Textos claves del bautismo en el Nombre de Jesucristo:
1) Jesucristo mandó a sus discípulos, a predicar el Evangelio a toda criatura, para que quien creyere y fuera bautizado sea salvo, más quien no creyere será condenado (Mc. 16:15).
2) Otro mandamiento importante se haya en Lucas 24:47, ya que aquí el Divino Maestro ordena que en todas la Naciones del mundo, se predicase el arrepentimiento y perdón de pecados en el Nombre de Jesucristo, comenzando desde Jerusalén. Por lo tanto los israelitas y los gentiles, deben arrepentirse y bautizarse en el Nombre de Jesucristo para perdón de pecados, y recibir el don del Espíritu Santo (Hch. 2:38).
3) Pablo y los discípulos de Juan, se bautizaron en el Nombre de Cristo IESUE (Hch. 19:1-7; y 22:12-16).
4) Los gentiles que eran inmundos, llegaron a estar limpios por medio de Cristo. Así, pues que el primer caso de uno de los gentiles bautizados en el Nombre de IESUE (El Cristo), fue Cornelio el Centurión romano de la compañía llamada la italiana, quien lo hizo junto con sus parientes y amigos más íntimos (Hch. 10:1-48).
5) El arrepentimiento, bautismo y perdón de pecados en todas las naciones del mundo, ha de hacerse por mandato del Divino Señor en el Nombre de Jesucristo, porque no hay otro Nombre dado a los hombres en que podamos ser salvos (Hch. 2:38; y 4:12).
6) El bautismo a todos nos salva, pero no quitando las inmundicias de la carne, sino como un nueva conciencia hacia Dios.
7) Todos somos hijos de Dios por la fe en Cristo IESUE, porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo IESUE. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa (Gl. 3:15-29).
8) Con el bautismo en Cristo IESUE, ocurre que somos bautizados en su muerte, porque somos sepultados juntamente con él por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva (Hch. 2.38; Ro. 6:3-4).