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Tiempo devocional-Hector Spaccarotella: MANTENER EL PILOTO ENCENDIDO
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: hectorspaccarotella  (Mensaje original) Enviado: 09/02/2013 14:37

                                              Mantener el piloto encendido

 

Quiero poner en tus manos, Señor, mis días, mi cansancio, mis pocas horas de sueño, este cuerpo que esta empezando a quejarse. Te pido que me muestres como parar y cuando hacerlo, como aprender a disfrutar de mis tiempos de descanso, y como generarlos, porque la vida no es trabajar, ni aun trabajar para Vos, todo el tiempo, la vida también incluye ser disfrutada.

Mostrame el camino para gozar de la existencia que llevo, del privilegio de esta vida que llevo, por haber amanecido sin ningún problema y por haber descansado en horas reparadoras de sueño.

Hemos vivido mucho desafíos, por eso te pido, Señor, que aplaques todo lo que da vueltas dentro  mio, que me enseñes a detenerme, no me dejes vivir superficialmente y con prisa, con esa locura cotidiana que me hace daño, con esa inquietud y con esa ansiedad que no me permiten disfrutar de los hermosos regalos que hay para mi cada día.

Yo te pido, Padre, que mires esta fiebre interior que a veces me atormenta y me calmes, me serenes, que aplaques esa carrera loca que hay dentro de mi. Necesito de Tu ayuda, de la presencia de Tu Espíritu Santo en mi vida, para que me enseñes a valorar el misterio de cada cosa y de cada ser humano, para que les dedique el tiempo y la atención que se merecen, para que pueda aprender el mensaje profundo de cada situación que me toca vivir.

Enviame a Tu Espíritu Santo para que se derrame en todo mi ser Tu dulce calma, la paz, la tranquilidad, el reposo espiritual y una profunda fe para que pueda reconocerte.

Dame la gracia de aceptar que de verdad estas aquí conmigo, en todo momento, quiero estar ante Tu presencia, sabiendo con certeza que no me vas a abandonar.

No puedo confiar en mi mente tan pequeña, porque Tu eres mucho más grande de lo que yo pueda razonar o entender, Dios mio, tampoco puedo confiar en mi sensibilidad, porque tu presencia supera todo lo que yo podría sentir y tu amor es mucho más de lo que yo puedo percibir con mi corazón.

Por esto te pido que hagas crecer mi fe, ya que solo así puedo descubrirte y gozarte plenamente. Gracias Dios mio, en nombre de Jesús.

Amén

 

  Josué Denis era un niño pequeño, de apenas diez años de edad, cuando ocurrió aquello que uno nunca se espera, se perdió en un laberinto de galerías interminables, dentro de una mina abandonada. No fue cuestión de un ratito nada más, sino que estuvo allí cien horas.

Durante cuatro días, en esa oscuridad absoluta, sin comer ni beber, sin poder ver nada ni a nadie, oyendo, solamente, el apagado rumor de una corriente de agua profunda en las entrañas de la tierra.

Josué iba con un grupo de compañeros que andaban de excursión, y parte del paseo incluía explorar una mina abandonada. Quien sabe como, el niño se terminó separando del grupo y en medio de la oscuridad ya no pudo hallar la salida.

Afortunadamente, después de cien horas, lo terminó encontrando una patrulla de rescate, porque el resto de sus compañeros, al no verlo por ningún lado, buscaron auxilio.

Cuando lo hallaron estaba muy cansado y sucio, pero vivo. Una vez que pudieron hablar con él, dijo algo que me conmovió, “recordé las palabras de mi madre, ella siempre me dice -cuando te veas en alguna dificultad ora- y yo estuve rezando a Dios todo el tiempo, pidiéndole que vinieran a rescatarme”.

Que maravillosa la fe de este chico, encontró respuesta a su oración.

Muchas veces terminamos cuestionándonos si tiene algún valor o sentido la oración, ¿hay algún beneficio o, más aun, alguna validez al levantar nuestra voz al cielo pidiéndole a Dios su ayuda?

Algunos han dicho que no es más que una actitud de último recurso, que no vale ni el aliento que usamos en expresarla.

Recuerdo lo que decía un médico en un curso del cual participo, en referencia al estrés y a como la medicina esta descubriendo, hoy en día, que la forma en la que maneja su estrés un creyente, una persona que reza, es mucho más beneficiosa para su organismo por el poder de la oración, de la espiritualidad de una persona.

Lo cierto es que, si nuestras plegarias no son más que clamores de angustia de último momento, como por ejemplo Josué que estaba en una emergencia, entonces quizás, pienso yo, no tenga ningún valor.

Pero si nosotros establecemos una relación personal y cotidiana con Dios, si llegamos a lograr que Jesús sea nuestro amigo, no porque estemos congregándonos en alguna iglesia ni porque hayamos hecho una oración de fe, sino porque de verdad podemos dar testimonio de que a partir de que recibimos a Cristo como Señor de nuestra vida, Él esta a nuestro lado y podemos sentirlo.

Si sabemos que Él nos esta escuchando, si lo podemos afirmar con total seguridad, este aceptarlo como Señor de nuestra vida no es, solamente, una cuestión retórica, sino que realmente es parte de nuestra elección de vida, de lo que sentimos, entonces, seguramente, nuestra oración va a recibir una respuesta divina.

Claro que cualquiera puede pasar por periodos de tristeza y desaliento, de pobreza y abandono, de enfermedad y de dolor, porque estas son contingencias, son cosas que nos pasan a todos en la vida, pero el que tenga fe en Dios, si ora con la confianza de Josué, con la certeza de que si él estaba allí escondido en la oscuridad de la mina, Dios iba a proveer el recurso necesario para su rescate, así sera.

Si oramos con la confianza de ese niño de diez años, podremos soportar toda situación sin caer en la desesperación y sin renegar de Dios. La fe en Cristo da siempre una llama encendida que nada va a poder apagar, que siempre disipa cualquier clase de sombras, que nos aleja de la oscuridad.

Yo quiero proponerte, sea cual sea tu posición espiritual, he descubierto en este tiempo a muchos de ustedes que no se congregan en ninguna iglesia, que no son ni católicos, ni evangélicos, ni nada, o que alguna vez fueron católicos, por ejemplo, pero que hoy en día no se acercan a ninguna iglesia.

Yo quiero ofrecerte que hagas de Jesús el Señor de tu vida, yo te prometo en Su nombre, que una luz se va a encender en tu alma, la llama de la esperanza, de la fe y con ella vamos a encontrar la paz que Dios da en medio del dolor, hallaremos la salida de cualquier caverna oscura en la que estemos.

No te alejes de Cristo, buscalo con desesperación, como quien busca algo para seguir vivo, no pierdas la fe y hacé lo necesario para mantener viva tu comunión con Él. Te congregues o no, es tu decisión, ya sos una persona grande, pero seguí en unión con Dios, mantené viva la llama de Su presencia dentro tuyo.

Hay un pastor al que admiro, se llama Víctor Lorenzo y es de origen bautista. Trabaja desde hace varios años en Londres, pero en una de sus prédicas, varios años atrás, antes de viajar dijo “es como con un calefactor, hay veces que está en piloto, otras al mínimo y a veces al máximo, lo importante es que nunca esté apagado, que la llama siga encendida”.

Mantengamos viva nuestra comunión con Jesús. Yo te aseguro, a partir de mi propia experiencia, que Él está desesperado por ser tu amigo, por que vos puedas estar lo más cerca suyo posible.

Busca la forma para que esta ecuación pueda llegar a concretarse en tu vida también.

 

HECTOR SPACCAROTELLA          

tiempodevocional@hotmail.com

www.puntospacca.net

 

(basado en un mensaje de www.conciencia.net)

 

Desgrabación del mensaje original, adaptación y edición del texto:

MARIA CLARA SPACCAROTELLA

cspacca@hotmail.com

 

 



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 11/02/2013 01:36

 

 

 

Dios te bendiga Hector, muy bueno, a veces ni nos damos cuenta que el piloto dejo de funcionar, pero hay que estar alertas, Araceli

 

 

 

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 10/03/2013 04:43
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