LA MUJER EN SU PAPEL DE MAESTRA CON SUS HIJOS
Se dice en la actualidad que la educación de un niño es una tarea compartida que deben realizar ambos progenitores. Pero hay quienes difieren de tal afirmación pues es la madre la que trabaja directamente con los valores, costumbres y formación del pequeño, desde que nace hasta que se marcha de casa para formar su propio hogar.
Esto no quiere decir que se subestime la tarea del hombre, pues forman un papel trascendental en la vida de un hijo. Sin embargo son ellas las que rigen la armonía del hogar.
Es un poco tarea tan grande que hace toda mujer con los hijos, pues desde que somos pequeños estamos tan acostumbrados que nos volvemos ciegos a sus mimos, concejos, estimas y formas cariñosas de educarnos e inculcarnos valores tan importantes.
Alguna vez te has preguntado ¿Quién te hacia las meriendas tan deliciosas que llevabas al colegio?, ¿Quién cocinaba lo exquisita comida, que hambriento te devorabas al regresar de estudiar?, ¿Quién te reviso todas y cada una de las tareas por las tardes después de llegar del trabajo?, ¿Quién te plancho la camisa para que fueras impecable a aquella primera cita de trabajo?, ¿Quién te vio a los ojos por primera vez, y sin que dijeras una solo palabra sabia del dolor de tu corazón o la razón de la alegría en tu mirada?, todas y cada una de las etapas de nuestra vida siempre están vinculadas con un hilo invisible a la madre.
Las mujeres madres como educadoras de los hijos, deben reflexionar sobre si mismas acerca de nuestra propia formación espiritual y humana, y descubrir los hábitos de nuestro corazón.
Las decisiones que tomarán los hijos al hacerse grandes y dueños de su vida, dará frutos si sabemos cultivar de forma adecuada su fe y su afecto, para poder educar a hijos correctos y de bienestar.
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