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General: Ensayo en el disc. del Evang. según san Marcos cap. 10: v35 al v45
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De: Hermano Cristiano  (Missatge original) Enviat: 22/04/2014 17:42

Marcos cap. 10: v 35 al v 45

Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir. El les dijo: ¿Que quieren de mi? Ellos respondieron: Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria.

Jesús les dijo: No saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que estoy bebiendo o bautizarse como estoy bautizado? Ellos contestaron: Sí, podemos. Jesús les dijo: Pues bien, la copa que bebo, también la beberán ustedes, y serán bautizados con el mismo bautizo que estoy recibiendo; pero no depende de mi que se sienten a mi derecha o a mi izquierda. Esto ha sido reservados para otros.

Cuando los otros diez oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan. Jesús los llamó y les dijo: Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños, y los que tienen algún puesto hacen sentir su poder. Pero no será así entre ustedes.

Al contrario, el que quiera ser más importante entre ustedes, que se haga el servidor de todos; y el que quiera ser el primero, que se haga siervo de todos. Así como el Hijo del Hombre no vino para que lo sirvieran, sino para servir y dar su vida como rescate de una muchedumbre.

ENSAYO:

Es necesario entender bien lo que Jesús nos indica en este pasaje, puesto que no debemos pretender ocupar puestos religiosos que nos podrían dar la falsa idea de que podemos ordenar y mandar a los demás a nuestro libre albedrío haciéndoles sentir el poder que esos puestos otorgan, y querer, tal vez inconscientemente, ejercer cierta manipulación en ellos, que a la larga nos haría sentirlos como de nuestra propiedad.

Podremos beber de la copa que bebió Jesús y ser bautizados en el mismo bautismo que él recibió para sumergirnos en el conocimiento de Dios, de su amor, fe y misericordia y ser bautizados en el Fuego del Espíritu Santo, pero eso, no nos dará la autoridad ni la autorización para otorgar ni ocupar puestos religiosos que sólo a Dios, y al pleno de las asambleas, corresponden.

Por eso, el que quiera ser más importante que se haga servidor de todos, y el que quiera ser el primero, que haga lo mismo, es decir: que si queremos que los demás aprendan según la enseñanza de Jesús, deberemos ser servidores o siervos por voluntad propia, siempre comedidos y siempre listos para ayudar en sus necesidades, cualesquiera que éstas sean, a nuestros semejantes en el Nombre de Jesús, por lo que se deberá tener cuidado de que ni uno sólo de los discípulos de Jesús deberá imponer ni la más mínima obligación para hacer cualquier cosa. Recordemos que Jesús no vino para que le sirvieran, sino para servir y dar su vida en rescate de muchos. Por lo mismo no estamos siendo llamados para ser servidos, sino escogidos para servir el Pan de vida que es el cuerpo de Jesús en su enseñanza, y el vino dulce de su Sangre que es el precio pagado por la salvación del hombre, y para que esto sea real deberemos guardar y enseñar a cumplir su enseñanza con fidelidad para recibir y aceptar la voluntad de Dios.



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De: Lolis Navarrete Enviat: 23/04/2014 03:45


 
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