Un buen hogar
Un buen hogar estará donde el puente
se halle tendido para pasar,
donde las caras estén dispuestas para sonreir,
las mentes activas para pensar
y las voluntades deseosas para servir.
Un buen hogar siempre estará
donde los besos tengan vuelo
y los pasos, mucha seguridad.
Un buen hogar siempre estará donde
el crecimiento sea por el mismo tronco
y el fruto por la misma raiz.
Donde la navegación sea por la misma orilla,
y hacia el mismo puerto.
Donde los abuelos sean reverenciados,
los padres obedecidos
¡y los hijos encauzados!
Un buen hogar siempre estará donde
el fracaso y el éxito sean de todos.
Donde disentir sea intercambiar y no guerrear.
Donde la formación junte los eslabones
¡ y la oración forme la cadena!
Donde el vivir esté lleno de sol
y el sufrimiento esté lleno de fe!.
Y muchas veces será el punto de referencia
y la credencial para conocerte,
porque el hogar esculpe el carácter,
imprime rasgos, deja señales y huellas.
Las vetas y el cmiento
dejados por un buen hogar son indestructibles.
Los principios parecen como grabados en hierro.
La fe, como cincelada en roca.
y el amor, llevado como bandera.
Porque ahí se gestan
los grandes valores del mundo,
ahí se incuban las almas de resistencia,
de temple y de fe.
De ahí salen los grandes
conductores de la humanidad
¡ y los grandes seguidores de Cristo!
|