“COMO EL CIERVO BRAMA POR LAS CORRIENTES DE LAS AGUAS, ASÍ CLAMA POR TI, OH DIOS, EL ALMA MÍA” (Salmo 42:1)
La Intimidad con Dios – Parte 1
Intimidad con Dios tiene que ver con la amistad más importante de tu vida. Haciéndolo, buscas a una persona, la anhelas, tienes sed de ella, la esperas, la ves, la conoces, la amas, la escuchas y la respondes.
Intimidad con el Señor significa obtener más de Él en tus actividades, pensamientos y deseos.
Muy a menudo, con las prisas por hacer cosas
para Dios, fallamos en disfrutar sencillamente de su compañía. Y sin embargo, fuimos creados para no estar satisfechos ni completos con algo menos.
En el libro Secrets of the Vine (Secretos de la Viña), Bruce Wilkinson escribe: “
Me he comprometido con Dios a hacer tres cosas sencillas:
(1) Levantarme más temprano y leer la Biblia; (2) Escribir una página en mi diario espiritual; (3) Buscarlo hasta que lo encuentre.
Todavía recuerdo la primera línea que escribí en mi diario:
“Querido Dios: No sé qué decirte’. Todos los días leía lo que había escrito.
En cada página veía por qué mi vida atareada como creyente me dejaba un sabor tan insípido; me había hecho un experto en servir a Dios pero seguía siendo un novato en ser su amigo. No obstante, seguí insistiendo.
Para mediados del segundo mes, las cosas empezaron a cambiar. Su presencia entró en mi habitación.
Los apuntes “sueltos” en mi diario empezaron a cambiar gradualmente a la medida que escuchaba.
Su pasión por mí y sus propósitos para mi vida empezaron a surgir de las páginas de mi Biblia.
Eso ocurrió hace más de quince años.
El placer de tener intimidad con Dios y los beneficios extraordinarios han vuelto a definir la obra que Dios hace por medio de mí.
Veo fruto en todas partes donde quiera que vaya. Pero nada de eso es el resultado de hacer un esfuerzo más grande”.
Dios te bendiga ...Anna
Autoria: Devocionales