Un camino angosto de piedras cubierto ni un árbol, ni plantas sólo silencio y miedo.
Negros nubarrones se perfilan a lo lejos que oscurecen la calma que podría albergar el interior del alma.
Pero nada se aclara bullen oscuras emociones tratando de matar nuestros sueños y lo que tenemos de bueno.
El sentir anhela elevarse a otra dimensión pero una cruel batalla nos arranca de cuajo haciéndonos caer entre espinas y cardos para recordarnos que solo somos... humanos.