1. Debemos morir para vivir
Juan 12.24-25 (tla): Ustedes saben que si un grano de trigo cae en la tierra y no muere, no produce nada. Pero si muere, da una cosecha
abundante. Si ustedes consideran que su vida es más importante que obedecerme, no tendrán vida eterna. Pero si consideran que su vida en este mundo no es importante y me obedecen, entonces tendrán vida eterna.
2. Debemos dar para recibir
2 Corintios 9.6: Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
3. Debemos convertirnos en siervos para ser líderes
Marcos 10.42-44 (tla): En este mundo, como ustedes bien saben, los jefes de las naciones gobiernan sobre sus pueblos y no los dejan hacer nada sin su permiso. Además, los líderes más importantes de un país imponen su autoridad sobre cada uno de sus habitantes. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, si alguien quiere ser importante, tendrá que servir a los demás. Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos.
4. Debemos perder para ganar
Mateo 10.39 (igual en Mateo 16.25; Marcos 8.35; Lucas 17.33): El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
5. Debemos humillarnos para ser afirmados
Marcos 9.35 (tla): Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.
6. Debemos desechar el amor a las posesiones para ser ricos
1 Timoteo 6.9-10: Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden
a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Proverbios 13.7: Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada; y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas.
7. Debemos considerar las ganancias como pérdidas por amor a Dios
Filipenses 3.7: Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
8. Debemos convertirnos en necios
1 Corintios 3.18: Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.
Isaías 32.1-20: El quinto «Ay» (cap. 31) concluye con una profecía sobre el liderazgo en los versos 1 al 8 y sus efectos (vv. 9-20). Paradójicamente, los líderes generosos (vv. 1-5) producen abundancia y seguridad permanente (vv. 16-20), mientras que los miserables (vv. 6-7) producen seguridad falsa y desolación (vv. 9-14).
Tomado del libro Diez leyes irrefutables para la destrucción y la restauración económica © 2010 por Grupo Nelson®
Una subsidiaria de Thomas Nelson, Inc.
Autor: Andrés Panasiuk