No se refiere a una vestimenta sino a una situación necesaria de cambiar. Esa sensación de insuficiencia es ese saco roto donde depositas tus esfuerzos, entran por la boca del saco pero que se pierden por sus agujeros. Está roto y nunca se llena!
Dice la Sabiduría Milenaria que la siembra no produce la multiplicación esperada y el esfuerzo realizado fue en vano. Ni la comida satisface ni la bebida calma la sed, las ropas de marcas de prestigio no alcanzan a brindar la satisfacción esperada y el sueldo en el bolsillo se pierde porque ese bolsillo está roto.
Echar en saco roto los esfuerzos nos predispone a estar agresivos, siempre a la defensiva, de mal humor y todo nuestro entorno es afectado. Por eso, “Así dice ahora el Señor Todopoderoso: ¡Reflexionen sobre su proceder!”
Repasemos nuestras actitudes diarias, verifiquemos dónde tenemos esas pérdidas, en la siembra y la cosecha, la alimentación, la bebida, las finanzas, en dónde. Medita, consulta, pregunta, invierte tiempo en evaluar sobre el estado de tus relaciones familiares, las sociales, las culturales, tus miedos, tus dudas, tus tabúes, tus religiosidades, porque el darte cuenta de las pérdidas te ayudará a descubrir los agujeros por donde pierdes los beneficios de la vida abundante prometida por Dios.
Por ejemplo: “En casa del sabio abundan las riquezas y el perfume, pero el necio todo lo despilfarra”. Pr.21:20. Hay muchos que gastan más allá de las posibilidades, compran lo que no necesitan, y jamás sacian ese vacío interno con cosas materiales, eso es parte del saco roto.
El hombre sabio escucha a Jesús: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. “Amado, pido a Dios que, así como te va bien espiritualmente, te vaya bien en todo y tengas buena salud”. “Busquen primeramente el Reino de Dios y su justicia”. Actuar fuera de los principios de Dios, es como echar la vida en saco roto.
Oración: Padre, vuelve a hablarnos de tus pensamientos de bien y no de mal y quítanos todo lo que impida que podamos acercarnos confiadamente a vos. Por Jesús. Amén