Mas el fruto del Espíritu es mansedumbre.
Los mansos aumentarán también su alegría en el SEÑOR, los necesitados de la humanidad se regocijarán en el Santo de Israel.
Si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
Que vuestro adorno no sea externo…sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu manso y sereno, lo cual es precioso delante de Dios
El amor no es jactancioso, no es arrogante…
Pero tú, oh hombre de Dios,… sigue la mansedumbre…Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón.
Fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca; como cordero que es llevado al matadero, y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda,
no abrió El su boca.
También Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas, EL CUAL NO COMETIO PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLO EN SU BOCA; y quien cuando le ultrajaban, no respondía ultrajando; cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a aquel que juzga con justicia;
Gal. 5:23 Is.29:19 Mt. 18:3,4 I P 3:4 I Co.13:4 I Ti 6:11 Mt. 11:29 Is.53:7 I P 2:21-23