AÚN EN MEDIO DEL FUEGO ME RESCATARÁS
Aunque yo me encuentre en medio de un incendio y sienta que el fuego me estaá alcanzando y que el humo me está asfixiando, no me quemaré. Y si en medio de la mar mi barca se perdiere y las olas con su fuerte ímpetu quisieran arrastrarme y ahogarme no naufragaré.
Dios es mi fortaleza y ayuda aún pasando la más fuerte tristeza o la más cruel enfermedad. Y aún si pareciera que estoy perdiendo todo y que no habrá salvación, ni respuesta a mi problema… Sé en quién he creído, Dios sigue siendo Dios y eso no depende de mis circunstancias.
Es cierto que muchas veces en mi humanidad me desespero y olvido que Él sigue siendo mi guía y mi todo. Pero luego, me detengo y reflexiono que si estoy de pie aún después de pasar por tantas cosas, es porque Él ha estado siempre ahí conmigo. Es profundo esto que siento, esta fe que me sostiene y que me impulsa a seguir caminando.
Mi decisión hace tiempo la he tomado y es no apartarme nunca de su lado. Aunque tropiece me levantaré y afirmaré mis pasos. Aunque haya fuerzas que traten de desviarme, no apartaré mi mirada de Jesús. Porque nada fuera de él vale la pena.
Y como eso lo sé muy bien, no me dejaré vencer. Seguiré firme y esperanzada que cualquiera fuera mi situación y doquiera que yo esté, su presencia me acompañará. Que junto con la prueba, vendrá la salida. Que le alabaré mientras haya aliento en mi vida y aún con mi último suspiro le bendeciré.
Autora: Brendaliz Avilés