EL ASUNTO DE LA SOLTERIA
Y es que a veces la necesidad de encontrar una explicación a nuestros continuos errores en el campo del amor nos lleva a vivir la soltería como un constante interrogante. Véase una pequeña muestra:
¿Por qué siempre me fijo en hombres que no están interesados en mí?
O si lo están, tienen pareja, y aunque en apariencia les vaya muy mal, no están dispuestos a romper su relación (si entras en el juego, tenlo claro).
O si lo están y me demuestran amor profundo e irracional, al poco tiempo empiezan a dudar de sus sentimientos, no están seguros, necesitan un período de reflexión... "La culpa no es tuya", los muy ladinos reconocen, pero igualmente, se van.
O los que lo están, pero al poco tiempo te hacen sentir que no cumples con sus expectativas, que pensaban que eras de otra manera, que... Vaya, la culpa es tuya. Estos son además malísimos para una autoestima delicada y al cabo del tiempo, nunca los recuerdas con un apelativo cariñoso.
Los que no dejan de llamarte y salir contigo pero... "tú eres muy maja, muy buena chica, eres simpática, como amiga me gustas mucho": ¡arghh!
Todo esto frente a los que "han triunfado". Han tenido la suerte de entrar en el grupo de la normalidad. No tienen que justificar su situación. ¡Qué suerte!
Sinceramente creo que esto es más bien un componente social y comercial. Ese sentimiento de inválido, de ser incompleto, inacabado, con un trabajo básico por hacer, aumenta y llega a ser doloroso en base a lo que nos llega del exterior.
Atención y prevención frente a...
Grupos de amigos que sólo se divierten haciendo cosas por pares, amigos /as que desaparecen en cuanto se echan novio/a o solteros infelices que achacan a su "no tengo pareja" su permanente estado de infelicidad...
Aunque nadie es inmune a las influencias del exterior, se ha de cuidar esas compañías tipo:
"Qué mala suerte tenemos..."
"Tú lo llevas muy bien", ¿el qué, mi enfermedad?
"Claro, como estás sola, tú haces lo que quieres...", ¡socorro, se han dado cuenta de que estoy SOLA en el mundo!
Realmente no todo el mundo es igual, nos hacen creer que ser sensibles, tener sentimientos y emociones es, en el caso de la mujer, ser dependiente, necesitar que alguien nos proteja y nos mime. Si eres así, el hecho de no tener pareja te hará sentir como un barco a la deriva.
Por el contrario, si te das cuenta de que tú no eres una mujer dependiente puedes llegar a dudar de tu sensibilidad, tu capacidad de amar, al confundirla con tu capacidad de actuar sola.
A menudo olvidamos que "uno" puede ser tan fértil como "dos", si nos liberamos de sentimientos de fracaso y nos detenemos a mirar la belleza que nos envuelve y la que nosotros creamos y poseemos. Los corazones están hambrientos, y esa belleza es su alimento. ¡Qué aproveche!