Dios sigue siendo el Dios de los milagros. ¡Y lo que hizo antes, lo puede repetir ahora, si tienes necesidad y suficiente fe para ello! "¡Jesús es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos!" (Heb.13:8)
¿Sabes qué significa la palabra "milagro"? Tiene una raíz latina que significa "mirar". ¡Es algo que hace que la gente mire y preste atención! ¡El propósito de los milagros es atraer la atención hacia el mensaje! ¡Dios se vale frecuentemente de curaciones y milagros para atraer multitudes y hacer noticia, a fin de que puedan oír y creer el mensaje!
Como cuando Pedro y Juan se encontraron con el cojo a la puerta del templo. Dios escogió a alguien que todos sabían que estaba lisiado y era un mendigo. Y un gran milagro tuvo lugar: ¡el hombre fue sanado y todos se llenaron de asombro! Se preguntaban qué había ocurrido, ¡y Pedro no perdió el tiempo y se lo dijo! Aprovechó la situación para testificar y predicar el Evangelio, ¡y como resultado se salvaron 5.000 almas! (Hechos 3)
Mientras puedas decir: "¡El amor de Cristo me constriñe!" (2Cor.5:14), y ésa sea tu motivación, Él te animará e inspirará, y confirmará tu testimonio estableciéndolo mediante señales que seguirán. ¡Señales, maravillas y milagros! (Mar.16:17,18,20)