y en su urbanismo modesto pero consecuente se ha conservado el ambiente y el sabor más auténtico de lo que fue un día el estilo de vida caribeño.
4. Cartagena (Colombia)
Hay que dar un paseo nocturno por el centro amurallado de Cartagena para saber por qué se ha convertido en una de las urbes más bellas y turísticas de Colombia. Hay que entrar por la puerta del Reloj, deambular por la plaza de los Coches, dejarse caer por la catedral y visitar el Museo del Oro en la Plaza de Simón Bolívar para empaparse de este urbanismo de plazuelas y soportales, de balcones de reja y fachadas de revocos alegres, que transportan al viajero unos cuanto siglos atrás.
5. Coro (Venezuela)
La fiebre del petróleo que transformó a Caracas en una ciudad moderna llena de rascacielos en apenas una década respetó a Coro, la capital del estado de Falcón. Un paseo por el adoquinado de la calle Zamora o de la plaza de San Clemente es una inmersión en el siglo XVIII, con palacetes, conventos, iglesias y monasterios en excelente grado de conservación. Coro está a la entrada del Parque Nacional Médanos de Coro, una franja de 30 kilómetros de largo por 5 de ancho con interminables dunas de arena.
6. Fuertes de Portobelo-San Lorenzo (Panamá)
En 1980 la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad a un conjunto de fortificaciones españolas construidas entre los siglos XVII y XVIII para defender las posiciones de la corona en la costa caribeña de Panamá. La mayoría están en el entorno de la ciudad de Portobelo, Como el fuerte de Santiago de la Gloria, en la misma ciudad, o el castillo de San Felipe de Sotomayor, en la bahía donde se asienta la urbe. Impactante es también el fuerte de San Lorenzo, construido en 1595, que muestra un excelente grado de conservación.
7. Antigua (Guatemala)
No está en la costa caribeña, sino el los altiplanos de interior. Pero Antigua es la referencia colonial de Guatemala, un país que también se asoma al Caribe. Su planimetría de calles perpendiculares, sus casitas que no levantan más de dos pisos, sus plazas porticadas, su muchas iglesias y conventos y sus fachadas de tonos pastel hablan del empeño que pusieron los conquistadores españoles por recrear al otro lado del océano la nostalgia de sus pueblos castellanos. Cada piedra y cada ladrillo de Antigua tiene escrita una parte de la historia de esta villa, fundada en 1554 como primera capital de Guatemala.
8. Santo Domingo Colonial (República Dominicana)
La Zona Colonial, como conocen los dominicanos y los visitantes a la vieja cuadrícula de casas a orillas del río Ozama, es un barrio lleno de vida y arquitectura castellana. Por la Puerta de la Misericordia o la Puerta del Conde, accesos de la vieja ciudad amurallada, se llega al parque Colón, un espacio ajardinado y rodeado de palacetes dieciochescos y casas victorianas. La catedral de Santa María, la calle de las Damas, la calle El Conde o el Museo de las Casas Reales recuerdan la grandeza de la que una vez fue el centro administrativo de la Indias Orientales.
9. Comayagua (Honduras)
En torno a la plaza Mayor, una de las más bonitas de Honduras, se despliega todo un catálogo de edificios coloniales que custodian la historia de esta ciudad fundada en 1537 como Santa María de La Nueva Valladolid de Comayagua. Entre los monumentos a reseñar están la catedral, las iglesias de La Merced o San Sebastián, el palacio obispal y otras muchas casonas señoriales. Comayagua es famosa también por su Semana Santa, durante la que las calles se adornan con alfombras de serrín coloreado.
10. Granada (Nicaragua)
Tiene a gala ser la primera ciudad europea fundada en el continente americano. Durante siglos fue además un importante puerto por el que salían oro, plata y otras mercancías hacia la metrópoli. Situada a apenas 45 minutos en coche de Managua, la capital del país, Granada es el principal destino turístico de Nicaragua. Buena parte de las viejas casas coloniales de vivos colores se han transformado en restaurantes, bares y hoteles, sobre todo los que dan a la calle de La Calzada, la vía peatonal más famosa y concurrida de la ciudad
Lengua española, lengua románica, derivada del latín, que pertenece a la subfamilia itálica dentro del conjunto indoeuropeo; es la lengua oficial de España y de las naciones de Sudamérica y Centroamérica —excepto Brasil, las Guayana y Belice—, y, en el Caribe, de Cuba, Puerto Rico y la República Dominicana; cuenta con unos cuatrocientos millones de hablantes, entre los que se incluyen los hispanos que viven en Estados Unidos y algunos cientos de miles de filipinos, así como los grupos nacionales saharaui y los habitantes de Guinea Ecuatorial en la costa occidental africana.
En la formación del español cabe distinguir tres grandes periodos: el medieval, también denominado del castellano antiguo, fechado entre los siglos X y XV; el español moderno, que evolucionó desde el siglo XVI hasta finales del XVII, y el contemporáneo, desde la fundación de la Real Academia Española hasta nuestros días.
El español es, por número de hablantes, la tercera lengua del mundo. Pese a ser una lengua hablada en zonas tan distantes, existe una cierta unidad en el nivel culto de la lengua que permite a las gentes de uno u otro lado del Atlántico entenderse con relativa facilidad. Las mayores diferencias son de carácter suprasegmental, es decir, la variada entonación, fruto al parecer de los diversos substratos lingüísticos que existen en los países de habla hispánica
El español es la segunda lengua hablada en Estados Unidos, que cuenta con varias cadenas de radio y televisión con emisiones totalmente en español; asimismo, y por razones estrictamente económicas, es la lengua que más se estudia como idioma extranjero en los países no hispánicos de América y Europa. Lejanos ya los tiempos en que fue considerada la lengua diplomática, condición en la cual la sustituyó el francés, hoy es lengua oficial de la ONU y sus organismos, de la Unión Europeay de otros organismos internacionales. Ha sido incluida como lengua dentro de las grandes autopistas internacionales de la informacióncomo Internet, lo que asegura la constante traducción de las innovaciones informáticas, su difusión e intercomunicación. Donde aparece más incierto el futuro del idioma es en el continente africano, abandonado por razones políticas a la voluntad de sus hablantes; no hay que olvidar que todavía sirve de lengua diplomática junto al francés para el pueblo saharaui. No obstante, todo parece augurar que en este siglo será una de las lenguas de mayor difusión, y quién sabe si en momentos de deseable mestizaje no dé lugar a una lengua intermedia que asegure la comunicación con el continente americano en su conjunto.
Desarrollo
La humanidad ha perdido cerca de 30 millenguas y esa reducción no cesa, pues por lo menos 20 idiomas desaparecen anualmente. Stephen A. Nurm, en “Atlas de las lenguas del mundo en peligro de desaparición, pronostica que al finalizar el presente siglo, la humanidad habrá perdido la mitad de las lenguas actualmente en existencia. La UNESCOha constatado en su estudio que el gallego, el éusquera, el asturiano, el aragonés y el gascón, están en peligro. La disminución de niños que aprenden una lengua, el contacto con una cultura más agresiva, la diversidad, el empobrecimiento cultural, el deterioro del lenguaje y las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) pueden contribuir a iniciar la desaparición de un idioma, y con ello la cultura de la que es portador.
El inglés ha llegado a ser lengua universal, con la que expande los conocimientos, los valores y la cultura asociados a ese idioma, pues además de los más de 450 millones de personas que lo tienen como lengua materna, 300 millones más lo hablan como segunda lengua, y entre 500 y 750 millones poseen nociones que les permiten leer o hablar en ese idioma. El poderío económico, político, científico, tecnológico y cultural de los Estados Unidos ha sido el factor fundamental para que el inglés sea la lengua de mayor presencia en la ciencia, la tecnología, el comercio internacional, las telecomunicaciones, internet, la cultura de masas y el ámbito académico, por lo que algunos la han denominado lengua imperial.
La expansión planetaria del español explica que casi 400 millones de personas hablan el español en los 22 países donde es la lengua oficial (compartida con el árabe en la República Árabe Saharaui), el inglés se impuso sobre el español a lo largo del siglo XX, con lo que se ha ido alejando de la comunidad de habla hispana, con solo cerca de tres millones de hablantes en nuestra lengua. En el resto del mundo, 24 millones de personas lo tienen como lengua materna y millones más lo han adoptado como su segundo idioma.
Numerosos especialistas consideran el crecimiento demográfico como el factor principal de la expansión del español en los últimos años cuando analizan el incremento exponencial de la población hispanohablanteen América Latina a partir de las décadas del cincuenta del siglo pasado; del mismo modo, hallan en los procesos de emigración masiva de latinos o hispanos hacia países centristas- fundamentalmente Estados Unidos-, una de las causas principales de la propagación idiomática.
El español ha sido declarado una de las lenguas oficiales de las Naciones Unidas y de la Organización de la Unidad Africana (OUA), junto con el inglés, al francés, el árabe, el portugués y el swahili, y es tras el francés y el inglés, la lengua más solicitada por quienes trabajan en las instituciones europeas y el fenómeno se va extendiendo a Canadá, donde al menos en cuatro provincias el idioma de Cervantes, es la segunda lengua tras el inglés y francés.
En el extremo Oriente el español cuenta con unos 70 000 estudiantes, al parecer por aumento de las relaciones comerciales de estos países con América. En Japón 60 000 universitarios lo estudian y en decenas de universidades existen departamentos de lengua española, china incrementa cada año miles de estudiantes y profesores de español. Corea del Sur tiene más de medio centenar de centros de educación superior dedicados a enseñar español.
En Brasil, de adoptarse la enseñanza obligatoria del español solo en el nivel no universitario, demandaría la formación de alrededor de un cuarto de millón de profesores. El desarrollo de MERCOSUR hará crecer en este país la cantidad de profesionales que dominan el español. Por otro lado, como consecuencia del incremento del intercambio económico con España, la industria editorial española aumenta su presencia en Brasil exportando una asombrosa cantidad de títulos en español.
Como es conocido, el español- hoy con un patrimonio lexical de 83500 palabras-, surgió hace unos diez siglos, con raíces en el latín, y fue enriqueciéndose con el aporte de 1250 palabras de origen árabe y centenares provenientes del griego, el godo, el provenzal, el catalán, el eusquera, el francés, el italiano y el inglés. Su ortografía está consolidada de tal manera que, desde 1815, sus reglas ortográficas apenas han sido modificadas; los estudiosos del estado actual y futuro del español se dividen entre aquellos que ven amenazada su integridad y las que lo ven en pujante auge y desarrollo; los primeros se alarman por la dimensión que están adquiriendo los peligros que circundan al idioma, fundamentalmente la ofensiva del inglés que, en apenas cincuenta años ha introducido en nuestro idioma tantas palabras como el árabe con ocho siglos, según palabras de Alex Grijelmio y los segundos basan su optimismo en la cantidad de premios Nobel de literatura en lengua española que se han producido en los últimos decenios, el progresivo incremento de su presencia en Internet y las cifras millonarias que está alcanzando la difusión de escritores de lengua castellana tanto en España como en Americe Latina.
Una mancha lingüística en expresión lo constituyen los hispanohablantes multiplicando las posibilidades de extender la cultura del mundo hispano y mejorar las condiciones para acceder a los procesos de globalización.
El crecimiento cuantitativo de los medios de comunicación aplicanla penetración no solo de la lengua española en los EE.UU., sino también la cultura de nuestros países hispanohablantes. Amparo Morales refiere en el Anuario del Instituto Cervantes del 2005, que Estados Unidos cuenta con más de 500 estaciones de radio y más de 159 de televisión transmitiendo en español, único grandes diarios, unos 500 periódicos, 250 revistas, tres cadenas de televisión y numerosos canales por cable y más de los cadenas musicales especializados en música latina.
La comunidad de habla hispana en EE.UU. aumenta anualmente su poder adquisitivo, por lo que representa un atrayente mercado potencial, deseoso de consumir productos, servicios e información, preferentemente en su lengua materna. A esa comunidad dirigen sus ofertas los empresarios, entre los que se hallan los que comparten la misma lengua que sus consumidores, reafirmándose ambos en su identidad y acercándose más a su cultura y a su idioma.
Las comunidades latinoamericanas-más comúnmente llamada hispanas- que han ido estableciéndose en los EE.UU., están ejerciendo una poderosa influencia en el consumo cultural de los nativos de ese país, penetrando la música popular, las artes plásticas y la literatura, en un grado no alcanzado por otras comunidades de inmigrantes por mucho tiempo allí sentadas, integrándose en la sociedad norteamericana. Este esplendor se evidencia en las ediciones del premio GRAMMY Latino, grandes editoriales comola de Graw Hill lanzan ediciones simultáneas en inglés y español, y revistas de relieve nacional e internacional como People, Newsweek, Selecciones y Time, también se editan en español
El español es la lengua extranjera que más se estudia y utiliza en E. Unidos, siendo, el idioma preferido por el 93% de sus jóvenes; de ahí el español en la gran red al igual que otras lenguas, aunque es insuficiente la presencia del español en Internet, el numero de medios de lengua hispana en la red informática mundial ha ido aumentando paulatinamente, hoy existen más buscadores específicos en la lengua española,, periódicos, revistas especializadas y emisoras de radio en la red, es una demostración de los esfuerzos por mantener un sostenido incremento, en la ofensiva para incorporar la ñ, letra emblemática del idioma, en los dominios(domanis) o en las direcciones de correo electrónico.
El Instituto Cervantes realiza un estudio para llenar la red de contenidos con calidad, es una institución pública española creada en 1991, cuyo principal objetivo es la difusión y enseñanza de la lengua española y de la cultura en español. Para desarrollar sus actividades organiza cursos y promueve la formación del español como lengua extranjera.
Víctor García de la concha, Director de la Real Academia Española (RAE), trabaja por aumentar la presencia de la lengua española en Internet, conectase al centro Virtual Cervantes (http://cvc.cervantes.es. Internet favorece la participación de universidades, no obstante, Internet ha favorecido la formación de una comunidadhispanohablante mundial, que consume con avidez los productos de nuestra lengua y cultura.
El español ofrece una oportunidad que pocas lenguas tienen, y es poder conectar sin necesidad de traducción, compartiendo bienes y servicios, contacto que permite satisfacer demandas no solo culturales, sino también relativas al conocimiento económico, científico y tecnológico. En la medida en que eso se logre, se consolidara la perdurabilidad y el valor de la lengua y provocara que el español sea la segunda lengua más usada en Internet.
Sin la unidad lingüística que posee la comunidad hispanohablante, el español no habrá logrado los elevados niveles de comunicación, esa unidad favorece la cooperación bilateral y multilateral, y la educación es una de las áreas mas favorecidas. El intercambio de programas, profesores y alumnos, y la participación en proyectos, como el de alfabetización, es común entre países de habla hispana, por ello no pocos estudiosos temen perder tan valioso tesoro.