Alertas en el Matrimonio
Los matrimonios o incluso las parejas que conviven establemente se enfrentan a la posibilidad de la ruptura cuando se acumulan sensaciones y sentimientos que estallan de pronto y todos juntos.
Aunque es común pensar que es la infidelidad o algo imperdonable lo que acaba con las parejas, esto no siempre es así. De hecho, la mayoría de las parejas se disuelven por el conjunto de reproches, culpas, críticas que se van guardando con resentimiento a lo largo de los años.
Pero, antes de que el resquebrajamiento total se dé, hay señales de alerta que pueden indicarnos que la relación va por mal camino.
Primero, una clara muestra de que las cosas no van bien es cuando la pareja tiene agendas tan diferentes que casi nunca coinciden y dejan de compartir momentos, poco a poco dejan de salir juntos o de cenar juntos y solos. Esto se agrava con el advenimiento de los hijos, pues los niños acaparan mucho tiempo, y si además ambos trabajan, la verdadera convivencia ocurre solo a la hora de dormir, y a veces ni siquiera eso pues están demasiado cansados.
Una situación así solo provoca distanciamiento y enfriamiento. Paulatinamente, se aprende a vivir sin la compañía o el apoyo del otro, y un buen día descubrimos que el amor que tanto nos unía a esa persona ya no existe. De ahí que sea fundamental el hecho de que aunque tengamos muchas actividades diferentes, tratemos de si es necesario sacar una cita con nuestra pareja para disfrutar de la mutua compañía.
Otro factor que va alejando a cualquier pareja es la falta de contacto físico. Cuando se inicia una relación, siempre se siente la necesidad de estarse tocando, darse besitos, andar de la mano, abrazarse, en fin sentirse uno al otro para expresar esa gran emoción y saberse cerca. Sin embargo, una vez que la situación se estabiliza, ya no es tan importante este contacto y la pareja se empieza a enfriar.
Es fundamental que si se detecta esta señal, se haga el intento de volver a las constantes caricias, porque cuando el cariño y el amor se dejan de expresar, se quedan en el interior y no se alimentan por lo que al tiempo mueren.
Asimismo, la falta de confianza es un claro signo de desajuste. Cuando se está iniciando la vida en pareja por lo general tanto ella como él creen en el otro y no piensan que la otra persona sea capaz de mentirles o engañarlos. Pero un poco después, se empieza a dudar de la sinceridad, y ya hay segundos pensamientos a cerca de lo que el otro hace o no.
Por ejemplo, si recién casados alguno de los dos llegaba tarde del trabajo, se pensaba sólo eso, pero conforme pasan los meses se empieza a cuestionar y en ese momento ya no hay vuelta atrás. Es por eso que hay que entender que todos tenemos derecho a tener nuestras actividades y nuestro espacio, sin que eso cause inseguridad en el compañero.
Ahora, si ya la duda existe hay que actuar cautelosamente y no hacer una tormenta. Simplemente, se debe conversar el asunto sin hacer acusaciones que puedan herir al otro, y sin dar por hecho lo que puede ser mero producto de los celos o de la imaginación.
Otro elemento que se considera como una alerta es la pérdida de la comunicación, la cual ocurre sin que nos demos cuenta. Para evitarla hay que mostrar un interés en la otra persona, pues aunque creamos que la conocemos bien, todos estamos en un constante cambio, lo que implica que conforme pasa el tiempo nos angustian otras cosas, y siempre debemos contar con nuestra pareja, pues para eso es que convivimos, para apoyarnos.
De igual manera, no podemos permitir guardarnos las cosas que nos molestan. En un proceso de pareja es importante discutir, pues esto renueva el vínculo y evita que acumulemos resentimientos que aflorarán todos juntos un mal día.
Si en tu relación hay algunos de estos síntomas, debes hablar con tranquilidad sin trasladar toda la culpa sobre el otro, sin atacarlo y sin gritar. Asegúrate de que te escuche y conversen sobre las medidas a tomar para renovar la relación. Nuca es tarde, pero debes lograr que sea un esfuerzo mutuo, y que ambos le den la importancia justa a cada desacuerdo o discusión.
No dejen que por descuidos se pierda ese amor que los llenó de alegría y los hizo sentirse únicos en el mundo. Es responsabilidad de los dos, y de los dos depende que compartan la vida entera. Reconquístense y verán que se pueden divertir mucho y que están perdiéndose de una gran relación.
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