Se conocieron en la escuela primaria, luego surgió un romance durante la Segunda Guerra Mundial y poco tiempo después se casaron. Tuvieron un compromiso como marido y mujer que duró cerca de 66 años. Y un día de este mes de agosto murieron con 11 horas de diferencia uno del otro. Su muerte llegó nueve días antes de su aniversario de bodas número 66.
"El consuelo para nosotros es que se fueron juntos", dijo su hija, Margaret Knapke. "Por un lado, es difícil perder a ambos padres a la vez... Pero es muy consolador saber que se fueron juntos".
Ruth y Harold Knapke se conocieron cuando eran estudiantes en la misma escuela primaria en Ohio, pero se separaron cuando la familia de Harold se mudó a otra ciudad, cuenta Carol Romie, hija de los Knapkes.
No fue hasta que Harold estaba sirviendo en la Segunda Guerra Mundial y se encontraba en Alemania que comenzó su relación. Steve, cuñado de Ruth, que también era militar, oyó que Harold era del mismo condado en Ohio que Ruth y sugirió que Harold le escribiera. Su relación creció a partir de ahí.
"Mamá supo de inmediato quién era él ", dijo Margaret Knapke en relación a la carta. Los dos mantuvieron la correspondencia hasta que Harold volvió de la guerra en 1945.
La pareja se casó dos años más tarde, el 20 de agosto de 1947, y tuvo seis hijos juntos: Carol, Pat, Margaret, Ginny, Ted y Tim. Harold trabajó en el sistema escolar de Fort Recovery en Ohio como director, maestro y entrenador, y Ruth se convirtió en secretaria de la escuela.
VIVIENDO POR Y PARA EL OTRO
Según Margaret, la salud de su padre se había ido deteriorando más rápido que la de su madre durante el último año. "Nos preguntábamos, '¿Por qué sigue aguantando aquí?'", dijo Margaret. "Y la respuesta fue que él estaba aquí para mamá."
"Él la amaba mucho. Era extremadamente leal. Quería estar aquí con ella", agregó. "Dormía todo el día en este periodo final, pero cuando se despertaba lo primero que le preguntaría es:" ¿Dónde está tu madre? ¿Cómo está tu madre?".
Margaret explica que Ruth contrajo una grave infección poco antes de su muerte y estaba claro que no iba a recuperarse. Cuando Margaret y sus hermanos le dijeron a su padre la noticia, él lo tomó con calma, pero percibieron un "cambio" en él.
Sólo unos días después, Margaret y una de sus hermanas se dieron cuenta de que su padre había empeorado, dijo. "Mi hermana me comentó: Es casi como si estuviera tratando de ponerse al día con mamá".
Tres días más tarde, Harold murió, a las 7:30 a.m. "Creo que se dio cuenta de lo que pasaba y quería allanar el camino para ella", dijo el hijo de la pareja, Ted Knapke,.
Después de que su padre murió, los hijos Knapke rodearon a su madre – que ya no estaba consciente – y le dijeron: "Papá está allí esperando. Es hora de que vayas con él. No te quedes por nosotros," dijo Ted Knapke.
Ruth Knapke murió esa noche, a las 6:30 pm. "Creo que sin duda cuando dos personas están tan juntos cerca de 66 años desarrollas mucha sintonía. Así que, independientemente de su estado físico creo que se dieron cuenta de que era el momento", dijo Ted Knapke.
"Creo que para mí, la parte más importante de la historia fue la dedicación que tuvieron uno al otro- leales hasta el final", dijo Romie. "Apoyo y protección, eso era lo hermoso. Se esforzaron por mantenerse casados durante todo ese tiempo. No ocurrió por casualidad. Iniciaron su matrimonio con la idea que sería para siempre y así lo hicieron".
Los dos fueron sepultados juntos. "Mamá y papá eran gente corriente" dijo Reindl. "Creo que si la gente puede aprender algo de nuestra historia es que hay amores que duran, y eso es una cosa buena".
"El consuelo para nosotros es que se fueron juntos", dijo su hija, Margaret Knapke. "Por un lado, es difícil perder a ambos padres a la vez... Pero es muy consolador saber que se fueron juntos".
Ruth y Harold Knapke se conocieron cuando eran estudiantes en la misma escuela primaria en Ohio, pero se separaron cuando la familia de Harold se mudó a otra ciudad, cuenta Carol Romie, hija de los Knapkes.
No fue hasta que Harold estaba sirviendo en la Segunda Guerra Mundial y se encontraba en Alemania que comenzó su relación. Steve, cuñado de Ruth, que también era militar, oyó que Harold era del mismo condado en Ohio que Ruth y sugirió que Harold le escribiera. Su relación creció a partir de ahí.
"Mamá supo de inmediato quién era él ", dijo Margaret Knapke en relación a la carta. Los dos mantuvieron la correspondencia hasta que Harold volvió de la guerra en 1945.
La pareja se casó dos años más tarde, el 20 de agosto de 1947, y tuvo seis hijos juntos: Carol, Pat, Margaret, Ginny, Ted y Tim. Harold trabajó en el sistema escolar de Fort Recovery en Ohio como director, maestro y entrenador, y Ruth se convirtió en secretaria de la escuela.
VIVIENDO POR Y PARA EL OTRO
Según Margaret, la salud de su padre se había ido deteriorando más rápido que la de su madre durante el último año. "Nos preguntábamos, '¿Por qué sigue aguantando aquí?'", dijo Margaret. "Y la respuesta fue que él estaba aquí para mamá."
"Él la amaba mucho. Era extremadamente leal. Quería estar aquí con ella", agregó. "Dormía todo el día en este periodo final, pero cuando se despertaba lo primero que le preguntaría es:" ¿Dónde está tu madre? ¿Cómo está tu madre?".
Margaret explica que Ruth contrajo una grave infección poco antes de su muerte y estaba claro que no iba a recuperarse. Cuando Margaret y sus hermanos le dijeron a su padre la noticia, él lo tomó con calma, pero percibieron un "cambio" en él.
Sólo unos días después, Margaret y una de sus hermanas se dieron cuenta de que su padre había empeorado, dijo. "Mi hermana me comentó: Es casi como si estuviera tratando de ponerse al día con mamá".
Tres días más tarde, Harold murió, a las 7:30 a.m. "Creo que se dio cuenta de lo que pasaba y quería allanar el camino para ella", dijo el hijo de la pareja, Ted Knapke,.
Después de que su padre murió, los hijos Knapke rodearon a su madre – que ya no estaba consciente – y le dijeron: "Papá está allí esperando. Es hora de que vayas con él. No te quedes por nosotros," dijo Ted Knapke.
Ruth Knapke murió esa noche, a las 6:30 pm. "Creo que sin duda cuando dos personas están tan juntos cerca de 66 años desarrollas mucha sintonía. Así que, independientemente de su estado físico creo que se dieron cuenta de que era el momento", dijo Ted Knapke.
"Creo que para mí, la parte más importante de la historia fue la dedicación que tuvieron uno al otro- leales hasta el final", dijo Romie. "Apoyo y protección, eso era lo hermoso. Se esforzaron por mantenerse casados durante todo ese tiempo. No ocurrió por casualidad. Iniciaron su matrimonio con la idea que sería para siempre y así lo hicieron".
Los dos fueron sepultados juntos. "Mamá y papá eran gente corriente" dijo Reindl. "Creo que si la gente puede aprender algo de nuestra historia es que hay amores que duran, y eso es una cosa buena".
Fuentes: CNN