es el ojo blanco
del ciego
y la miseria
que se abre paso
entre la gente
que a diario pisa
las calles
tronándoles el
vientre.
Oscuro el corazón
si se muestra
cual granito
o el festejo
si el pan no abastece
muchas mesas.
Y oscuro
jugar a la vida
descolgados
de la rama
del Amor.
Autores: Alfredo Pérez Alencart