“No temas, porque has hallado gracia delante de Dios” (Lucas 1:30).
Cuando Dios nos anuncia que este es el año de Su gracia, quiere decir este año. Dios está hablándote acerca de encontrar Su gracia ahora, este mes, esta semana, hoy día.
Cuando prediqué este mensaje de la gracia de Dios en la Iglesia “The Springs Church”, en Colorado Springs, una mujer alcohólica estaba sentada en el servicio. Ella escuchó que el Espíritu Santo le decía a su corazón: “Aunque has perdido las esperanzas, Mi favor es contigo. Verás un giro de 180 grados en tu vida”. La mujer le dio todo al Señor en ese servicio, y ha estado sobria desde hace meses.
En Nueva York, un hombre joven que había vivido en la calle durante un año se tropezó con la Iglesia “Times Square Church”. Estuvo sentado durante el servicio, pero cuando éste terminó, se fue pensando: “Odio este lugar. No voy a volver a venir” Sin embargo, algo lo empujó a volver. Vino de nuevo a la semana siguiente y pasó lo mismo. Una vez más se fue, diciendo: "No voy a volver nunca más."
Este patrón se repitió y finalmente, después de un año completo, el joven volvió a levantarse de su asiento cuando terminó el servicio, sólo que esta vez dijo: “Te amo, Jesús, y te necesito en mi vida”. Se dirigió hacia el altar y dio su vida a Cristo.
Los pastores de la Iglesia “Times Square Church” sintieron que había un llamado especial para la vida de este joven. Ellos lo ayudaron a ir a la escuela bíblica, donde resultó ser un estudiante brillante. Terminó con un promedio de calificaciones excelente (equivalente a grado A) y se inscribió en el seminario, completando una licenciatura de tres años en sólo dieciocho meses. Cuando le preguntaron si quería quedarse en el seminario como profesor, él declinó, diciendo: “No, yo soy un pastor”.
El mismo día en que yo entregué este mensaje en la Iglesia “The Springs Church”, este joven estaba predicando en la iglesia “Times Square Church”. El favor de Dios había recaído sobre un vagabundo, una vida insignificante, y Dios hizo toda la diferencia!
Que esta verdad comience a resonar en tu corazón, como lo hizo con María. Dios está concibiendo algo nuevo, transformando tu período de prueba en Su gloria. Puede que no sientas su presencia, pero Su mano está sobre ti. Confía en Él con todo - tu corazón, tu familia, tu situación - y verás Su gloria.