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Tiempo devocional-Hector Spaccarotella: 8 DE DICIEMBRE
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: hectorspaccarotella  (Mensaje original) Enviado: 01/12/2012 13:39

8 de diciembre

 

Dudé mucho sobre esta reflexión que comienzo a compartir hoy con vos, porque sé que tengo que ser muy cuidadoso y no quiero ofender a ninguno de los oyentes.

Pero un día tenía que hacerlo, este es uno de aquellos temas de los que no se habla habitualmente.

 

La figura de María (cuyo nombre hebreo es Myriam) ha sido durante décadas, durante siglos, una de las más destacadas, controversiales y más mal interpretadas de toda la historia bíblica.

 

Habiendo sido católico durante 39 años aún dentro de esa iglesia dediqué mucho tiempo a investigar el culto a la madre de Jesús, porque quería entenderlo y descubrirlo a la luz de la Biblia.

Es además un personaje maravilloso. La mujer en la cual los ojos del Eterno se posaron para cumplir la misión profética más importante de la historia. Ella iba a llevar en su vientre al futuro Mesías y Salvador de la humanidad, Jesús, el Hijo de Dios.


¿Porqué a ella? ¿Qué tenía de especial para que fuera “la elegida”?

La esperanza judía de liberación se centraba en la promesa de la venida del Rey, hijo de David, el Mesías el cual había sido anunciado por boca de los profetas.

Después de cumplidas las profecías con la llegada de Jesús el Mesías anunciado, se comenzaron a predicar las Buenas Nuevas de  Reinado de Dios en su Nombre y TODOS los apóstoles predicaron la salvación por la fe en Jesucristo y SOLO en Él.
La persona central en el Nuevo Testamento es Jesús el Mesías. Eso está claro.

 

El anuncio profético hecho 700 años antes de Cristo a través de Isaías muestra que Jesús nacería de una mujer primeriza, de una vírgen. La Torah (el Antiguo Testamento hebreo) dice. “Una virgen la cual a ningún hombre ha conocido”. (“Betulah, ve silo yadaa”)

El cumplimiento se realizó cuando el Espíritu Santo se posó sobre Myriam (María) y sin intervención de hombre concibió un hijo cuyo nombre es Yeshua (Jesús).

Leemos que el Mesías tuvo un nacimiento sobrenatural al nacer de una joven virgen por intervención del Espíritu Santo y que esa mujer era María.


En el mundo Occidental se ve un fenómeno arraigado y en crecimiento continuo: la “veneración” de María. Se habla de una aparición aquí y otra allá, catástrofes profetizadas, refugio en su inmaculado corazón, protección del brazo justiciero de Dios en ella, se promulgan consagraciones de aldeas, pueblos, ciudades, naciones y hasta del mundo a su nombre, conjuntamente con dogmas nuevos que reafirman las creencias populares, para sanar enfermos, expulsar demonios y para acercarnos más a Jesús y a Dios el Padre!

Lo que me motivó a compartir con vos este tema hoy fue que hace un par de días una estatua de María se supone que se movió, inclinándose, y su mano trató de ayudar a un obrero que estaba pintando la pared vecina. Por lo menos así las noticias de nivel nacional, aprovechando la festividad del 8 de diciembre.


La primera alusión que se hace de María en el Nuevo Testamento es en referencia a la genealogía de Jesús que muestra que Él desciende de Abraham y del rey David , descripta en Mateo 1:1.

Mateo 1:16 dice “Y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo” Bíblicamente, María es en primer lugar esposa de José y madre del Mesías

 Ni en esta, ni en la genealogía que recoge Lucas (Lc 3:23-38), ni en ningún otro pasaje de la Biblia se nombran los padres de María (que según la tradición católica se llamaron Joaquín y Ana, aunque no hay ningún sustento que yo haya encontrado) y nunca se habla de su lugar de nacimiento.

La segunda cita en Mateo es el versículo 18 del mismo capítulo: “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes de que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo”.
En las tradiciones judías se acostumbraba realizar una ceremonia de compromiso en la que el novio tomaba como suya a la novia pero aún no podía compartir el lecho con ella hasta una nueva ceremonia, pero tal compromiso era concluyente e irrevocable. En este momento es cuando el Santo Espíritu concibe en ella a Jesús.

Por lo tanto es iniciativa divina el formar al Mesías, en el vientre de esta mujer virgen que aunque comprometida, aún no había compartido la intimidad con su esposo.

 

Lc 1:28-27 “Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo:¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vió, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta”.

 

 El ángel saluda y la llama muy favorecida. Ella ha recibido un favor, un regalo, un don que aún desconoce. Segundo declara que el Señor, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob se encuentra con ella. Y Tercero la llama bendita entre las mujeres. Entre todas las mujeres del mundo en ese entonces, Dios se fijó en ella para depositar dentro de sí a su Amado Hijo. Por eso es bendita, no por ella sino porque Dios está con ella, así como entre todos los pueblos de la Tierra eligió uno para dar a conocer su Nombre: Israel que es llamado un pueblo santo (kadosh en hebreo. Significa apartado consagrado.)

Naturalmente ella se inquietó ante la figura celestial que se le apareció y aún no entendía lo que el ángel decía.


Lc 1:30 “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios”

Tuvo que haber algo que Dios hallase en María para que su gracia, su favor inmerecido cayera en esta joven judía, esencial para que el Hijo del Altísimo naciera de ella. Muchos piensan que Dios la guardó desde su nacimiento sin el pecado original y que al ser perfecta podía albergar en su vientre al Mesías. Es decir su perfección moral fue lo que vió El Señor para elegirla. De allí nace el dogma católico de la Inmaculada Concepción, cuya festividad se celebra el 8 de diciembre.

El dogma fue definido por el papa Pio IX el 8 de diciembre de 1854.  

Vemos que es un dogma que nació casi 1800 años después de las revelaciones apostólicas y proféticas del primer siglo.

Esto es clave y es ignorado por muchos fieles marianos. La fuente de la doctrina es la Escritura y no las palabras de hombres aunque se consideren inspirados por Dios.

 Todo juicio debe estar sometido a la Palabra del Señor. Esta afirmación papal no tiene definitivamente bases en la Escritura.
Vayamos al fondo de la declaración. María, según el dogma papal, fue preservada de la mancha del pecado original. ¿qué es el pecado original? En primer lugar no es un término que se encuentre en la Biblia.

Según la iglesia Romana es un pecado que se trasmite por tener la naturaleza de Adán y que trae muerte al alma.

 María como descendiente de Adán poseía esta naturaleza pecaminosa y como tal estaba necesitada de redención. El texto bíblico muestra a una mujer muy joven, probablemente entre los 12 y 15 años. María aún conservaba la inocencia e ingenuidad de la edad infantil como los rasgos bíblicos suyos lo demuestran. Pero el que no fuera aún sometida del todo por el pecado no era la razón por la cual el Señor se fijó en ella. La Palabra de Dios enseña que “No hay justo, ni aun uno” (Rom 3:10) y “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom 3:23) y sólo uno es justo y libre de pecado “Porque no tenemos un sumo sacerdote (Jesucristo) que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Heb 4:15).

María nació de padres humanos, engendrada por un padre tan humano como Adán. Expliquemos esto. A Adán se le imputa y no a Eva que la semilla del pecado haya entrado al hombre, sobre Adán cayó la sentencia del Señor.

Eva fue sentenciada al dolor en su parto y el enseñoramiento del hombre sobre ella.

Quien engendra es el hombre, no la mujer, en el pensamiento bíblico. La semilla del pecado viene del hombre y es transmitida por él. Esto es clave.

 Yeshua (Jesús) al ser concebido en María no poseía esa tendencia natural humana al pecado porque su Padre era Dios mismo; la mujer aunque sea la más pecadora del mundo no puede transmitir esa semilla de pecado. El Mesías no tendría pecado porque Dios mismo era su Padre.

 

¡Bendito Hijo de Dios hecho Hijo de hombre, Dios hecho hombre, santo y perfecto hecho pecado en la cruz que con su muerte destruyó nuestro propio pecado…hasta el de su madre!

Pero entonces, ¿qué vió El Señor en María, esta jovencita judía, inocente y virgen de Nazaret?

MARÍA TENÍA FE Y CREYÓ A LA PALABRA DEL SEÑOR. Fue esto lo que al Señor de señores le atrajo de María. Dios vió que ella creería a su Palabra. Dios vió lo esencial, los hombres vemos lo superficial. El mismo Lucas registra un hecho que confirma esto. Lc 11:27-28 “Mientras él (Jesús) decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo y los senos que mamaste. Y él les dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan” Podría parecer que Jesús no tiene aprecio por María al ser su madre, pero la respuesta que confronta no es contra ella sino contra los que le escuchan; no tienen puestos sus ojos en lo esencial sino en lo superficial; ven el hecho de que María debe ser bienaventurada por ser la madre de este profeta poderoso, pero Jesús los corrige al mostrarles que lo realmente importante es quien cree en la Palabra y la obedece después de oírla. Por eso es bienaventurada su madre, no por sus lazos familiares ni de sangre, sino por el hecho de que creyó la Palabra de Dios y LA OBEDECIÓ.

 

Muchas veces ignoramos y aceptamos como verdaderas, afirmaciones que no lo son.

Y ante la duda, tomo la Palabra de Dios.

El padre Duffi, el sacerdote que ministró mi vida y me preparó durante mi adolescencia, siendo sacerdote católico no era Mariano. Él me dijo que no estaba obligado como católico a aceptar el culto a María.

Sé que muchos católicos coinciden conmigo, aunque por respeto a sus tradiciones familiares o personales, o por miedo a estar enojando a Dios con sus decisiones, no se animan a decirlo.

Amo al pueblo católico, del que me nutrí espiritualmente durante 39 años. Mis mejores amigos son católicos.

Sin embargo, los invito a buscar, a no quedarse con una tradición transmitida oralmente, a no aceptar dogmas de hombres.

Dios mismo nos invita a hacer centro en la persona de Jesucristo.

 

HECTOR SPACCAROTELLA          

tiempodevocional@hotmail.com

www.puntospacca.net

 

 

 



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 03/12/2012 02:10
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    Dios te bendiga en esta nueva semana hermano! Gracias por compartir, Araceli

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 10/03/2013 03:50
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