QUEDAR VIUDA
Qué sucede cuando muere tu pareja? ¿En qué lugar nos deja el vacío del marido que ya no está con nosotras?
¿Cómo podemos reponernos al dolor de la gran pérdida? ¿Qué hacer con el amor trunco instalado en nuestro corazón?
¿Volver a empezar será una posibilidad para nosotras?
La codependencia psíquica es una de las ataduras más fuertes a las que las mujeres nos sometemos en nombre del amor. Se nos ha enseñado que el hombre nos completa;los amamos y hubo un buen matrimonio, un hombre a nuestro lado nos genera seguridad y confianza. Por eso cuando ese hombre fallece y se va de nuestras vidas, no desorientamos, no sabemos qué hacer, qué decir, o cómo actuar.
Sería interesante comenzar a reparar la necesidad de dependencia que nos inculcamos; y comenzar un recorrido en pareja en el que sea posible tener un espacio juntos pero sin aprisionar o iluminar al otro; entendiendo que cada uno tiene su propia luz.
La muerte impredecible y oscura, avanza y hace su trabajo sin cuestionar. Tal vez es uno de los íconos más fieles de este proceso de aprendizaje; tarde o temprano nos alcanza a a todos. Todos los que estamos en el sendero de vida moriremos alguna vez. Incluso y lo sé, morimos cada día; pero esa exacta comprensión de que algún día “vendrá la muerta y tendrá nuestros ojos” es una idea que nos ronda de vez en tanto, y mucho más seguido, a medida que crecemos. Y se instala con más presencia, cuando muere nuestro compañero.
La muerte de nuestra pareja, en muchos sentidos, es la antesala de la nuestra. Paraliza lo conocido, lo previsible y nos coloca en un espacio repleto de huecos, dolorosos, húmedos, opacos, oscuros. Nos deja los platos sin comida, el costado de la cama frío, el armario ordenado, el fútbol sin fanático, el sexo sin deseo, la boca sin besos; y la mente sin futuros recuerdos.
Todo se inmoviliza fuera y dentro de una. Todo cambia radicalmente. Y la pregunta recurrente hace nido en nuestra conciencia ¿Quién soy sin él? ¿Quién soy sin mi marido? ¿Quién soy ahora que soy viuda? ¿Podré soportarlo? ¿Podré vivir sin él?
Todas las respuestas están en ti. Tú tienes la capacidad de creer si puedes o no puedes; y sea lo que sea que elijas, así será.
La muerte del conyugue nos revela información que desde hace tiempo venimos evitando, y ahora es inevitable; vamos a morir, la gente está de paso, todo tiene un final. Ahora está sucediendo. Pero en las mujeres se evidencia de una forma muy peculiar. Dado que las mujeres generamos nuestra identidad entorno a los vínculos y los hombres entorno al trabajo. Si somos las mujeres las pioneras de la viudez, pues la expectativa de vida es mayor en nosotras que en ellos.
¿Hasta ese sufrimiento nos toca vivir a las mujeres? Sí. Sin embargo, el hecho de que sobrevivamos a la pareja no implica que tengamos que rendirle culto estando muertas en vida.
Esta descentralización del eje de nuestro yo, se produce tanto en las parejas en las que había un vínculo amatorio como en las que estaban por costumbre u oficiando simplemente como padres.
Si había o no atracción física, vida sexual o innumerables problemas es anecdótico; la experiencia de haber vivido bajo el mismo techo durante gran parte de la vida es lo que pesa a la hora de regresar al hogar y sentir la gran ausencia.
Pero a pesar del sufrimiento, tú puedes si lo eliges con el corazón, seguir sin él.
¿Cómo? Primero vive y elabora tu duelo, deja de castigarte con preguntas, siente el peso mismo de la muerte, y deja que sane la herida. Llora, patalea, y grita lo que sea necesario; y tal vez alguna mañana te encuentres volviendo a empezar. ¿Cómo? Con nuevos proyectos de vida, nuevas vivencias, sonriendo, reacomodando tu persona a lo que existe; dejando el pasado como una foto en un álbum, al que irás de vez en tanto a darle una ojeada, pero con los pies en el ahora, sembrando para el futuro.
"Querido grupo dedo contarles que por años no pude poner este mensajes, no supe recibir la muerte de mi esposo, hoy puedo hacerlo pues de me falto fe en Dios, cosa que hoy me siento en paz el es mi Padre, mi refugio y mi todo. La psicologia es cientifica, pero necesaria en algunos casos, yo no la aplique e mi y nunca tome un caso asi despues de viuda.Se que Uds, aceptaran con Dios esto y aprendi eso aqui."
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