La familia de tu esposo es distinta?????
Hay algunas que tienen suerte, pero la mayoría de las mujeres no logramos entender a la familia de nuestra pareja…
Nos ofenden, se ofenden por nosotras, discutimos con nuestra pareja por ello, nos causa estrés visitarles…
¿Cómo evitar que sea un problema en el matrimonio? Lo queramos o no, la familia política es muy importante en nuestras vidas.
Al principio es normal que no nos demos (porque solamente tenemos ojos para nuestro amor), pero poco a poco nos sorprendemos de lo mucho que acabamos teniendo que relacionarnos con suegros, abuelos, cuñados, sobrinos y primos…
¡Tantas personas que venían dentro del “paquete” del amor!
Nos encontramos cara a cara con costumbres y maneras de entender la vida que son muy diferentes a las nuestras. Nos choca. Nos extraña.
A veces, la familia política es causa de peleas, malos entendidos y disgustos; pero manteniendo algunos consejos en mente, la familia política puede ser una segunda familia para nosotras, un lugar de amor, fuerza, apoyo y felicidad.
Cómo evitar que la familia política no sea motivo de discusión en pareja:
Necesitas aceptar que tu marido no puede (ni debe) desentenderse de su familia. Ellos son parte de él, y separarle de ellos sería robarle un pedazo grande de su corazón.
Dicho esto, es importante establecer límites. Nuestros asuntos son privados. No dejes que nadie “entre en vuestra casa” sin vuestro consentimiento.
Mantente siempre en el mismo equipo. Vuestra relación debe estar por encima de cualquier otra relación familiar. No pueden permitir que os separen en bandos diferentes.
Que tus expectativas sean realistas. Quizás esperas que te reciban con los brazos abiertos y que te acepten al instante, pero hay familias muy cerradas a las que les cuesta abrirse a extraños. Ten paciencia y demuestra que mereces su confianza.
Acepta las diferencias con humor. Muchas veces exageramos las situaciones simplemente porque no las entendemos. Si sus costumbres son diferentes, acéptalas con respeto, aunque no te gusten (siempre y cuando no sean costumbres denigrantes o dañinas)..
Olvídate de cómo se hacen las cosas en “tu familia”… cada familia actúa de manera diferente, y te va a resultar imposible cambiarlo. Asume que para ellos las cosas se hacen de otra manera. Una vez se te haya pasado “el susto”, comprobarás que no es para tanto.
No critiques a su familia. Si lo haces, él se pondrá a la defensiva, porque los ama. Solamente podrás hacer críticas cuando tu marido sepa que, sin duda, tú también los amas con locura.
Mantén una actitud abierta. Hay muchas cosas que aún no sabes y que debes aprender. Tu familia puede ser fuerte en un área de la vida, y la familia de tu marido puede ser fuerte en otra área.
Perdona sus ofensas. Habrá veces que te ofendan, a propósito o no. El perdón es liberador.
Si la relación está resentida, quizás tú debas dar el primer paso: una sonrisa, un agradecimiento, una invitación a comer, una llamada por teléfono, un pequeño detalle…
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