QUE DURO ES SER MADRE, PERO COMO LOS AMAMOS
Todas hemos soñado con formar un hogar, tener hijos y vivir disfrutando de nuestros sueños hechos realidad.
Pero aunque logremos cumplir sueños, como tener hijos, nada es tan sencillo como lo habíamos soñado: La vida de una madre es estresante y agobiante, falta tiempo para todo y está llena de responsabilidades…
Tienes a tus hijos y a tu hogar, pero tienes poco tiempo para ellos, porque vives una vida estresante, con un trabajo duro y largo, y cuando llegas a casa sólo anhelas tirarte en la cama y cerrar los ojos. Pero no puedes, porque tienes la responsabilidad del hogar, de tus hijos, de los deberes de la escuela, de atenderlos como es debido, de darles calidad de tiempo y de amor.
Antes que nada, necesitamos tener calma sentarnos un momento y planear la manera de que todo funcione bien.
Y es que piensas en tu hogar, en tus hijos, en tu trabajo y te olvidas de lo más importante: te olvidas de ti, de tus emociones, de tu persona de qué es lo que sientes y lo cansada que estás.
Para dar calidad de vida, tú misma tienes que estar bien. Para dar amor a los demás, tienes que aprender a amarte a ti misma. Necesitas emplear aunque sea una hora para hacer un poco de ejercicio, para y consentir tu cuerpo, ir por un masaje, caminar o ir a arreglarte el cabello… te lo mereces, y es una manera de mimarte y hacerte feliz.
Para quitar el estrés y salirte de la rutina diaria, puedes salir un día con tu pareja o con tus amigos. Puedes salir con tus hijos al parque, comer cosas diferentes, sentarte en la hierba, volar una cometa con tus niños quizás te parezca ridículo, pero la sencillez de la vida consiste precisamente en eso: en hacer las cosas más comunes en compañía de las personas que amas. Eso te dará fuerzas para retomar la vida con ímpetu para nutrirte de fuerzas, de seguridad, de amor.
La calidad consiste en eso mismo: en dar a los demás lo que te das a ti misma. Los hijos son maravillosos y no deberíamos desperdiciar ni un minuto de su infancia aun cuando trabajes, no permitas que se vayan a la cama sin un beso tuyo, sin leerles un cuento o cantarles una canción de cuna. Dales amor, porque el futuro es incierto y no vayas a lamentarte cuando los veas hechos unos adultos sin haber disfrutado esos momentos bellos del verlos crecer.
Los hijos son lo más bello en nuestras vidas, son la savia de la vida misma. Nunca habrá amor igual que la de una madre por sus hijos.