Inseguridad
Estamos viviendo tiempos muy difíciles, todos los días vemos o escuchamos a través de los medios de comunicación, casos de violencia, robos, asesinatos, violaciones, privaciones de libertad y de personas que desaparecieron como si se las hubiera tragado la tierra.
En nuestra sociedad se vive con miedo, se sufre de pánico y fobias. Muchos temen por su vida y la de sus seres queridos.
Algunos protestan y realizan marchas para exigir a las autoridades una solución, pero parece que nadie tiene la más mínima idea de cómo resolver esta realidad.
La violencia, el crimen y la inseguridad están instalados en nuestra sociedad. Quizás hoy vemos en la televisión a personas que lloran a sus seres queridos, pero ¿quién nos asegura que mañana no seamos nosotros los que lloremos y lamentemos?
La sensación que tenemos es que el futuro es cada vez más incierto; la maldad de muchos hombres y mujeres parece crecer sin límites y todo parece ir cuesta abajo.
Toda esta incertidumbre e inseguridad tiene un efecto devastador en los niños y adolescentes, que hace que enfrenten su futuro sin ilusión y esperanza.
¿Qué podemos hacer? No nos podemos quedar de brazos cruzados y quejarnos a las autoridades, no sirve de nada, por eso nuestra propuesta como equipo de «Reflexiones para el alma» es que armemos una «cadena de oración» a través de ti y tu familia. Estamos totalmente convencidos que cuando le damos lugar a Dios en nuestra vida y le pedimos con fe, Él puede cambiar las cosas.
En nuestra casa, en el trabajo, solos o con nuestra familia y/o amigos, podemos reunirnos un minuto al día para decirle a Dios algo así: «Señor Jesús, nos damos cuenta de lo mucho que te necesitamos, en estos tiempos tan difíciles que nos toca vivir. Por eso queremos ser parte de esta cadena de oración, para que traigas paz y amor a este pueblo y en especial a todos aquellos que son motivados o inducidos a cometer todo tipo de violencia y delitos. Te pedimos que los perdones, que le des la oportunidad de comenzar una nueva vida y que puedan encontrar en Ti y no en la violencia o la delincuencia, una respuesta a sus problemas. Necesitamos tu protección, para nosotros y nuestra familia. Y queremos aprovechar este momento para pedirte que vengas a ser parte de nuestra vida y nos enseñes a vivir de acuerdo a tus principios»
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