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MATERNIDAD
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Vemos en cada manifestación de la Vida determinada meta de desarrollo, cual anhelo del propio Dios a concretizarse.En la Creación, el clímax de la grandeza. En la caridad, el vértice de la virtud. En la paz, la culminncia de la lucha. En el éxito, la exaltación del ideal. En los hijos, la esencia del amor. En el hogar, la gloria de la unión.De igual modo, la maternidad es la plenitud del corazón femenino que norteia el adelanto. Concepción, embarazo, parto y devoción afectiva representan estaciones difíciles y bellas de un ministerio siempre divino. Láurea celeste en la mujer de todas las condiciones, define el inderrogável recurso a la existencia humana, reclamando paciencia y cariño, renuncia y comprensión.
Maternidad esperada.
Maternidad imprevista.
Maternidad acepta.
Maternidad hostilizada.
Maternidad socorrida.
Maternidad desamparada.
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Mixto de júbilo y sufrimiento, misión y prueba, maternidad, en cualquier parte, traduce intercmbio de amor inconmensurable, en que repunta, sublime y siempre nuevo, el ensejo de burilamento de las almas en el ascenso de los destinos.Principales responsables por semejante concesión de la Bondad Infinita, las madres guardan la llave de control del mundo.
Madres de sabios...Madres de idiotas...Madres felices... Madres desditosas... Madres jóvenes...Madres expertas...Madres saludables...Madres enfermas...
Al filtro del amor que les vierte del seno, debe el Plan Terrestre el despovoamento de los círculos inferiores de la Vida Espiritual, para que el Reino de Dios se yerga entre las criaturas.
Madres de la Tierra!
Madres anónimas!
Sois floreros electos para la luz de la reencarnación!
Por mayores se hagan los suplicios impuestos a la vuestro frente, no rechacéis vuestro augusto deber, ni susteis el hálito del filhinho naciente - esperanza del Cielo a repontar-os del pecho!...
No surge la cuna en vuestro corazón por casualidad. Manteneos, así, vigilantes y abnegadas, en la certeza de que se muchas veces cipoais y espinheiros son vuestra herencia transitoria entre los hombres, todas vosotros seréis amparadas y sostenidas por la Bendición del Amor Eterno, siempre que que marchéis fieles a la Excelsa Paternidad de la Providencia Divina.
Libro Madre.
Psicografia de Francisco Cndido Xavier.
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