Lunes, 8 de junio de 2009
El brazo del Señor
Léase Romanos 8.35-39
Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.
-1ª de Pedro 5.7 (NVI)
A donde quiera que miraba, veía problemas en mi familia. Mi madre, que vivía lejos de mí, había sido internada de emergencia en el hospital. Mi esposo estaba atemorizado con la posibilidad de perder su empleo; mi hija más joven confrontaba problemas para hallar hospedaje, y mis horas de trabajo se habían reducido de 28 a ocho horas semanales. Con mi tobillo quebrado, me sentía inútil, como si fuera un problena en lugar de una ayuda para mi familia. No podía ver soluciones. Necesitaba estar en dos lugares y podía escasamente lidiar con la situación en un lugar.
Entonces sentí a Dios hablando a mi corazón: «Ven a mí».
Miré por la ventana a la vasta expansión del cielo. Me relajé y exhalé profundamente. La voz interior habló nuevamente: «¿Soy demasiado pequeño?». Con el cielo iluminado totalmente ¿qué podía decir? «¡No, Señor!», suspiré.
«Entonces, deposita en mí todas tus ansiedades».
Una manchita plateada, un avión, surgió entre las nubes. Para Dios mis problemas deben ser así de pequeños. Comprendí que saber que Dios está conmigo es suficiente.
Sra. M.S. Foster (Inglaterra)
Oración:
Amado Dios, en momentos de temor, danos una fe profunda en tu poder. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Dios es mayor que todos los problemas que enfrentamos.
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OREMOS:
Para estar conscientes de la presencia de Dios.