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Reflexiones: ¿SON DIGNAS DE CONFIANZA LAS BIOGRAFÍAS DE JESÚS?
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: comunidadwebjec  (Mensaje original) Enviado: 02/08/2009 00:54
¿SON DIGNAS DE CONFIANZA LAS BIOGRAFÍAS DE JESÚS?


El testimonio de testigos oculares es poderoso. Uno de los momentos más dramáticos en un juicio oral es cuando un testigo describe en detalle el delito que vio y luego señala con confianza al acusado como su perpetrador.
El testimonio de un testigo ocular es también crucial en la investigación de asuntos históricos; incluso el tema si Jesucristo es o no el único Hijo de Dios.
Pero ¿con qué relatos de testigos oculares contamos? ¿Contamos con el testimonio de alguien que haya interactuado personalmente con Jesús, que haya escuchado sus enseñanzas, que haya visto sus milagros, que haya sido testigo de su muerte y quizás hasta se haya encontrado con él después de su supuesta resurrección? ¿Contamos con algún material de “periodistas” del siglo I que entrevistaron a testigos oculares, hicieron preguntas difíciles, y registraron fielmente lo que determinaron meticulosamente ser cierto?

¿Es posible ser una persona inteligente con sentido crítico y aún creer que los cuatro Evangelios fueron escritos por las personas cuyos nombres les han atribuido?

Es importante reconocer que en sentido estricto los Evangelios son anónimos. Pero el testimonio uniforme de la iglesia primitiva era que Mateo, conocido también como Leví, el recaudador de impuestos y uno de los tres discípulos fue el autor del primer Evangelio; que Juan Marcos, el compañero de Pedro, fue el autor del Evangelio que llamamos Marcos; y que Lucas, conocido como el “médico amado” de Pablo, escribió ambos, el Evangelio de Lucas y Hechos de los Apóstoles. No se conocen competidores para estos tres Evangelios. Simplemente no esta en tela de juicio.
Respecto a Juan, es el único Evangelio sobre el que existen dudas acerca de su autor. No se discute el nombre del autor, la cuestión es si fue Juan el apóstol u otro Juan. El testimonio de un escritor cristiano llamado Papías, alrededor del año 125 d.C., hace referencia a Juan el apóstol y a Juan el anciano, y no se aclara en el contexto si está hablando de una persona desde dos perspectivas o de dos personas distintas. Pero salvo esa excepción, el resto del testimonio primitivo es unánime en cuanto a que fue Juan el apóstol, el hijo de Zebedeo, quien escribió el Evangelio.

¿Acaso las motivaciones teológicas de estos escritores no siembran dudas acerca de su habilidad y disposición para relatar con precisión lo que sucedió? ¿Acaso no es probable que su esquema teológico los llevara a matizar y a tergiversar la historia que estaban relatando?

En el mundo antiguo, la idea de escribir una historia objetiva, desapasionada, simplemente para realizar una crónica de acontecimientos, sin un propósito ideológico, era desconocida. Nadie escribía la historia si no había una razón para aprender de ella. Aunque esto pudiera parecer sospechoso, al igual que podemos reconstruir una historia razonablemente exacta a partir de todo tipo de otras fuentes antiguas, tenemos que poder hacerlo a partir de los Evangelios, aunque también sean ideológicos.
Tenemos un paralelo moderno. Cierta gente, comúnmente por motivos antisemitas, niegan o atenúan los horrores del Holocausto. Pero han sido los estudiosos judíos quienes crearon museos, escribieron libros, preservaron artefactos y documentaron testimonios de testigos oculares con respecto al Holocausto. Ellos tienen un motivo muy ideológico, pero también han sido fieles y objetivos en su recuento de la verdad histórica.
Del mismo modo el cristianismo se basó en ciertas afirmaciones históricas de que Dios de forma única entró en el tiempo y el espacio en la persona de Jesús de Nazaret, por lo tanto la propia ideología que los cristianos estaban tratando de promover requería un trabajo histórico tan cuidadoso como fuera posible.

Hay quienes dicen que los Evangelios se escribieron tanto tiempo después de los hechos que se convirtieron en leyenda. Esto distorsionó lo que al final se escribió. ¿Es esa hipótesis razonable?

La fecha estándar de los estudiosos, aún en círculos muy liberales es: Marcos en la década del setenta, Mateo y Lucas en la década del ochenta y Juan en la década del noventa. Eso todavía ocurre durante la vida de varios testigos oculares de la vida de Jesús, incluso la de testigos hostiles que hubieran servido de correctivo si se hubieran estado difundiendo enseñanzas falsas acerca de Jesús.
Además, comparando, las primeras dos biografías de Alejando Magno se escribieron más de 400 años después de su muerte, sin embargo, los historiadores consideran que son dignas de confianza.
Además hay otras pruebas. Al mirar el libro de los Hechos, escrito por Lucas, este termina aparentemente inconcluso. Pablo es una figura central del libro y está bajo arresto domiciliario en Roma. Ahí termina el libro. ¿Qué le sucede a Pablo? No lo sabemos por Hechos, probablemente porque el libro se escribió antes de que Pablo fuera ejecutado. Eso significa que Hechos no se puede fechar más allá del año 62 d.C. Dado que Hechos es la segunda parte de una obra de dos, sabemos que la primera parte, el Evangelio de Lucas, debe haberse escrito en una fecha más temprana. Y dado que Lucas incorpora partes del Evangelio de Marcos, eso significa que Marcos es aún anterior.
Si concedemos quizá un año para cada uno, concluimos con que Marcos se escribió a más tardar alrededor del año 60 d.C., quizás a finales de la década del cincuenta. Si Jesús murió en el 30 o 33 d.C., estamos hablando de una brecha máxima de treinta años aproximadamente. Históricamente hablando, ¡esta es como una noticia de última hora!

¿Los escritores tuvieron la intención de registrar la historia en forma confiable, lo que realmente sucedió?

Si estaban interesados. Podemos verlo en el principio del Evangelio de Lucas:
“Muchos han intentado hacer un relato de las cosas que se han cumplido entre nosotros, tal y como nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos presenciales y servidores de la palabra. Por lo tanto, yo también, excelentísimo Teófilo, habiendo investigado todo esto con esmero desde su origen, he decidido escribírtelo ordenadamente, para que llegues a tener plena seguridad de lo que te enseñaron”.
Lucas dice claramente que su intención era escribir con precisión sobre las cosas que investigó y halló que estaban bien respaldadas por testigos oculares.

¿Hay evidencia alguna de deshonestidad que pudieran corromper la capacidad o disposición para transmitir la historia con precisión por parte de los escritores?

No hay. Sencillamente los vemos relatando las palabras y las acciones de un hombre que los llamó a un nivel de integridad exigente como el que ninguna otra religión ha conocido jamás. Ellos estaban dispuestos a practicar sus creencias hasta el punto de que diez de los once discípulos restantes fueron condenados a muertes espantosas, lo cual demuestra un gran carácter.

¿Acaso los Evangelios no son irremediablemente contradictorios entre sí? Si hay discrepancias, ¿Cómo puede alguien confiar en lo que dicen?

Los Evangelios resultan extremadamente consecuentes entre sí según las normas antiguas, que son las únicas normas con las que es justo someterlas a juicio. Si los Evangelios fueran demasiado consecuentes, esto de por sí los invalidaría como testigos independientes. La gente diría entonces que en realidad solo tenemos un testimonio y que todos los demás están repitiendo como loros.
Simon Greenleaf de la Facultad de Derecho de Harvard dijo: “Hay suficiente discrepancia como para demostrar que no pudo haber existido un previo acuerdo entre ellos; y al mismo tiempo hay tal concordancia substancial como para demostrar que todos eran narradores independientes de la misma gran transacción.”
En cuanto a las aparentes contradicciones, las mismas deben ser estudiadas en forma individual para ver si hay una manera racional de resolver los conflictos aparentes entre los Evangelios. Puede consultar la Enciclopedia de Dificultades Bíblicas [The Encyclopedia of Bible Difficulties] de Gleason L. Archer, Editorial Zondervan.

¿Existen ejemplos de contemporáneos de Jesús que se quejen de que los relatos de los Evangelios eran puramente erróneos?

Mucha gente tenía razones para querer desacreditar este movimiento y lo hubieran hecho si tan solo pudiesen haber contado mejor la historia. Sin embargo, sus opiniones dijeron otra cosa. En escritos judíos posteriores se menciona a Jesús como un hechicero que hizo errar al pueblo de Israel, lo cual reconoce que hizo en verdad milagros asombrosos aunque los escritores cuestionen la fuente de su poder.
Esta hubiera sido una oportunidad perfecta para decir algo así como: “Los cristianos le dirán que él obraba milagros, pero nosotros estamos aquí para decirles que no fue así”. Sin embargo, eso es lo que nunca se ve que dicen sus opositores. En cambio, en forma implícita reconocen que aquello que los Evangelios relatan es verdad.

 

 

 

Preguntas para reflexión personal

  1. ¿De qué forma influyen en tus opiniones un relato de un hecho por parte de un testigo ocular? ¿Cuáles son algunos de los factores que usas comúnmente para evaluar si la historia de alguien es sincera y exacta? ¿Crees que los Evangelios soportarían este tipo de escrutinio?
  2. ¿De qué forma y por qué la información acerca de Jesús afecta su opinión sobre la confiabilidad de los Evangelios?
  3. Cuando la gente en la que usted confía le da detalles ligeramente diferentes obre el mismo hecho, ¿usted automáticamente duda de su credibilidad o ve si hay una forma razonable de conciliar sus relatos?

Lee más articulos de este tipo en

http://www.elcasodecristo.com.ar/articulos.html



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 18/09/2009 20:49
 
Fue una bendición leer tu mensaje!! Gracias por compartirlo!! Araceli


 
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