REFLEXIÓN VIERNES 20 DE JUNIO DE 2014.
“Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.” Hebreos 1:1-2.
¿Puede usted imaginarse cuantos E-Mail se envían a diario en todo el mundo? Inimaginable. Fue en el año 1971, cuando Ray Tomlinson, experimentando con diversas formas de interacción entre las personas y las computadoras, logó enviar un mensaje desde su máquina a otra unidad, surgiendo entonces el Correo Electrónico.
Hoy, se calcula que se pueden enviar más de mil millones de correos electrónicos por día. ¿Qué puede contener un correo electrónico? Mensajes interesantes, información confidencial, temas edificantes, temas desagradables o virus destructivos, etc. Una de las recomendaciones principales que nos dan los técnicos en sistemas es el no abrir los mensajes de E – Mail, si no confiamos plenamente en el remitente.
Dios nos ha enviado un mensaje en la Persona de su Hijo Jesucristo y podemos confiar plenamente en su Remitente porque es fiel y verdadero. Muchos no abren el mensaje enviado por Dios en “La Biblia” y lo archivan para leerla otro día. Saben que está ahí está el mensaje, pero postergan su lectura.
En el Antiguo Testamento, el SEÑOR le habló a su pueblo mediante los Profetas, y muchos rechazaron su Palabra. Hoy, “Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.” Hebreos 1:1-2.
¿Abriste hoy el E-Mail procedente del cielo? Recuerda que es totalmente confiable, sin virus, pero, eso sí, saturado de vida en abundancia, de un amor sin límites y de un gozo indescriptible.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial: Gracias por tu divino mensaje contenido en tu Palabra escrita “La Biblia”. Gracias, porque hoy miles y miles de personas, confiando en el remitente, abrirán tu mensaje. Habla a nuestras vidas, ilumina nuestro entendimiento y permítenos caminar a la luz de tu mensaje. ”Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino. Salmo 119:105. Tus preceptos son rectos y alegran mi corazón; tu mandamiento es puro y alumbra mis ojos, en el poderoso nombre de mi Señor Jesucristo.” Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA
ARBEY SERNA ORTIZ