Los efectos
psíquicos de la anfetamina dependen de la dosis, y del estado mental y
personalidad del consumidor. La ingesta de 10 a 30 mg de anfetamina
produce en la persona una sensación de bienestar, autoconfianza y estado
de ánimo elevado.
- El aumento de
la actividad psíquica se manifiesta por un aumento de la capacidad de
concentrarse en tareas concretas. La realización de test a estudiantes
nos indica como bajo el efecto de anfetaminas se aumenta la capacidad de
respuesta, sin embargo aunque contestan mayor número de respuestas
también cometen un mayor numero de errores.
- Euforia: se produce un aumento de la atención, mayor capacidad de comunicación, aumento de actividad.
- Disminución
de la sensación de fatiga: la fatiga es un mecanismo regulador del
organismo mediante el cual se frena la actividad. El hecho de que la
sensación de fatiga este disminuida no significa que esta no se
presente, con el consiguiente riesgo para la persona que no sabe
dosificar su esfuerzo y puede terminar en un agotamiento agudo con
serias consecuencias para su salud.
- Insomnio: la
anfetamina retrasa la aparición de sueño, pero no de manera indefinida,
por lo que al suspender la administración de las anfetaminas aparece
como fenómeno de rebote un sueño mas profundo y una necesidad imperiosa
de dormir. El patrón del sueño se altera y puede tardar varios meses en
volver a la normalidad.
- Disminución
del apetito. Debido a esta acción en ocasiones se utilizan en el
tratamiento de la obesidad, aunque esta acción es muy discutible.
Aparece rápidamente tolerancia, siendo necesario aumentar la dosis para
obtener el mismo efecto. Esto hace que con frecuencia las personas se
hagan dependientes a las anfetaminas.
- Aparición de
conductas estereotipadas, caracterizadas por la aparición en la persona
que consume las anfetaminas de movimientos repetitivos.
- Al mismo
tiempo pueden producirse sudoraciones, aumento de la frecuencia
cardiaca, aumento de la presión arterial, sequedad de boca, vértigo,
temblores.
Generalmente
estos efectos desaparecen al cabo de 3 ó 4 horas, apareciendo cansancio
y en ocasiones la persona se siente deprimida e incapaz de
concentrarse.
Fumar
metaanfetamina en forma de hielo proporciona un 'flash' (fogonazo) muy
intenso, con una sensación de intensa euforia que depende de la dosis.
Los usuarios de este producto pueden convertirse rápidamente en adictos,
usándolo cada vez mas frecuentemente y en dosis cada vez mayores.
Se pueden
producir un amplio número de efectos tóxicos, mas frecuentemente con la
metaanfetamina que con el sulfato de anfetamina, en muchas ocasiones
producidos por sobredosificación: inquietud, temblor, irritabilidad,
insomnio y euforia. Posteriormente, fatiga, depresión y somnolencia
profunda. Así mismo, un aumento de la temperatura corporal, aumento de
la frecuencia cardiaca y respiratoria, convulsiones y colapso
cardio-respiratorio.
El uso
prolongado de estas sustancias ocasiona una dependencia psicológica que
se traduce en un deseo y una necesidad de tener que seguir consumiendo
la droga cada vez en cantidades mas elevadas para seguir experimentando
los mismos efectos (tolerancia). El consumo habitual puede dar lugar a
comportamientos agresivos, alucinaciones auditivas (escuchan sonidos
donde no existen) e ilusiones de tipo paranoide (psicosis anfetamínica).