MADRES A TIEMPO COMPLETO
Las mujeres tenemos derecho a escoger nuestra profesión, tenemos libertad para escoger a qué dedicar nuestro tiempo. Algunas escogemos ser madres a tiempo completo.
Merecemos esa libertad. Merecemos poder dedicarnos a nuestros hijos. No tenemos porqué avergonzarnos de estar dedicadas al presente y futuro de nuestros hijos. Ser madre a tiempo completo es un orgullo.
El movimiento de la liberación de la mujer surgió poco a poco a principios del siglo XX, y ha sido imparable hasta nuestros días. Estábamos limitadas a un solo rol (madres y esposas) y ahora volamos libres hacia donde nos lleve el viento. Podemos ser lo que queramos ser y correr detrás de nuestros sueños… Las mujeres nos dedicamos a mil y una profesiones, y lo hacemos francamente bien.
Abrieron las puertas de nuestra cárcel.
Pero, ¿y si algunas queremos ser madres a tiempo completo? ¿Y si nos gusta dedicarnos al hogar y a nuestra familia?
Me da lástima ver cómo muchas mujeres son avergonzadas y puestas en ridículo por las otras mujeres “trabajadoras”. Las “trabajadoras” se sienten realizadas y valiosas por su trabajo profesional y se burlan de las que “solamente” son madres.
-¿Tú no trabajas?– preguntan con recochineo. La madre baja la mirada al suelo y consigue dibujar una sonrisa titubeante mientras les dice que no, que ya tiene bastante con los niños y la casa. Las “trabajadoras” carraspean con deleite, sintiéndose muy superiores.
Y es que muchas mujeres convertidas en madres ni siquiera se plantean no trabajar porque esa idea les resulta patética. Sin embargo, hoy escribo este artículo para decirles a las madres a tiempo completo que no se avergüencen. Dedicarse a los hijos es algo fantástico. Ni siquiera debería considerarse un sacrificio. Un sacrificio es hacer algo que resulta desagradable, pero ser madre es un honor, una alegría, un placer… jamás un sacrificio.
Por otro lado, no negaremos que es difícil y que supone mucho trabajo. Cuando la madre trabaja fuera de casa, consigue desconectar, contactar con el “exterior”, pensar y hacer otras cosas… las madres a tiempo completo lo pasan mal porque hay días que les parece que no tienen vida propia, muchas veces ni tan sólo media hora para sí mismas. Los hijos acaparan todo el día y gran parte de la noche.
Aun así, es una ocupación hermosa.
Ahora ya no estamos obligadas a dedicarnos exclusivamente a los hijos, pero podemos elegir hacerlo.
Amiga, si eres madre a tiempo completo, camina con la cabeza alta, porque estás haciendo algo muy importante. Tus hijos son tu tesoro. Cada momento que pasas con ellos es importante y está cargado de valor. Y de todas maneras, ser madre no significa tirar por la borda todo lo que has conseguido en la vida. Puedes continuar estudiando, manteniéndote informada, leyendo, o haciendo aquello que te gusta hacer. Los niños crecerán y todavía te quedará mucha vida por delante.
|