Aguardemos. Mañana será el día.
No te impacientes, corazón...¡Espera!
y verás, como estando entre tus brazos,
no ha de ser tan horrible esta agonía.
Aguardemos, corazón....Será mañana;
cuando vuelva a despertar el nuevo día,
cuando toquen a gloria las campanas
y se vistan de fiesta, mis pupilas...
Aguardemos, corazón... Que así, la espera
ha de ser como el néctar de las flores,
cuando él diga: -Amor de mis amores...
Aguardemos, corazón...¡Calla tu pena!
No demuestres de tu alma los dolores,
que mañana....Será tu noche buena.
A/D
|