EPILEPSIA EN LOS NIÑOS
¿Qué es la epilepsia?
Es un padecimiento crónico, de etiología múltiple (la etiología estudia la causa de las enfermedades), caracterizado por presencia de “ataques”, convulsiva o provocada, aunque estas dos características pueden o no aparecer.
Etimológicamente, la palabra epilepsia significa "ser sobrecogido bruscamente" y se define como una afección crónica que se manifiesta por diversas causas, caracterizada por crisis recurrentes, originadas por una descarga excesiva de las neuronas cerebrales. Desde los tiempos de Hipócrates, se ha intentado borrar la creencia del carácter sobrenatural de este padecimiento, dándole atributos de enfermedad sagrada, sin embargo por temor e ignorancia, el enfermo epiléptico sigue siendo objeto de discriminación en nuestra sociedad. La epilepsia es uno de los padecimientos más comunes de los trastornos neurológicos y representa aproximadamente un 60 a 65 por ciento de la consulta externa del Hospital Infantil.
Aproximadamente el 1 por ciento de la población mundial tiene epilepsia y se ha calculado que un 10 por ciento de estos pacientes presentan más de una crisis al mes; paralelamente 5 millones de personas sufren severas discapacidades originadas por las crisis epilépticas.
Hasta que no se demuestre lo contrario, la epilepsia debe considerarse como un conjunto de síntomas que se presenta en un importante número de padecimientos del sistema nervioso central, para lo cual el médico deberá buscar las causas que lo originan.
La característica clínica más importante de esta enfermedad es la variabilidad de sus manifestaciones, según el tipo de descarga y por otro lado lo impredecible de su presentación y reaparición, con periodos sintomáticos que pueden durar días, semanas, meses o años.
La epilepsia se manifiesta en todas las edades, en el 76.8 por ciento se presenta antes de la adolescencia, 16.3 por ciento aparece en el adulto joven, 5.2 por ciento en los adultos y 1.7 por ciento en los ancianos.
Se ha definido como epilépticos a aquellos pacientes que han sufrido dos o más crisis, que pueden cursar con alteraciones electroencefalográficas. Desde un punto de vista simplista podemos clasificar las crisis epilépticas según sus causas en tres grandes rubros:
Crisis de tipo sintomática, esto es cuando se presenta un síntoma originado por algún proceso dentro del sistema nervioso, como los tumores, o en las secuelas de lesiones como la meningitis o la cisticercosis.
De tipo idiopático (que tiene existencia propia), que aparece en los casos en los cuales existen familiares con epilepsia no sintomática y conllevan algún carácter de tipo genético.
La de tipo criptogénico (enfermedad cuyo origen se desconoce), en las cuales no existe antecedente familiar y se han descartado lesiones dentro del sistema nervioso y la causa de las crisis permanece oscura.
¿Cuáles son los factores de riesgo para que un niño presente eventos epilépticos?
Dentro de los factores de riesgo que se presentan están la historia familiar de epilepsia, en el que repercute más la carga genética materna que la paterna, las crisis benignas en los recién nacidos y los síndromes epilépticos por herencia.
Entre las enfermedades neurocutáneas (las que se generan en el sistema nervioso y se manifiestan en la piel) más frecuentes que pueden provocar epilepsia, está la esclerosis tuberosa, en la cual se ha reportado hasta un 90 por ciento de incidencia.Otros factores de riesgo que puede ocasionar eventos epilépticos son los trastornos del metabolismo, las infecciones prenatales, las infecciones virales durante la gestación, reportándose hasta en un 20 por ciento de epilepsia en niños con rubeola congénita, las infecciones por citomegalovirus y toxoplasmosis. Cabe destacar que en los factores perinatales, o en las malformaciones congénitas cerebrales, son altamente frecuentes las convulsiones recurrentes.
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