Entre las semanas seis y diez, el embrión se mueve y se estira; a las diez, abre y cierra la boca y traga líquido amniótico, es posible observar sus primeros movimientos. “Se ve un embrión con nacimiento de brazos y pies que se mueven en conjunto, como si estuviera en una hamaca”,
“A las 12 semanas se observa un bebé completamente formado y muy activo”.
De la semana13 a la semana 28
A la semana 14 es evidente un ‘repertorio’ de movimientos fetales, algo más espontáneos, y entre los que figuran los respiratorios. También mueve su quijada, y sus manos comienzan a interactuar con otras partes del cuerpo y con el cordón umbilical,a mediados del segundo trimestre aparecen los reflejos de succión y deglución. En el líquido amniótico se puede encontrar ácido láctico, pirúvico, urea, creatinina, aminoácidos, sales y proteínas.
A la semana 17, las papilas gustativas cuentan con el desarrollo suficiente para esta distinción; en el líquido existen cerca de 120 olores, captados en análisis científicos de numerosas muestras individuales, si la madre prende un cigarrillo, el feto responde de forma negativa y cuando bebe café, registra cambios en sus movimientos respiratorios y latido cardíaco, el sabor del líquido no sería tolerable para un adulto.; Su olor lo compara con el cloro.
Movimientos: a la semana 15, los ruidos fuertes lo pueden alterar un poco, algunos fetos se chupan el dedo y practican movimientos de inhalación y exhalación. A finales de esta semana, responde a la risa, tos, estornudo y otros movimientos de la madre.
A las 18 semanas se mantiene ocupado flexionando brazos y piernas, movimientos que la gestante comienza a percibir con mayor frecuencia a partir de ahora, algunas sustancias pueden incidir en el movimiento grueso del bebé y es posible que abra una mano o mueva un brazo como respuesta; algunas cargas de glucosa, obtenidas de los alimentos que ingiere la gestante, que van por vía sanguínea y pasan de la madre al feto a través de la placenta, lograrían este efecto.
Él puede escuchar: “chuparse el dedo es un reflejo de succión, que se desarrolla muy temprano, entre las semanas 16 y 18. También lo es chuparse el dedo del pie y el cordón”.
El feto vive en un ambiente de sonido, vibración y movimiento. La voz de la madre es particularmente diferenciable frente a otras voces, los sonidos tienen un impacto sorprendente sobre el latido cardíaco: en estas semanas el feto comienza a escuchar y a responder a los sonidos, aunque el desarrollo del oído externo no se presenta hasta la semana 24, el estímulo auditivo muy cerca del abdomen de la gestante hace que el bebé responda activamente.
¿Ve dentro del útero?: a las 20 semanas de gestación son perceptibles, por ecografía, movimientos oculares relacionados con episodios de sueño. El feto tiene cuatro, que van desde un sueño muy superficial hasta uno muy profundo, en cuyo caso los movimientos son más lentos. Los párpados permanecen cerrados hasta la semana 26. La piel y los huesos contribuyen al sonido y a la visión funcional. Aunque no ve, entre las semanas 24 y 26 desarrolla un detalle de sombras y de contrastes; sin embargo, no distingue figuras ni colores. Reacciona frente a cualquier alteración en el vientre materno; dentro del útero, el feto no tiene sentido de orientación: ignora si está acostado, sentado, boca abajo o boca arriba con respecto a la mamá. Tiene una posición aleatoria.
De la semana 29 a la semana 40
En la semana 31 se le ven gestos de risa y bostezo. En la 32, pasa mucho tiempo durmiendo (casi el 90 por cien
to) y se mueve aproximadamente 50 veces o más por hora. Flexiona y extiende su cuerpo. A principios de este trimestre, comienza a defecar, se dice que tiene enorme estimulación táctil que el feto se da a sí mismo: se toca, se lleva una mano a la cara, junta una mano con otra o la lleva al cordón umbilical.
En este trimestre, cuando los fetos son monitoreados durante la relación sexual de sus padres, sus corazones presentan aceleraciones y desaceleraciones que incluso llegan a los 30 latidos por minuto. Se les relaciona con los orgasmos.
Otro dato interesante: cuando la madre bebe un poco de vodka, los movimientos respiratorios del bebé se detienen entre 3 y 30 minutos. En este último trimestre, el bebé traga, en promedio, 1 litro diario de líquido amniótico.
A los tres meses de vida embrionaria (12 semanas), los órganos de los sentidos y
los correspondientes centros cerebrales ya están formados. Y durante los 6 meses (24 semanas) siguientes estos órganos y centros se desarrollan y se especializan, según la calidad y la intensidad de los estímulos recibidos y la naturaleza de su función, se decía que los bebés no tenían suficiente cerebro para conocer las cosas, que no tenían memoria, ni conciencia de lo que vivían, y por lo tanto no podían tener ninguna experiencia. La vida en el útero es difícil de estudiar y aún constituye un verdadero misterio, y se especula mucho.
Los ruidos que oye el bebé en el útero son de varios tipos:
Los que provienen del cuerpo de la madre, que constituyen una especie de ruido de fondo: como los ruidos digestivos y los latidos del corazón; Los que le llegan del exterior como voces, música, etc; que le llegan como filtrados. Ruidos demasiado intensos pueden llegar a perturbarle, incluso se han llevado a cabo experimentos que demuestran que una exposición prolongada a ruidos demasiado intensos, en determinados momentos críticos de la formación de la función auditiva, puede provocar déficit auditivos notables, el bebé‚ escucha los sonidos antes de que el oído esté formado. El sonido le llega al bebé‚ a través de la columna vertebral de su madre, que constituye un puente vibrante entre la laringe y la pelvis. La voz de su padre le llega al bebé‚ a través del tímpano de la madre, sigue el sistema óseo y el bebé la recibe como una modulación, recibe la cadencia y el ritmo. El ser que se está formando, desde el período embrionario recibe las vibraciones sonoras a través de las células receptoras de su piel, de sus músculos, de sus articulaciones, pero cuando el oído empieza a funcionar, filtra los sonidos graves y sólo percibe los agudos. Este sistema de protección contra los ruidos internos del organismo de la madre que no se para ni de día ni de noche es indispensable. Pues sino el feto no podría reposar nunca.
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