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Él me espera
Su amor sigue siendo incondicional. Él tiene en cuenta mis debilidades y aunque sigo llegando tarde a tantos y tantos encuentros, sorprendentemente, siempre me espera.
La impuntualidad es algo que me exaspera.
Quedar con alguien y que ese alguien se demore sin una razonable razón es algo que no entiendo.Años atrás, esa falta de formalidad no me irritaba tanto, sin embargo, ahora que mi tiempo libre es más escaso, no aguanto quedar con un amigo y que este tenga el atrevimiento de retrasarse quince minutos sin un motivo de peso. Esto me lleva a pensar en todas esas citas que pospongo con Dios. Un fiel amigo al que someto a esa espera que a mí tanto me molesta. Me tomo la libertad de llegar tarde a nuestros encuentros.Entra dentro de la "normalidad " esa falta de premura para pasar tiempo en su compañía .Es habitual que posponga esos momentos que diariamente tengo para estar cerca de Dios, momentos en los que puedo saborear aquello que tiene que decirme, ese especial espacio que solemos denominar comunión intima. Yo, que tanto me sulfuro ante la falta de puntualidad, me atrevo a llegar tarde a mis encuentros con el Padre . Sé que Él me espera. Él aguarda el momento en el que decido apartar todo aquello que superfluamente eclipsa mis ganas de acercarme hasta Él y mostrarle mi corazón.Él desea ese instante en el que despojada de pensamientos vacuos someto mi mente al desalojo de nimiedades, sorteando los obstáculos que la rutina y el diario vivir trazan en mi presente. Quiero hacer acopio de constancia y centrarme en aquello que obligatoriamente he de realizar para presentarme ante Dios con el atavío adecuado. Desposeída de prisas y viles ornamentos, posicionándome en el lugar correcto para sentir que hago exactamente lo que a Él le agrada. Sé que su paciencia es incomprensible, que Él desea pasar más horas conmigo , desea que me acerque y le muestro las credenciales de mi alma, el sello de quien soy, esa persona que por su gracia ha sido redimida, una vida rescatada del pozo cenagoso.Su gracia sigue haciendo maravillas en mí. Su amor sigue siendo incondicional. Él tiene en cuenta mis debilidades y aunque sigo llegando tarde a tantos y tantos encuentros, sorprendentemente, siempre me espera.
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Así es, cuanto amor y cuanta paciencia
tiene el Señor con nosotros!
Araceli |
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Él me espera
Su amor sigue siendo incondicional. Él tiene en cuenta mis debilidades y aunque sigo llegando tarde a tantos y tantos encuentros, sorprendentemente, siempre me espera. |
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La impuntualidad es algo que me exaspera.
Quedar con alguien y que ese alguien se demore sin una razonable razón es algo que no entiendo.Años atrás, esa falta de formalidad no me irritaba tanto, sin embargo, ahora que mi tiempo libre es más escaso, no aguanto quedar con un amigo y que este tenga el atrevimiento de retrasarse quince minutos sin un motivo de peso.Esto me lleva a pensar en todas esas citas que pospongo con Dios. Un fiel amigo al que someto a esa espera que a mí tanto me molesta. Me tomo la libertad de llegar tarde a nuestros encuentros.Entra dentro de la "normalidad " esa falta de premura para pasar tiempo en su compañía .Es habitual que posponga esos momentos que diariamente tengo para estar cerca de Dios, momentos en los que puedo saborear aquello que tiene que decirme, ese especial espacio que solemos denominar comunión intima.Yo, que tanto me sulfuro ante la falta de puntualidad, me atrevo a llegar tarde a mis encuentros con el Padre . Sé que Él me espera. Él aguarda el momento en el que decido apartar todo aquello que superfluamente eclipsa mis ganas de acercarme hasta Él y mostrarle mi corazón.Él desea ese instante en el que despojada de pensamientos vacuos someto mi mente al desalojo de nimiedades, sorteando los obstáculos que la rutina y el diario vivir trazan en mi presente.Quiero hacer acopio de constancia y centrarme en aquello que obligatoriamente he de realizar para presentarme ante Dios con el atavío adecuado. Desposeída de prisas y viles ornamentos, posicionándome en el lugar correcto para sentir que hago exactamente lo que a Él le agrada. Sé que su paciencia es incomprensible, que Él desea pasar más horas conmigo , desea que me acerque y le muestro las credenciales de mi alma, el sello de quien soy, esa persona que por su gracia ha sido redimida, una vida rescatada del pozo cenagoso.Su gracia sigue haciendo maravillas en mí.Su amor sigue siendo incondicional. Él tiene en cuenta mis debilidades y aunque sigo llegando tarde a tantos y tantos encuentros, sorprendentemente, siempre me espera.
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Gracias hermano Hector. por este mensaje . me toco en mi lugar débil
me molesta las personas que llegan tarde a la citas mayormente a la Iglesia
y ver que llegan tranquilamente como que todo esta bien ,
este mensaje me vienen bien soy una persona que me gusta cumplir horarios en las cosas más
simple ,en el trabajo si llegaba tarde me enfermaba de mal que ponía , eran causa
del el medio de trasporte en la Iglesia soy Igual cuando dependo de alguien que me viene a buscar por alguna reunión especial a la noche y llega media hora tarde , no digo nada pero por dentro digo que les cuesta empezar un poco ante a acomodar sus cosas , eso pienso solo respeto y no me pone mal si es por una causa razonable y justificada .menos mal que Dios no es así El siempre nos espera hasta el ultimo minuto en todo .Gracias Dios por tu inmenso amor y misericordia
Dios lo bendiga hermano ...un saludo Fraterno ..Anna
Que pace una lindo fin de semana junto a su amada familia |
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Yo también soy de esas personas obsesivas con la puntualidad...
Pero como Dios no se enoja, como Él siempre entiende, como Él no empieza a los gritos... entonces me doy ciertos permisos.
Afortunadamente, Él siempre espera. |
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