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Tiempo devocional-Hector Spaccarotella: Una pequeña llama
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De: hectorspaccarotella  (Mensaje original) Enviado: 06/02/2014 12:01

UNA PEQUEÑA LLAMA

 

Mónica  es soltera. Tiene más de cuarenta años y es soltera.

Sus amigas, sus compañeras de trabajo hablan del precio de los pañales, de problemas de escuelas, de la eruptiva que le salió en la piel al menor, de las cosas raras que hacen los hombres y sobre todo cuando son sus maridos y las situaciones siempre inmprevisibles de la vida familiar.

Mónica escucha, se queda en silencio y sonríe.

 

Mónica es soltera. Sus amigas necesitaron comprar vehículos tamaño familiar para que entre el matrimonio, los hijos y las mascotas de la familia.

Una compañera de secundaria increíblemente tiene hijos que ya van rumbo a la universidad. Mónica maneja un Ford K , vive sola en su casa, se cocina su propia comida cuando lo desea y habitualmente comer sola.

 

Mónica es soltera. Muchos se preguntan porqué. Muchas fantasías se tejen en las mentes de quienes la conocen. No es normal. Algo debe haber hecho mal, A la gente le gustaría saber por qué. Nunca lo dicen, pero se la comen con los ojos, buscan conocer sus secretos. ¿cuál es tu apellido de casada? Le preguntan. ¿Soltera o divorciada? SOLTERA responde ella.

¿No estás casada? ¿Por qué no? ¿tenés algún problema?

 

Dentro de la iglesia las cosas no son mejores. En las reuniones de célula se termina sintiendo muy incómoda. Estar en el equipo de líderes de la iglesia la hace parecer de otro mundo.

Después de las vacaciones, ella escucha en silencio cómo las otras familias cuentan historias de viajes familiares y las aventuras de llenas de emoción de los matrimonios.

Mónica pasó la última  Navidad con sus padres y después volvió sola a casa.

Prácticamente no sale a ningún lado, porque o son lugares para jóvenes o para matrimonios.

Claro que le gustaría hacer algún viajecito , pero es difícil encontrar con quién y no quiere viajar sola. No es lo mismo.

  

Mañana está invitada a una fiesta. No pudo dormir en toda la noche. No estaba en paz. Piensa mucho si debe ir o no.

¿Voy sola?.

Y tiene que luchar con la envidia. No es que se enoje. No es que los celos la consuman. Ni mucho menos siente odio.

Sólo envidia. ¿no es normal que se sienta así después de todo?

Es que sabe que no. No es normal. No está bien. No es lo correcto. No le está haciendo bien, no le trae paz, la está alejando de Dios y de los hombres.

 Tiene razón en preocuparse. Porque lo que hoy es una chispita puede mañana convertirse en un fuego.

Imaginate que pasás por un ambiente de tu casa y ves que hay un pequeño fuego sobre el sillón. No es un incendio, sino pequeñas llamitas, en uno de los brazos del mueble, que está cerca de la chimenea y seguramente saltó alguna pequeña brasita.

¿Qué harías? ¿Cómo reaccionarías?

¿Seguirías con lo que estás haciendo sin apagarlo, diciendo " no es nada. Los fuegos pequeños como ese no destruyen casas”?

 ¡Claro que no!

Apagarías inmediatamente el fuego. Sacarías el sillón al patio, le echarías agua, usarías el matafuegos del auto. Cualquier cosa menos dejar las llamas ahí.

No soportarías tener una llama"suelta" en tu casa.

¿Por qué?

 Porque sabes cómo crece el fuego. Si no se hace nada, el fuego consume todo lo que encuentra en el camino. Sabés , por el bien de tu casa, que con el fuego no se juega.

 

Eso mismo pasa con el corazón de Mónica, y probablemente con el tuyo.

Este ejemplo que da el pastor Max Lucado me parece una excelente comparación. “Igualmente peligrosas son las pequeñas llamas del corazón del hombre”

El fuego de la envidia debe controlarse y apagarse inmediatamente, si no se controla, puede convertirse en una llama hambrienta y consumirlo todo.

 

¿El nombre del fuego?.

 

Génesis 26:12 al 15  Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno. Y el SEÑOR lo bendijo.

Y el hombre se enriqueció, y siguió engrandeciéndose hasta que llegó a ser muy poderoso; pues tenía rebaños de ovejas y vacadas y mucha servidumbre, y los filisteos le tenían envidia. Y todos los pozos que los siervos de su padre habían cavado en los días de Abraham su padre, los filisteos los cegaron llenándolos de tierra.

 

Al tapar los pozos estaban impidiendo la vida de plantas, animales y personas. Estaban destruyendo.

 

Mira a los hermanos de José. Comenzaron por pelear con él  y ponerlo a prueba. Una Inocente rivalidad entre hermanos .Pero después, la chispita se convirtió en una llama.

 

Génesis  37:11  Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre reflexionaba sobre lo dicho.

 

No tardaron mucho en echar a José en un pozo. Y poco después, José estaba en Egipto, los hermanos seguían confundidos, y Jacob,  el padre, permanecía totalmente ajeno  a lo que pasaba. El viejo pensaba que su hijo estaba muerto . La máquina de destrucción de una familia fue la envidia.

 

Este comentario del evangelio de Mateo también recogido por Marcos me dio un vuelco el

corazón.

 

Mateo 27:17 y 18 Por lo cual, cuando ellos se reunieron, Pilato les dijo: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás o a Jesús, llamado el Cristo?

 Porque él sabía que le habían entregado por envidia.

 

Los fariseos no eran hombres malvados. No eran criminales. No eran matones a sueldo de la mafia.

Los fariseos eran los predicadores, los pastores, los maestros de la época.

 

Pero, ¿qué hicieron con Jesús? TREMENDO. " Porque sabía que por envidia le habían  entregado".

 

¿Cuáles son las consecuencias de la envidia?.

 

La soledad es el primer detonante.

¿Quién querría estar cerca y entablar amistad con una persona envidiosa?

Otra consecuencia es la enfermedad.

Proverbios 14:30  Un corazón apacible es vida para el cuerpo, mas las pasiones son podredumbre de los huesos.

La violencia es el fruto más feo

Santiago 4:1  ¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en vuestros miembros?

Codiciáis y no tenéis, por eso cometéis homicidio. Sois envidiosos y no podéis obtener, por eso combatís y hacéis guerra.

 

La envidia aisla, la envidia enferma, la envidia destruye.

Puedo sentir en mi cuerpo y en mi alma la envidia del otro. Salgo destruido de un lugar donde alguien me envidia.  Con dolor de cabeza, con malestar en el cuerpo, con deseos de acostarme y dormir hasta que se me pase.

Y lo que es peor, es 10 veces mayor la consecuencia que siente en sí mismo el envidioso.

Este sentimiento no le permite ser felíz, no le permite sonreir, no le permite disfrutar de la vida.

Este sentimiento enferma su cuerpo hasta matarlo.

Muchas enfermedades terminales nacen de la envidia.

 

Mónica está atrapada en sus pensamientos. ¿a dónde la llevarán? ¿cambiarán su realidad o la harán sentirse cada día más infelíz?

El pastor Lucado dice:  “Deja  de hacer una lista de tus deseos y comienza confiar en que Dios te dará lo que necesitas”.

La historia de Mónica cambia a partir de su cambio:

 

"Fue unos cuantos días antes de la fiesta de Navidad en la iglesia. Me di cuenta de que quizás era una de las pocas solteras que asistían .No me gustaba nada la idea y ,por supuesto,  la verdad es que no tenía ganas de ir. Pero al orar, me di cuenta que Dios quería que fuera y que Él quería ser mi acompañante. No sé cómo podría ser esto , pero comencé a orar, pidiendo reconocer Su presencia junto a mí en todo momento, y poder irradiar dicha presencia. Así que "fuimos " a la fiesta.

 Cuando "entramos", inmediatamente vi a un posible pretendiente con una bella mujer. No me desconcertó. Mientras "caminábamos" de cuarto en cuarto,  solicité, animé a los que vi y realmente practiqué el poner a otros primero. Al "marcharnos" y entrar al auto para el largo camino a casa, me eché a llorar... lágrimas de alegría y de dolor. Me alegró sentir la paz y presencia de Jesús de una forma tan tangible, a pesar del dolor de seguir soltera.

 El lunes siguiente un amigo pasó por mi oficina y me dijo:" Te vi en la fiesta, y me pregunté si no te resulta duro estar sola. Sin embargo,  quería decirte que esa noche irradiaste el gozo de Dios".

Desde entonces he asistido a muchos casamientos, cenas, reuniones de exalumnos y fiestas, llevando a Jesús como pareja. No siempre ha sido fácil, pero sé que con cada actividad mi fe ha crecido. Jesús es una presencia real y tangible, tan real para mí como cualquier otra persona. Sigo creciendo a diario en el entendimiento de lo que significa estar acompañada por Él, en las cosas pequeñas y en las grandes, y lo que para Él significa ser el amante de mi alma, siempre presente, siempre disponible"

 

Susana es una niña de seis años, su tesoro más preciado era un  collar de perlas . No le importaba que fueran falsas. Se las ponía para ir a todas partes, jugaba con ellas todos los días. Amaba las perlas.

 También amaba a su papá, quien viajaba mucho por cuestión de negocios. El primer día de vuelta a casa siempre era un día de fiesta. Una vez su papá pasó  una semana en Oriente. Cuando regresó, el papá y la hija se pasaron jugando juntos toda la tarde. Al acostar a la niña, el padre le preguntó:

 

---¿Me amas?

---Sí ,papá, te amo más que a nada.

---¿Más que  a nada?.

---Más que a nada.

 

Él  se detuvo un momento.

 

---¿Más que  a las perlas?.  ¿Me darías tus perlas?.

---Ay ,papi, ---le respondió ella---,y le dio un beso de buenas  noches.

 

Al dormirse, la niña se quedó pensando en la petición del padre. Cuando se despertó, volvió a pensarlo. Esa mañana y durante todo el día estuvo dando vueltas en su cabeza. Al final, aquella noche, fue a su padre llevando las perlas.

 

---Papá—te amo más que a las perlas. Aquí están.

---Me alegra mucho oír esto---le dijo, levantándose y abriendo su maletín---. Te he traído un regalo.

 

Susana abrió una cajita y echó un vistazo al interior. Perlas. Perlas auténticas.

 

Dios quiere darte algo. Amor de verdad. Pero no puede dártelo hasta que no sueltes los sentimientos que tienen tus manos ocupadas.

La propuesta es cambiar esas perlas falsas como la envidia, poniéndolas en manos de Dios para que inunde nuestro corazón con el amor verdadero.

La envidia no tiene espacio en un corazón inundado del amor de Dios.

 

HECTOR SPACCAROTELLA          

tiempodevocional@hotmail.com

www.puntospacca.net


Basado en un texto de Max Lucado.



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De: Dios es mi paz Enviado: 07/02/2014 13:57
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Que este sea un dia lleno del amor de Dios, bendiciones! Araceli


 
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