REFLEXIÓN VIERNES 2 DE MAYO DE 2014.
“El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos.“ Proverbios 17:22.
¿Qué experimenta cuando tiene algún dolor en alguna parte de su cuerpo y va al médico, claro está, a un buen médico, y la medicina que le receta el galeno le cayó de maravillas? Como dicen las abuelas: - Le dieron justo en el mal-
Cuando las medicinas hacen efecto sobre el mal que nos aqueja, de seguro sentimos un gran descanso, una tranquilidad y volvemos a ver las cosas diferentes. Pero que sucede con esos males del corazón, ¿Cuál es el remedio para un corazón destrozado o para un sueño hecho pedazos? ¿Cuándo viene la tristeza, la depresión, la soledad, etc., ¿Dónde encuentras el remedio para estos males?
La Escritura nos da un buen remedio espiritual para las decepciones que nos trae la vida: “El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos.“ Proverbios 17:22. El corazón alegre nos cambia la forma de percibir y experimentar la vida, nos da vigor y restaura nuestra salud espiritual.
Es un regocijo interior, independientemente de las circunstancias que estemos viviendo. Esta medicina no la venden en las droguerías. Solo Jesucristo puede llenar esos vacíos del alma, solo Él puede darnos esa paz interior en medio de las tribulaciones. “El espíritu del hombre puede soportar su enfermedad, pero el espíritu quebrantado, ¿quién lo puede sobrellevar?” Proverbios 18:14.
Las experiencias dolorosas, los fracasos y las heridas del pasado, quebrantan nuestro espíritu, nos roban las energías que nos sostienen, nos dejan sin alegría. Solo cuando nos volvemos al Altísimo reconociendo nuestra condición, El nos da paz, pone gozo en nuestro corazón y alegra nuestro rostro. Vuélvete a Él, sus brazos eternos te esperan.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: Gracias porque ante los fracasos y decepciones de la vida, tú me consuelas y me das nuevas fuerzas para seguir adelante. Independientemente de las circunstancias, alegras mi alma y reconfortas mi espíritu. Tú habitas con el quebrantado de corazón y humilde de espíritu y haces vivir al de espíritu humilde y vivificas al de corazón quebrantado. Recibe honra, gloria y alabanza, en el poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
-FELIZ SEMANA SANTA-
ARBEY SERNA ORTIZ