REFLEXIÓN VIERNES 29 DE MAYO DE 2015.
“Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” 1 Pedro 2:9.
En el Senado de la República de Colombia se debate el nuevo Código de Policía que, entre otras cosas, busca corregir los malos comportamientos de los ciudadanos. Uno de esos malos comportamientos es el típico -Usted no sabe quién soy yo-, que utilizan algunas personas para tratar de evadir, mediante el tráfico de influencias, las ordenes de la Policía.
La característica principal de este tipo de personajes es que siempre están borrachos, casi hasta la inconciencia, mienten descaradamente, están dispuestos a irse a los puños hasta con su propia sombra y dicen tener amigos poderosos, para salirse con las suyas.
Los que han entregado la dirección de su vida al SEÑOR JESUS, confesando su Señorío y Soberanía con su boca y creyendo en su corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, pueden proclamar confiadamente que son Hijos de Dios, redimidos por el sacrificio de Cristo en la cruz, lavados por su sangre.
No hemos sido redimidos de nuestra vana manera de vivir con cosas perecederas como oro o plata, ”Sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo.” 1 Pedro 1:19. Un verdadero creyente en Cristo, no tendrá necesidad de presumir diciendo: -Usted no sabe quién soy yo-, porque su vida, sus acciones y su conducta dirán por si solas quien es él. ¿Procuras, con la ayuda del Espíritu Santo, vivir así para Cristo?
ORACIÓN
“Soberano Dios y Padre Celestial:” Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. Gracias porque me visitas con tu salvación y me permites ver la prosperidad de tus escogidos. Has hecho resplandecer tu luz divina sobre mí, cambiaste mis tinieblas en luz y lo escabroso en llanura. Por tu amor, me hiciste linaje escogido, real sacerdocio para alabanza de tu nombre. Gracias Señor Jesús porque me compraste no con oro ni plata, sino que pagaste por mí, con tu sangre preciosa. Con mi mente, mi corazón y todo mi ser te doy honra, gloria y honor, por siempre Señor.“ Amén y Amén.
-FELIZ FIN DE SEMANA-
ARBEY SERNA ORTIZ