Me regalas este nuevo mundo, donde todo es fantasía capturada en burbujas de cristal que se rompen al instante. Cristal frágil, no somos mas que eso, obsidiana que se moldea, que detiene los lamentos. He corrompido cada conciencia que batalla, he saboteado, una vida de glorias y de penas. Vuelves a mi, siempre confuso, siempre inexistente, siempre dejando la estela del lamento de no tenerte. Dulce juego que provoca los mas escandalosos suspiros, veneno que evoca pequeños infiernos en paraísos convertidos. No fui mas que el pan que se deshizo en tu boca, y el vino que se derramo, incipiente en la copa. Nunca fuimos dos, siempre fue uno el que escribió una historia que no trascenderá rompiendose eternamente como burbuja de cristal.
Texto de Pilar Tejeda
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