REFLEXIÓN VIERNES 28 DE MARZO DE 2014.
“El SEÑOR te dirigirá, estará contigo y no te dejará ni te olvidará. No tengas miedo ni te amedrentes” Deuteronomio 31:8.
¿Buscas a alguien que no te decepcione? A pesar de que Dios nos ha bendecido con muchas personas a nuestro alrededor, no han de faltar los desengaños. Nos decepciona el equipo de futbol del cual somos fanáticos, nos fallan las personas en las cuales hemos puesto nuestra confianza, pero hay alguien que nunca nos falla: Jesús, el Hijo de Dios, nuestro Señor y Salvador. Siempre podemos contar con El, en cualquier momento.
El SEÑOR siempre cumple sus promesas y su Palabra nos brinda consuelo, esperanza y sabio consejo que nunca falla.¿Buscas a alguien que no te decepcione? Ya no busques más: JESUCRISTO jamás falla, El solo está a una oración de distancia de ti. “El SEÑOR te dirigirá, estará contigo y no te dejará ni te olvidará. No tengas miedo ni te amedrentes”Deuteronomio 31:8.
¿Cuantas decepciones también hemos causado nosotros a otras personas? De seguro ya hemos perdido la cuenta. Menos mal que Dios en su infinito amor ha puesto mucho amor en el corazón de aquellos que hemos defraudado, para alcanzar de ellos el perdón. ¿Has extendido también tu perdón sincero a aquellos que te han desilusionado?
Hay un instante en el cual podemos acercarnos confiadamente al Señor para pedirle perdón, porque siempre le hemos fallado, le hemos decepcionado. No siempre somos sinceros y obedientes a su Palabra, pero Él nos promete que“Tendrá otra vez compasión de nosotros, perdonará nuestras culpas y arrojará todos nuestros pecados a las oscuras profundidades del mar.” Miqueas 7:19.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: Has extendido sobre mí tu perdón y nunca haces memoria de mis rebeliones. Pon en mí, un corazón perdonador y ayúdame a extender ese bálsamo de bondad con el cual me has cubierto, sobre aquellos que, queriéndolo ó no me han fallado. Eres lento para la ira y grande en misericordia, solo tú eres digno de alabanza y suprema adoración, en el poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
Arbey Serna Ortiz