Para quienes estamos en permanentes desafíos, encontrar las puertas cerradas nos llena de adrenalina y de imaginación. En ventas, el NO lo imaginamos como SI; en tecnología, medicina y otras ciencias, pensar en los problemas sin soluciones conocidas nos proyecta a nuevos desafíos de encontrarlas. Las crisis nos permiten descubrir los grandes cambios.
Pero, cuando queremos gestar alguna nueva acción, un nuevo plan, un nuevo proyecto dentro de la empresa, siempre lo hacemos a puertas cerradas para que nadie se entere. No estoy hablando de nadie en particular, sino que esta actitud es normal en muchas personas, sea que se encuentren para gestar cosas buenas o malas, lindas o feas, un nuevo tema musical, proyectar un nuevo lanzamiento o asaltar un banco, siempre será con las puertas cerradas. Es que se pretende que nadie se entere…
Tremendo error! El Señor Jesús dijo que nada quedará en lo secreto, todo se conocerá. Hablaré de música: los ensayos que realizamos con la Banda de Jazz siempre son a puertas cerradas dentro del estudio, pero el objetivo está claramente enfocado en nuestro nuevo concierto y en alcanzar el aplauso del público. En las Empresas, las reuniones de directores y gerentes que se realizan a puertas cerradas, en un total “top secret”, inmediatamente después que termina, todos se enteran de lo que sucedió en ese pseudo lugar privado.
Entendamos que “no hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada oculto que no llegue a conocerse públicamente”, entonces nos es muy importante que trabajemos cuidadosamente con todo lo que nos pasa cuando cerramos la puerta y trabajamos para crear futuro. En nuestros ensayos musicales sucede como en cada reunión que realizan los directores o gerentes de las organizaciones: vienen los problemas, los roces, los celos, las discrepancias, aparecen todos los ruidos que los seres humanos generamos, pero recordemos que siempre las resultantes bajarán a toda la empresa y por consecuencia, a los clientes.
No te preocupes por cerrar mejor las puertas ni esconder secretamente las conversaciones, todas las cosas igual se conocerán; en cambio, debes ocuparte por generar mejores relaciones con tus pares, tus compañeros del directorio, con el liderazgo, cuando se reúnen para la toma de decisiones: abrázalos, considéralos amigos, comienza tú armonizando las relaciones. Recuérdalo, todo lo que generes dentro de esa sala de reunión será lo que marcará el futuro.
Qué sonido hace tu empresa? Cómo aplauden tus clientes?
Oración. Señor Jesús, enseña a mi nuevo amigo a entender que el éxito de la empresa pasa por las relaciones armoniosas de los que tienen las máximas responsabilidades. Amén.
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