Es mejor amar que odiar
No hay bonanza, no hay sosiego, taampoco hay libertad de espíritu para el que no ama...No hay descanso para el que guarda rencor o alimenta amargura. No existe la paz para el que odia a sus semejantes ¿Tiene claro el concepto? Si desea el bien para su prójimo, si se alegra por las bendiciones que éste haya recibido, si disfruta compartiendo su alegría y felicidad, eso podría ser algunos indicativoa de que anda en anda en amor. Si por el contrario se alegra por sus desgracias, maquina por dañar y obstaculizar su tranquilidad y espera que sea lo peor que le ocurra, si se siente miserable y así espera que se sientan los demás, entonces, ya sabe usted que ese sentimiento encierra odio aunque no se atreva a aceptarlo. Se ama o se odia; no hay términos medios, y el AMOR es para todos. "El amor nunca deja de ser".
Amar a quien secunda y apoya sus posiciones, el que se constituye en su colaborador, aquel de quien recibe algo que le gusta y con quien no tiene desacuerdos de mayor importancia es NO amar. Como dirían en mi barrio: "Así cualquiera". El amor verdadero no tiene condiciones, ni hace acepción de personas, o amas a todos, o no amas a nadie y, el no amar es odiar, aunque se vea feo y suene mal.
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta". (1Corintios 13:4-7).
El que resiste este mandamiento a Dios resiste. Es ese amor perfecto que Dios a derramado en el corazón de aquellos en quienes mora el Espíritu Santo de Dios al abrir su corazón a Jesús. Es el descubrimiento de ese amor y la paz que resulta, lo que provoca a los hijos de Dios a permanecer en Él. El que permanece en amor, permanece en Dios porque Dios es AMOR.
Hay quien ha vivido toda su vida justificando su falta de amor e ignorando o restando importancia a tan peligroso hábito. Mientras más tiempo pasa, más éste se entroniza y más daño hace a quien lo sustenta, "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios" (Mateo 5:8).
Si un día usted tomó la decisión de odiar en vez de amar, aún sin razonar qua lo estaba haciendo, no importa las razones de las que se ha valido para justificar tal sentimiento, está caminando por un sendero peligroso en el cuál, si a tiempo no cambia de ruta, se perderá eternamente. Mientras más transite en esa dirección, más densas serán las tinieblas que le seguirán envolviendo. Dios no puede negarse a sí mismo, por lo que, depende de usted que se decida a cambiar su oscuridad por la luz admirable. En sus manos está su futuro. En la balanza está la muerte tras la madición y la vida con bendición. Escoja pues, la vida, para que viva.