Mi canto de hoy
Mi vida es un instante, una efímera hora, mi vida es sólo un día volandero y fugaz : Tú lo sabes, Dios mío, ¡para amarte aquí abajo no tengo más que hoy !
¡Oh, Jesús, yo te amo, hacia ti mi alma tiende, sé por un solo día mi dulce protección, ven y reina en mi pecho y dame tu sonrisa ¡nada más que por hoy !
¿Qué me importa que en sombras esté envuelto el futuro ? ¡Nada puedo pedirte para mañana, oh Dios… ! Conserva mi alma pura, cúbreme con tu sombra ¡nada más que por hoy !
Si pienso en el mañana, me asusta mi inconstancia, siento nacer tristeza, tedio en mi corazón. Mas yo acepto, Dios mío, la prueba, el sufrimiento ¡nada más que por hoy !
¡Oh , Piloto divino, cuya mano me guía !, en la ribera eterna pronto te veré yo. Sobre las fieras olas guía en paz mi barquilla ¡nada más que por hoy !
¡Ah, déjame, Señor, esconderme en tu Faz ! allí no oiré del mundo el inútil fragor. Dame tu amor, Señor, consérvame en tu gracia ¡nada más que por hoy !
Muy cerca de tu pecho, olvidada de todo, ya no temo los miedos de la noche, mi Dios. En tu amplio corazón dame un sitio , Jesús, ¡nada más que por hoy !
Pan vivo, Pan del cielo, divina Eucaristía, ¡oh misterio sagrado, regalo de tu amor !… ven a habitar mi alma, Jesús, mi blanca Hostia, ¡nada más que por hoy !
Dígnate unirme a ti, Viña santa y sagrada, y mi débil sarmiento dará fruto en sazón, y yo podré ofrecerte mi racimo dorado, Señor, ¡ya desde hoy !
Es de amor el racimo, sus granos son las almas ; para brotarlo, un día tengo que huye veloz. ¡Ay, dame, Jesús mío, el fuego de un apóstol ¡ nada más que por hoy !
¡Virgen Inmaculada, tú eres mi dulce Estrella que irradias a Jesús y haces con Él mi unión ! Déjame, Madre buena, posar bajo tu manto ¡nada más que por hoy !
¡Santo ángel de mi guarda, cúbreme con tus alas, que iluminen tus fuegos mi peregrinación ! Ven y guía mis pasos…, te suplico me ayudes ¡nada más que por hoy !
Señor, verte deseo sin velos y sin nubes, mas, aún exiliada, ¡sin ti que débil soy ! Que tu adorable rostro tan solo se me oculte ¡nada más que por hoy !
Yo volaré muy pronto para ensalzar tus glorias cuando el día sin noche se abra a mi corazón. Entonces cantaré con las liras angélicas ¡el sempiterno hoy… !
(Santa Teresita del Niño Jesús)
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