REFLEXIÓN VIERNES 20 DE FEBRERO DE 2015.
”Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. Éxodo 17:12-13.
Batallas sin sentido como las que vemos hoy en el mundo. El pueblo de Amalec sin ningún motivo viene a pelear contra el pueblo de Israel. Es la primera batalla del pueblo Judío después de que Dios los sacó de tierra de Egipto. Pero no fue una batalla común y corriente, fue Dios mismo peleando por su pueblo. Unas manos que se levantan al cielo (Las de Moisés) y un Dios Todopoderoso que usa hombres y mujeres que le creen, para mostrar su gloria.
Josué sale a pelear contra Amalec y Moisés sube a la cumbre del collado con la vara de Dios en su mano y lo acompañan Aarón su hermano y Hur. Sucedía que cuando alzaba Moisés sus manos al cielo, Israel prevalecía en la batalla; más cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. ¿Le parece normal este tipo de batallas? Amalec era nieto de Esaú, el que cambió su primogenitura por un guisado de lentejas. Luego este enfrentamiento era entre familiares Amalecitas e Israelitas. Ahora bien, Amalec significa nuestra carne, significa nuestro viejo hombre, este enemigo que todos tenemos adentro
Al igual que Israel, nosotros luchamos cada día contra el enemigo, la carne (lascivias, contiendas, celos, envidias, adulterio fornicación, etc.) A veces, somos derrotados, pero Dios ha enviado a Jesucristo a interceder por nosotros en lo alto del calvario y al Espíritu Santo para guiarnos en el campo de batalla. Moisés con la vara de Dios representa a CRISTO en la cumbre del calvario ganando nuestra lucha con su propia carne. Los Amalecitas representan al enemigo y a la carne aprovechando las debilidades de cada uno de nosotros para derrotarnos.
Aarón y Hur ayudando a Moisés a sostener sus manos levantadas, representan la oración intercesora a favor de otros. Josué al mando del ejército en el campo de batalla, representa al Espíritu Santo peleando la batalla en cada uno de los que han entregado el control de sus vidas a Cristo. La espada de Josué en su mano, representa la Palabra de Dios penetrando en la mente y en el corazón del creyente para poder vivir bajo la cobertura del Espíritu Santo.
No bajes las manos, independientemente de tus circunstancias y debilidades, levanta tus manos al cielo para adorar y clamar a Dios en oración, para orar por el prójimo, para orar por tu enemigo, para abrazar a quien necesite consuelo, para no olvidar que el Dios del cielo es quien nos sustenta y su cercanía nos ayuda resistir los ataques del enemigo.
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial:” Gracias porque tu peleas todas mis batallas. Gracias porque me das la sabiduría y el entendimiento para saber lo que me corresponde hacer en mis propias fuerzas y lo que para mí parece imposible, lo haces tú. Gracias porque levantas muchas manos a mi favor y bajas mis cargas. Eres escudo alrededor de mí, mi gloria y el que levanta mi cabeza. Mi estandarte y mi fortaleza eres tú, nunca me dejas ni me desamparas, siempre me ayudas y me sostienes, en el glorioso y poderoso nombre de mi SEÑOR JESUCRISTO.”Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ